El Percance que se viene a México, nadie lo para
Quienes tienen la bonita costumbre de asistir a conciertos con harta frecuencia, ya conocen el ritual…se apagan las luces, se hace la bulla y suenan los primeros acordes de alguno de los hits de la banda, mientras nos cosquillean las entrañas de la emoción. Así, igualito nos pasó a todos los que disfrutamos del concierto de Percance en el Lunario del Auditorio Nacional la noche del sábado.
El grupo logró un sold out. Foto de Brenda Espinosa.
Su bajista ya es mayor de edad
En esta ocasión, previo al ritual ya descrito, sonaron las mañanitas porque la banda costarricense está cumpliendo la mayoría de edad y su bajista; Mauricio Lucani, festejó un año más de “pura vida” sobre el escenario, dándole tremenda mordida a un pastel que antojaría a los más golosos de sus fans. Luego, comenzó la cuenta regresiva… que al llegar a cero reventaría de lleno con fragorosos gritos, bombo y platillos directo al coro de “El tiempo”, ese “que se pasa lento uo, o”.
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¡Pero cuánta energía tienen estos ticos eh! La banda tocando y viviendo sus rolas “canta grita y salta”. Felices de que, tras doce años de venir a tocar a México; por fin, hicieron sold out en el Lunario. “Así”, levantaron el ánimo del público, y el público levantó las camisetas y la bandera de Costa Rica; y luego ellos la de México, con el logo de Percance a manera de escudo nacional.
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Te hablan, tío Vive Latino
Esteban Ramírez, el vocalista, nos cuenta; entre rolas; cómo es que nunca los han invitado a tocar en un Vive Latino. Y con la mira fija en este objetivo fue que él, junto con el trompetista “Rey Felipe” Sandoval; ambos fundadores de la banda; recién se lanzaron a la aventura de venir a vivir a México. El tradicional grito de “¡Percance, hermano, ya eres mexicano!” y el “¡Sí se puede!” no se dejaron esperar… total, nosotros bien contentos de tener músicos talentosos y “bien vibrosos” en nuestro país.
El cumpleañero. Foto de Brenda Espinosa.
“Sando”, como le dicen de cariño, dejó un momento su trompeta durante la rola de “La Negra”, que “no va a regresar”, para tomar el micro y presentar a sus “maes”; como les dicen allá en Costa Rica a los amigos; y compañeros de banda: Marcos Novoa en la batería, Maurizio Luconi en el bajo, Donny Rivas en las percusiones, Edgar Brenes en los teclados y el acordeón, y Adrián Somarribas en el trombón. Obvio que cada uno se echó un solito sabrosón.
La mudanza a México y los nuevos integrantes
“Gira el mundo” y esta mudanza a México implica también un cambio de alineación en la agrupación. Esteban, vocal, presenta a los nuevos integrantes de la banda: guitarrista, tecladista y bajero; hábiles músicos mexicanos con toda la actitud fiestera que continuarán con el proyecto musical en escenarios aztecas.
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Pero esto aún no acaba, se pone emotivo… Estaban continúa felicitando a sus compañeros de banda por estos 18 años de trayectoria, agradeciéndoles a ellos; a sus “maes” desde “el cole”, que se quedan en Costa Rica, por “traerlos hasta acá… aún sin entender por qué, por cosas de la vida sus caminos se dividen…”. El discurso culminó con la frase: “Percance… hasta el final” … y cuando las lágrimas están a punto de brotar de nuestros ojos, un enjundioso “¡A huevo!” de viva voz de un fan destacado rompe la tensión dramática del momento y suena la rola… sí, adivinaron… “hasta el final”.
Percance se queda en México. Foto de Brenda Espinosa.
Percance se viene a vivir a México como “un acto de rebeldía, de fe y de esperanza”, por qué; como el coro de una de sus rolas canta: “no ha sido fácil, no te miento…”. Y felizmente, ellos, “de este sueño no se quieren despertar”. En hora buena, la banda sigue en nuestro país ¡y que sus canciones “nunca paren de sonar”! Bienvenidos sean hermanos latinoamericanos; con esta riqueza musical de rock fusión, cumbia, murga, ska y reggae que los caracteriza.
