Diana Ramírez Luna presentará “Trayectoria de las esquirlas” en Minería
Diana Ramírez Luna presentará su más reciente libro, “Trayectoria de las esquirlas”, en la 45 Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería este sábado 2 de marzo a las 15h, con el que celebra los primeros diez años de su primera publicación profesional. Dueña de una pluma destacada y una incuestionable sensibilidad, esto nos cuenta también sobre LibrObjeto, su propia editorial.
Diana Ramírez Luna
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¿Cómo fue que te empezó a gustar la literatura?
Creo que tiene mucho que ver con que fui hija única y, además, enfermiza. Cuando era niña faltaba mucho a la escuela y comencé a refugiarme en los libros. Después fue una conjunción de factores: me gustaba escribir en un diario que pronto dejó de serlo para convertirse en una venganza de la realidad, en una serie de relatos de lo que me hubiera gustado que sucediera en el día.
Siempre he sido una inconforme profesional, así que se me hizo costumbre escribir cuento en vez de crónica.
Ya en la prepa, huía de las clases que no me gustaban, como la de Estadística, y me encerraba en la enorme y preciosa biblioteca de la Prepa 9.
Ahí cobré consciencia de que quería dedicarme a escribir en serio y de que, si quería hacerlo, debía profesionalizarme, así que fue ahí donde empecé a leer y escribir como si el mundo se fuera a terminar al día siguiente.
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¿Qué libros te marcaron e inspiraron?
Uff… Siempre se ríen cuando digo que El Zarco de Altamirano, pero es que gracias a ese libro entendí que aunque las épocas cambien, la naturaleza humana y los móviles del mundo son, en esencia, los mismos.
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Desde hace siglos, la literatura suele girar en torno a los mismos tópicos, pero justo se volvió un momento canónico ese instante en el que comprendí que la magia y la belleza de lo que se cuenta se encuentran en la forma.
Gracias a Ninguna eternidad como la mía fui capaz de entender que por más derrotado que se sienta el corazón, el arte, en mi caso la literatura, siempre será capaz de salvarnos si así lo elegimos: “El arte necesita una dosis de dolor”, dice Ángeles Mastretta y yo me lo tomé como una suerte de mantra, porque si bien el dolor es inherente a la vida, uno decide qué hacer con él. Y yo decidí hacer literatura.
Últimamente me leí La cabeza de mi padre de Alma Delia Murillo y La espera y la memoria de Adriana Dorantes; ambos abordan el tema de la ausencia paterna e hicieron match de una extraña y dolorosa forma con el proyecto literario en el que trabajo actualmente, así que ya se ganaron un lugar especial entre mis lecturas.
Diana Ramírez Luna
¿En qué momento saltaste de la literatura a la edición?
Estoy casi segura de que fue un interés y una curiosidad que traía desde niña por experimentar con el papel y un genuino gusto por el libro en su calidad de objeto lo que me impulsó a aventurarme en el mundo de la edición.
Eso junto con el deseo de proponer algo más allá de la literacidad, es decir, quería comunicar sin palabras y llevar mi creatividad a un plano que no se quedara en la literatura, que no es poca cosa, pero era como ese ímpetu que se siente por atravesar fronteras, por salir del país de origen, por conocer qué hay más allá. Y debo decir que lo que he encontrado más allá de la literatura me ha encantado.
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¿Cómo inició LibrObjeto y por qué tus libros no son convencionales?
Es curioso que, siendo esa niña enfermiza que fui, siempre me haya costado trabajo estar quieta. No en un sentido físico, sino que me cuesta mucho apaciguar mi mente, es como si todo el tiempo corrieran ríos de ideas y muchas veces me he aferrado tanto a ellas hasta materializarlas; además, soy ansiosa y no me quedo quieta hasta cumplir ciertos objetivos que se me meten en la cabeza.
Entre esos objetivos, estuvo el de iniciar un proyecto editorial con jóvenes poetas que publicaran cada miércoles sus poemas, primero en línea, para luego convertir esas colaboraciones en un libro. Así fue desde 2017 hasta 2022 gracias a la revista Los ojos del Tecolote: ningún miércoles estuvo libre de poesía; así nacieron los Nidos de poesía.
De ahí para acá, todo lo que me he propuesto es cultivar ideas y proyectos donde la editorial, los autores y la bibliodiversidad crezcan y sumen al ecosistema del libro.
Los libros poco convencionales son, me parece, una consecuencia un poco lógica de lo que te comentaba: esa curiosidad, quizá hasta manual y táctil, relacionada con generar experiencias lectoras alternativas al mainstream.
¿Cuántos títulos has publicado y qué buscas en tus autoras y autores?
LibrObjeto tiene en su catálogo un total de 22 títulos distribuidos en 4 colecciones y, entre las principales características que busco en los autores están la frescura, las voces arriesgadas e irreverentes: me encanta que aborden temas poco visitados, como Adriana Dorantes, formas alternativas de decir algo que antes ya se ha dicho, como Alejandro Paniagua o Luis Olaf del Lago, que no le teman a desnudar su dolor ante el lector, como Jorge Meneses o que se atrevan a romper la tradición de los clásicos con propuestas disruptivas, como Leonel Alí Zanotelli.
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Diana Ramírez Luna
¿Por qué te tomas ese tipo de fotos para Instagram?
Todo en el mundo es efímero, todo se termina o cambia y me gusta saber que al menos a través de una imagen, algo tan volátil como es el cuerpo, mi cuerpo, que un día será distinto, puede perpetuarse. Muchas veces la gente no sabe qué tan mal la puede estar pasando alguien para que algo tan nimio como una foto le mejore el día, el autoestima o la autopercepción y hace no mucho pasé por una etapa compleja donde no me gustaba verme al espejo, me sentía gorda, fea, derrotada, así que esas fotos me ayudaron a hacer las paces con la Diana que habitaba aquel presente.
Trayectoria de las esquirlas se presenta este sábado en la Feria Internacional del Libro de Minería.
¿Qué hay detrás de “Trayectoria de las esquirlas”?
Trayectoria de las esquirlas es mi nuevo libro y para mí representa una celebración literaria: en 2023 se cumplieron 10 años desde la publicación de mi primer libro, así que no quería que pasara desapercibida esta primera década. A lo largo de estos años, he publicado en diversas antologías y libros digitales, pero mucha de mi obra no está en un libro físico personal, por lo que me di a la tarea de seleccionar los textos que mejor reflejaran esa trayectora, así que ya no sólo incluí narrativa, sino también un poco de poesía. El título del libro es un guiño a una de mis autoras favoritas de todos los tiempos: Rosario Castellanos.
