Hablemos de VIH: Una vejez positiva
Cuando hablamos de VIH y poblaciones LGBT pareciera que nunca nadie piensa o imagina en las personas que han envejecido y que forman parte de la comunidad LGBT y mucho menos de las poblaciones de adultos mayores con VIH. De hecho, pareciera que no existen porque “casi” no se ven, y es que una realidad muy dura del VIH es que muchas personas perdieron la lucha contra el SIDA en los 80 y 90, motivo por el cual apenas es que vamos empezando a observar adultos mayores con VIH, pero bastante poca y reciente esta población.
La realidad es que envejecer con VIH se ha vuelto una constante de pensamiento cada vez mas imperativa para quienes vivimos con VIH porque realmente pareciera que no tenemos una idea clara de como seria esa vejez. Teniendo en cuenta el desgaste natural del proceso del envejecimiento, que de por si suele verse complicada por factores propios de la salud, se sabe también que el mismo VIH es un factor predisponente que acelera ese proceso de envejecimiento, también es predictor de deterioros cognitivos mas acelerados y causante de algunas demencias y/o enfermedades crónicas-degenerativas en un cuerpo envejecido.
Muchas veces las personas con VIH no imaginan una vejez porque el simple hecho de vivir con VIH nos hace pensar que no llegaremos a edades mas adultas, sin embargo, esto es parte de los miedos que muchas veces nos invaden, desde que podemos hablar de indetectabilidad también podemos hablar de una vida extendida tan igual a las personas que no viven con el VIH, sin embargo esto no significa que no tendremos síntomas físico y/o cognitivos a raíz del virus.
Hablemos de VIH: Te dicen que ya no eres indetectable
Para todas aquellas personas que están envejeciendo, que llegan a una adultez mayor y que viven con VIH es importante tener en cuenta las pautas de autocuidado que se han ido desarrollando, justamente para el cuidado de la salud general en esa adultez mas complicada, complicada por los efectos del cuerpo envejecido, por las enfermedades que de forma “natural” podríamos desarrollar y/o por los mismos efectos del VIH y que además, debemos considerar los factores estresantes propios de pertenecer a alguna de las poblaciones de la comunidad LGBT+, migrantes o incluso privados de libertad.
Dentro de las pautas de autocuidado para las vejeces viviendo con VIH, es importante tener en cuenta las pautas generales del cuidado de la salud:
- Una adherencia adecuada al tratamiento antirretroviral.
- Las visitas de rutina de consulta médica especializada.
- El testeo para diferentes ITS
- El monitoreo clínico de los posibles efectos del ARV sobre el cuerpo.
- En casos necesarios, incluir Terapias de Estimulación Cognitiva.
- Contar con redes y grupos de pares.
- En casos necesarios, incluir Terapia Ocupacional
- Realizar actividad física
- Mantener alimentación saludable
- Desarrollo de emociones y estrategias de afrontamiento para la vida
Todas estas herramientas están destinadas precisamente a disminuir el impacto del VIH en la vejez, ya que no solo se trata de luchar contra el VIH sino de envejecer dignamente con calidad de vida.
