Cuando Instagram moldea el cuerpo de las mujeres
Los patrones de belleza cambian conforme al tiempo y al lugar. Las clases dominantes mayas, para distinguirse del resto, deformaban el cráneo de los recién nacidos con elementos planos y rígidos; las mujeres de clase alta de la dinastía Song vendaban sus pies para evitar que crecieran; y en la época isabelina la piel blanca era símbolo de una clase acomodada que no trabajaba en el exterior, por lo que la realeza maquillaba su rostro con una mezcla tóxica de plomo blanco y vinagre.
Todos somos perfectos
Desde el principio de los tiempos existen patrones de belleza (tanto para ellas como para nosotros) que todos admiramos y buscamos seguir. Pechos, glúteos, narices, labios, barbillas, ojos, pómulos, orejas; parece que cada una las partes de nuestro cuerpo tiene un modelo “perfecto” al cual todos deberíamos aspirar.
Como en todos los aspectos de la vida, nuestra nueva realidad tecnológica lo cambió todo: primero con la manipulación de fotografías, después con Photoshop y ahora con “filtros de belleza”, que desde antes de tomar la fotografía ya se han eliminado todas las “imperfecciones”.
De esta manera, en el mundo digital todo es perfecto, cientos de imágenes crean un ideal de belleza que en muchas ocasiones es inalcanzable y sepultan a las personas que dejan a un lado los filtros.
Vientos cambiantes del bisturí
Parece que en Instagram la perfección es la única fórmula para triunfar, ya sea a través de viajes, comida o el cuerpo, los post que ganan los ansiados corazones jamás deben contener una imperfección.
Cuando el mundo digital no es suficiente, la mesa del quirófano es el siguiente paso. El cuerpo se convierte en una tabula rasa para seguir al pie de la letra las complexiones “ideales”. En esta carrera por moldear, la cirugía estética lo cambió todo al ofrecer opciones con el potencial de corregir y aumentar sin las consecuencias en la salud que antes implicaba un agresivo y peligroso cambio.
Esta obsesión por la perfección indicaría que estamos ante la época dorada de las cirugías plásticas. Aspecto que se ve confirmado con datos de la UNAM, que colocan a México en el tercer país con más intervenciones de este tipo.
Como siempre, el primer lugar es Estados Unidos, país que sigue de cerca los datos de las cirugías y cómo se han modificado en las últimas dos décadas.
Las cirugías plásticas en nuestro vecino han experimentado un aumento constante en los últimos cinco años, todavía no se ha llegado a la cifra del 2000; pero el constante incremento indica que está por superar las 1,901,049 intervenciones que se realizaron a principios del milenio.
A pesar que en la actualidad los números son menores, ciertos procedimientos quirúrgicos han aumentado su frecuencia notablemente. La American Society of Plastic Surgeons reportó que en 2018 las operaciones para remover el exceso de piel (generado por una reducción drástica de peso) han aumentado en ocasiones un 5,000 %, como en el caso de la braquioplastia o el levantamiento de brazos.
Un fenómeno particular que muestran los datos es que muchas de las cirugías que han visto un aumento en los últimos años buscan construir un cuerpo muy parecido al de Kim Kardashian y otras modelos de Instagram similares.
El aumento más evidente es el levantamiento de glúteos que ha incrementado en un 256 % en los últimos años; a esta operación se le suma el clásico aumento y levantamiento de busto, con un 48 % y 108 % más demanda respectivamente, tratamientos de la piel como la dermoabrasión en un 91 %, e incluso el aumento de labios, que ha tenido un incremento del 66 %. Partes que han hecho popular a la líder de las Kardashian.
De esta manera los algoritmos perpetúan una imagen de la belleza donde los labios carnosos, los grandes pechos y glúteos dominan; ideal que entra en la mente de cientos de mujeres que hacen realidad ese mundo digital, en muchos casos por medio del retoque, pero en otros a través del bisturí.
