Proponen fotos de moda sin racismo
Desde que era niña, Rocío Romero era fan de Britney Spears. Pero cuando le dijo a su mamá que le gustaría vestirse como su ídola, ella le respondió: “No, tú no puedes porque eres morena”.
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“Yo no podía entender por qué pasaba eso, pero me sentí muy triste. Cuando empecé a crecer empecé a cuestionar las cosas y lo sigo haciendo, a través de mis redes y de mi trabajo”, expone Rocío, que además de estudiar una licenciatura ejerce el trabajo sexual y la venta de contenido digital.
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El nuestro es un país racista. El informe “Por mi raza hablará la desigualdad”, revelado en 2019 por Oxfam México, establece que sólo el 10% de las personas de tez morena, podían acceder a una educación superior.
Preocupante si consideramos que el 65% de la población mexicana pertenece a este sector, de acuerdo con el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación.
Cuerpos que son reales
En este contexto, el fotógrafo mexicano Guillermo Gutiérrez realizó un proyecto especial dentro del taller “El espacio del fotógrafo dentro de la fotografía de moda”.
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Echó mano de dos modelos, Rocío Romero y Luis Mata, que reflejan una belleza que no se parece a la que las grandes campañas publicitarias han presentado como hegemónica.
“Quería ofrecer una mirada personal acerca del tema”, comenta Guillermo Gutiérrez. “Representar lo contrario, cómo nos vemos y cómo se ve la gente en el territorio mexicano, cuerpos que son reales”.
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Pero además, le dio la vuelta a las prácticas comunes en el mundo de la fotografía de moda. Las pieles de sus modelos no se retocaron y además, parece absurdo pero no lo es, cubrió sus honorarios.
“No me interesaba entrar en el mundo de la representación de las pieles perfectas. Tenían que verse naturales, sin ocultar sus marcas. Pero demás tampoco podía quedarse en el ‘pago simbólico’, sino que fuera justo. Porque es común que en la industria se eche mano de gente racializada y no se le pague”, subraya.
Menos oportunidades
Luis Mata, actor de la película “Los demonios del amanecer” y la serie “Todas las noches tengo que morir”, ha experimentado en carne propia las diferencias que se hace por el color de la piel.
“Como soy moreno y me consideran de tipo indígena, no puedo acceder a muchos proyectos ya que siempre piden personajes caucásicos, rubios y de ojos de color. En el sentido del clasismo, he tenido que vestir y expresarme de maneras muy cuidadas para que no me hagan menos. A veces, por el tono de piel hay que vestirse de una forma que proyecte otro estatus económico”, comparte.
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El proyecto del Guillermo Gutiérrez, que participó en el fotolibro “Ciudad del pulque” y cuenta con una larga trayectoria dentro del periodismo, podría convertirse más adelante en una exposición. Para ello, cuenta con una serie fotográfica realizada en formato analógico y otro digital.
De La Sirenita a Beyoncé
Por el momento, se pueden ver en las redes sociales de las personas involucradas.
La reciente controversia originada por la versión fílmica de “La sirenita”, interpretada por Halle Bailey o la participación de Tenoch Huerta, representante de “Poder Prieto”, como Namor en la película “Black Panther: Wakanda Forever” da fuerza a la importancia de proyectos como éste, que apuntan hacia la inclusión.
“Se están dando pasos significativos, pero hay gente que se resiste al cambio”, considera Luis Mata.
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“No puedes desmontar un aparato sistemático que se funda en el racismo, pero le puedes cambiar el imaginario a las personas que verán las fotografías que vivimos, que sepan que no son ciudadanos de segunda clase”, afirma Guillermo Gutiérrez.
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“El barrio en el que crecí está lleno de gente morena que quisiera ser blanca. La publicidad nos lo recuerda, nos vende cremas que según te blanquean la piel. Es muy triste. Yo misma tengo que reconocer que tengo inseguridades producto de esa hegemonía y racismo. Después de lo de Britney, un día vi a Beyoncé de rubia y me di cuenta que también se veía hermosa”, concluye Rocío Romero.
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