¿Y si no fuera miedo?

¿Y si no fuera miedo lo que siento cuando estoy a punto de lograr algo increíble, sino la emoción de liberar una serie de acontecimientos capaces de transformar mi propia energía y la de muchas otras personas?

¿Y si no fuera miedo lo que siento al escribir estas lineas, sino la certeza de saber que al leerlas voy a mover algo en ti tan poderoso, que tu mente haga clic y hoy dejes de quejarte, de lamentarte y empieces a hacerte preguntas que estabas posponiendo?

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¿Y si no fuera miedo lo que siento a abrir las puertas de las verdaderas bendiciones, del todo es posible, sino la alegría de saber que las cosas pueden ser fáciles y sencillas, que pueden llegar a mi sin un camino de tormento y sufrimiento?

¿Y si no fuera miedo lo que siento cuando siento que al ser yo mismo traiciono la raíz de mi árbol, a mis ancestros, sino el liderazgo de llevar los frutos de ese árbol a nuevas tierras y sembrar nuevos campos, más verdes, con las mismas raíces, pero con la ocasión de germinar más rápido?

¿Y si no fuera miedo lo que siento a ser vulnerable, sino el amor de sentir el abrazo de mi equipo, del mejor equipo, que no me juzga ni me rechaza, sino que me acompaña, me libera y construye conmigo un templo indestructible? ¿Y si no fuera miedo a ser vulnerable, sino el amor de esa mano compañera que me guía hacia el lugar en el que crezco y me desarrollo?

¿Y si no fuera miedo a ser diferente, sino el gozo de disfrutar de la singularidad que me hace ser único en mi especie, sin que ello suponga ser más o menos que nadie, sino todo lo contrario, ser un espejo en el que otros seres únicos en su especie puedan gozar de su propia singularidad?

¿Y si no fuera miedo a crecer, sino la pasión que siento cuando me subo a un escenario, cuando subo a un avión o cuando abrazo a un amigo y a la que no tengo que renunciar por nada ni por nadie, sino al contrario, que recibiré más abrazos, más amor, más aprendizaje cuanto más desarrolle mi pasión?

¿Y si no fuera miedo a ser público, sino el compromiso con mi propósito y mis valores, con hacer un mundo más justo, libre y pacífico, el compromiso conmigo mismo y con las siguientes generaciones?

¿Y si no fuera miedo a delegar, a compartir, a trabajar en equipo, sino el poder ilimitado que tenemos al aliarnos y trabajar juntos, al compartir ideas y también discrepar, al lograr una visión mucho más atrevida, disruptiva y soñadora que la que puedo tener yo sólo?

¿Y si no fuera miedo a celebrar, a celebrarme, sino la libertad de saber que ya tengo que dejar de jugar el papel del ermitaño, del que no te necesita, del que disfruta de la soledad, sino que soy el mago capaz de accionar cambios, de descifrar los símbolos y de ayudar a los compañeros a crecer? ¿Y si no fuera miedo a celebrar, a celebrarme, sino simplemente la libertad de dejar que me quieras, me abraces y compartas conmigo lo increíbles que somos?

¿Y si no fuera pánico en mi pecho, ahogo en mi cuello y la amenaza de doscientos dragones a la puerta lo que siento al escribir estas letras y saber que las vas a leer, sino la generosidad infinita de atreverme a regalarte mi talento, que tanto he ocultado y del cual te he privado?

¿Y si no fuera miedo, sino tan sólo emoción, certeza, alegría, liderazgo, amor, gozo, pasión, compromiso, poder, libertad o generosidad? Joder, si no fuera miedo, ¡quizás y sólo quizás sea la semilla del cambio individual y colectivo!