Ernesto Contreras y Falco; la serie que vino a rompérla en México

El 94 fue un año que cambió todo en nuestro país: la entrada en vigor del TLC provocó el levantamiento armado del EZLN, el asesinato del candidato presidencial trajo una serie de teorías de conspiración que todavía no se resuelven y el “Error de diciembre” resultó en una de las mayores devaluaciones del peso.

Más de 20 años nos separan de aquella realidad y el mundo ha cambiado completamente; pero en algunos aspectos mantenemos una constante que invade cada esfera de la sociedad: la corrupción, inseguridad y delincuencia. A este país, en el que la superficie parece estar en constante movimiento mientras que las estructuras se mantienen constantes, llegará un hombre del pasado para intentar cambiar lo que parece inamovible.

Esta es la premisa de Falco, la nueva serie mexicana dirigida por Ernesto Contreras y protagonizada por Michael Brown. Alejandro Falco, un detective de homicidios, se adentra en el caso del asesinato de un político mexicano, pero mientras cumple con su deber, recibe un disparo en la cabeza. El protagonista despierta 23 años después con la incógnita de aquel caso, y con la difícil tarea de adaptarse a un mundo que ya no parece ser el mismo.

Ernesto Contreras, El Heraldo de México

En Playboy México platicamos con Ernesto Contreras, director de esta serie que se estrenará en TNT el domingo 5 de agosto a las 10 de la noche. Su talento lo ha demostrado en las premiadas películas Parpados Azules y Las oscuras primaveras; recientemente entró al mundo de las series con El Chapo. Su experiencia es incuestionable y con Falco aceptó un reto único en su género, una prueba que pasó satisfactoriamente.

PLAYBOY: La serie original está ambientada en Alemania, ¿qué diferencia a aquel mundo criminal con el mexicano?

ERNESTO: En primer lugar, sí es una serie original alemana, se hizo un trabajo de adaptación por parte del equipo de guionistas y nos interesó brindar un carácter muy mexicano. Sucede en la Ciudad de México y buscamos que se convirtiera en un personaje más de la historia. Igualmente, en los casos que Falco debe resolver hay una alusión a eventos que han sucedido en nuestro país.

PLAYBOY: En la serie original hay una especie de juego entre la década de los ochenta y la de los noventa, ¿cuál fue la decisión detrás de mover diez años más la serie y contrastar los noventa con el tiempo presente?

ERNESTO: Fue una decisión de los guionistas y me parece que establecer el principio en el 94, que fue un año crucial para México, en el que pasaron tantas cosas, daba un contexto histórico muy interesante como punto de partida para contar la historia. El grueso de la serie sucede en el presente, entonces sirve como referencia y también contrasta el México de los noventa, lo que se veía y se escuchaba contra lo que pasa el día de hoy.

PLAYBOY: Por desgracia, la realidad del país en ocasiones parece superar a la ficción, ¿esto significa un problema en el proceso creativo?

ERNESTO: Creo que el género policiaco siempre es un género que nos gusta mucho como espectadores y esa es parte de la propuesta de la serie. Es una producción, me atrevo a decir, que no se había hecho antes en nuestro país, por eso me interesó mucho hacerla, aunque tiene que ver con una convención universal que sucede en todas estas historias.

El formato permite que la serie tenga tres ejes rectores: el primero la parte personal de Falco, su vida y la superación de lo perdido; el segundo es resolver su propio caso, encontrar a quien le disparó; y el tercero son los casos que como policía debe resolver. Cada capítulo es uno distinto.

PLAYBOY: Ernesto, ya tuviste una cierta experiencia dirigiendo series centradas en el mundo criminal, ¿es un reto distinto o es como cualquier otro tema?

ERNESTO: ¡Claro! Eso forma parte de mi interés por el proyecto, yo venía de ser uno de los directores de El Chapo. Es otro universo, violento y durísimo que tristemente forma parte de la historia de México. Sin embargo, Falco me daba la oportunidad de tocar el género policiaco y por otro lado trabajar con un protagonista que es un tipo recto, noble y con una vocación. Claro hay casos misteriosos y violentos, pero en ningún momento apela a lo que se hace en otras series.

PLAYBOY: Precisamente hemos visto un surgimiento en este tipo de series, ¿qué es lo que separa a Falco de las demás?

ERNESTO: Creo que necesitamos una variedad de contenidos, la oferta es tan grande y existen diversas plataformas que de pronto tener una propuesta distinta, con un protagonista como Falco, interpretado por Michel Brown (él para mí fue toda una sorpresa, no lo conocía como actor), y descubrir que trabajando juntos podíamos crear un personaje entrañable, rudo, pero a la vez frágil. Creo que ahí radica la diferencia con otras propuestas.

PLAYBOY: Comenzaste con películas y en los últimos años te has centrado más en la producción de series, ¿cuáles prefieres?

ERNESTO: Son distintas, las películas son proyectos personales: mi primera fue Parpados Azules, continué con un documental de Café Tacvba que se llamó Seguir Siendo, una que se llamó Las oscuras primaveras y actualmente Sueño en otro idioma, que sigue en cartelera; repito, son viajes que están muy cercanos a mí. Por otro lado, el mundo de las series —El Chapo fue la primera—, te da la oportunidad de trabajar en otros formatos que te permiten experimentar y estar en un esquema distinto. En el caso de Falco, participé en la creación del showroom de la serie, que tiene que ver con todo el diseño de la serie: cómo se va a ver, cómo se va a escuchar, qué actores van a interpretar a los personajes. Son cosas distintas, las películas son aventuras personales de 100 minutos y aquí hablamos de una especie de película de 15 horas.

PLAYBOY: ¿Cuál crees que fue la escena más difícil de llevar a la pantalla?

ERNESTO: Más que una escena, el reto era traducir lo que estaba plasmado en los guiones a la pantalla, enriqueciéndolos. Además, el privilegio que tuvimos en el elenco nos permitió hacer personajes mucho más fuertes y complejos; te hablo de Michel Brown, pero también está Marina de Tavira, Karina Gidi, Hoze Meléndez, Enrique Arreola, Mauricio García Lozano, entre muchos más compañeros actores; eso nos brindó la oportunidad de llevarlos a otros ámbitos. Otra dificultad es que en las series tienes que trabajar muy rápido, pero en mi caso fue la parte creativa y cómo enganchar al espectador.

PLAYBOY: En el primer capítulo vimos a representantes del teatro mexicano como Úrsula Pruneda, Adrián Vázquez y Mauricio García Lozano, entre otros, ¿fue coincidencia o existe una conexión?

ERNESTO: La directora de casting es Natalia Beristáin, la cineasta, con quien hubo mucha coincidencia en la visualización de los personajes. Creo que es una combinación entre actores de cine y de teatro, está Juan Carlos Colombo por ahí, al igual que Fátima Molina, son muchos actores. A mí me interesaba que todos fueran buenos, aunque hicieran un capítulo nada más, y la invitación era que se divirtieran. Fue increíble la convocatoria.

PLAYBOY: ¿Cuál fue tu primera experiencia con Playboy?

ERNESTO: Te voy a decir una anécdota que va a sonar bien folclórica: la primera fue cuando compré la revista de Elizabeth Aguilar, era la primera actriz mexicana que salía en Playboy, y me las ingenié para ir a comprarla. Ese es mi más lejano recuerdo.