Cómo jalarle el cabello eróticamente y no morir en el intento
Una de las “bromas” más atroces que realizó Loki fue cuando cortó la hermosa cabellera de Sif, esposa de Thor; el poder sobrenatural de Sansón se encontraba en su cabello y Medusa recibió el peor castigo cuando su mayor orgullo se convirtió en terribles serpientes.
Desde tiempos inmemoriales hemos demostrado nuestra pasión por el cabello, el sentimiento es tan intenso que desde temprana edad no podemos evitar jalarlo y obsesionarse con él. La atracción depende de cada cultura, como en el caso del islam, donde las mujeres lo cubren para mostrar recato.
Amores intensos
Tricofilia es el también conocido síndrome de Rapunzel, o el placer sexual relacionado con la interacción con el cabello. Este tipo de parafilia no se limita al pelo de la cabeza, también se puede ampliar al vello facial, pectoral, púbico, axilar e incluso el pelaje animal.
La tricofilia puede expresarse de diversas formas, desde simples caricias o miradas, hasta jalarlo e incluso cortarlo. Claramente, el color también influye en este tipo de gusto, ¿quién no ha tenido una fantasía con una pelirroja?
Cabellos sexuales
Nada expresa mejor el sexo intenso como jalar el cabello durante la ruda sesión. Se trata de una práctica que puede llevar las cosas a un nuevo nivel al implicar una de las regiones que tiene más terminales nerviosas, pero un paso en falso puede resultar en una pésima experiencia.
A un porcentaje de mujeres les gusta que les jalen el cabello durante el sexo. Esto se debe a que las terminales nerviosas del dolor y la tensión están relacionadas con el centro del placer, cuestión que explica la fascinación con el sadomasoquismo.
En el sexo existen roles, en cada relación una parte toma el papel dominante y la contraparte el sumiso (que no necesariamente tiene que ver con el género, hay hombres que les gusta ser dominados). En estos roles tomar a la pareja por el cabello es la mayor muestra de poder y autoridad.
La técnica correcta
Por esta razón es necesario conocer la forma para jalar el cabello eróticamente sin causar un trauma cervical. Uno de los mayores errores es tomarlo de los extremos; además de que parecerás un niño, es sumamente doloroso para ellas y puede ser un tipo de agresión que no cabe en la cama.
El estímulo debe iniciar desde el juego previo, un masaje en el área puede preparar el cabello e incrementar la excitación sexual.
El jalón debe iniciar en la base del cabello e iniciando el movimiento a partir del cuello, con esta técnica estimulas directamente los folículos capilares, que tienen uno de los receptores más sensibles del cabello.
Muchas de ellas gustan ser dominadas en la cama, pero no lo hablan explícitamente por el tabú que implica el sexo. Estudia su cuerpo y su respuesta a los estímulos, ten en cuenta que la clave de una buena vida erótica es la comunicación, hablando de los gustos de ambos pueden encontrar la forma ideal para estimular su cabello.
