La Sexoteca de Eugenia: Yo soy esa

Hola, amigos de la Sexoteca de Eugenia. La semana pasada, tuve la oportunidad de sentarme a platicar con un grupo de amigos y amigas, y no pudimos evitar tocar el tema de muchas de las cosas que vimos el día de la marcha del 8M

Hablamos de todo, coincidimos en muchas cosas, y claro que estamos de acuerdo en aquello por lo que se lucha. Pero también es verdad que, en medio de todo ello, se están gestando algunos mensajes que algunas y algunos, desearíamos que no existieran.

Y me refiero a la falsa idea generalizada en algunas chicas, de que todos los hombres violan, todos los hombres matan, todos los hombres son malos.

Y en verdad es que esto no es así. Y creo que tenemos que observar bien lo que la guerra entre los sexos nos puede provocar.

Una de las amigas que estaba en la reunión, dijo palabras muy hermosas, “Yo soy esa mujer que todavía cree en los hombres, Eugenia. Que cree que es posible la convivencia sana entre los sexos. Amo a los hombres, tengo hermanos y sé que también hay hombres buenos, con valores, que aman y respetan a las mujeres”.

Todas las ahí reunidas coincidimos, en que se deben de cuidar los mensajes, sobre todo, por las niñas y niños que vienen detrás. Pues ellos nos están escuchando.

Hombres y mujeres queremos sabernos amados. Ambos, vamos en la búsqueda de ese placer, del amor. Y hoy, te invito a ti que me lees, si es que no eres de los hombres a los que nos referíamos en esa reunión, a que aprendas a ver a las mujeres con una mirada distinta. donde el valor como seres humanos sea el mismo. Pues cuando una mujer se sabe valorada, amada, vista, etcétera, todo su esplendor erótico y afectivo sale a la luz. Y es entonces cuando ambos sexos, hombres y mujeres, ganamos. Obviamente, esto debe ser recíproco en toda relación.

Hacernos la guerra nos aleja del placer. Conocernos y reconocernos como seres igual de valiosos, nos invita a abrir nuestro corazón al otro, y es ahí donde aparece la magia del placer, la magia del amor si es que eso es lo que se persigue.

La guerra nos lleva a la soledad y al resentimiento.

Otra gran verdad, es que las mujeres, en comparación con los hombres, están trabajando mucho más en sí mismas, toman cursos, van a terapia, leen, buscan respuestas. Generando la desventaja de que esos hombres que no trabajan en sí mismos, no saben gestionar sus emociones ni superan su pasado. Lo que lleva a la generación de parejas con conflictos, donde las mujeres ya no están dispuestas a relacionarse con cierto tipo de hombres, que mantienen algunos comportamientos y actitudes que las quieren colocar por debajo, en la escala de valores (actitudes machistas).

No todas las mujeres están en guerra con los hombres. No todos los hombres son agresores. Y juntos, ambos sexos, podemos hacer que el futuro de las relaciones entre nosotros, sea lo que en el fondo ambos deseamos. Un núcleo de amor, placer y paz.

Soy Eugenia Flo, sexóloga sustantiva.

Y recuerda que “el mayor placer, te lo da el saber”