Hablamos con Danny Ocean de reggaetón, política y su pasado Godínez
Cuando Danny Ocean Ocean trabajaba como diseñador gráfico, los clientes lo sacaban de quicio. Después comenzó a recibir videollamadas de Skrillex, hacer escenas de cama en pijama y hasta le recomendó a Maduro escuchar más a los Beatles.
Recién estrenó el sencillo “Cuántas veces” junto a Justin Quiles.
1 Sumas más de dos billones de reproducciones de tu música, pero estás imposibilitado de dar un solo concierto, ¿te frustra esta paradoja?
Depende cómo me tome las redes sociales. Estamos en medio de una pandemia, ¿qué le vamos a hacer? Aunque quiera salir, no se puede. Pero más que frustrarme, trato de tener paciencia. A la vez es cool no poder salir, porque le ponemos pausa a las cosas y el trabajo se vuelve interno. Tiene su lado positivo.
2 Hiciste un video desde tu casa, el de “Báilame”, ¿esta pandemia no te regresó a tus orígenes, a realizar música en la soledad de tu casa con ayuda de tu computadora?
Sí, claro. Aunque nunca he dejado de hacer música desde mi casa. “Báilame” lo filmé con mi amigo y productor. Entre los dos hicimos el video y fue algo bastante cool. Fue muy genuino. Fue una enseñanza, porque ninguno de los dos estábamos muy familiarizados con los videos tan hand made.
3 Además del reggaetón, tienes también una faceta haciendo música electrónica Danny O.C.T. A diferencia de lo que sucede con una banda, en la electrónica suele producirse mucho en solitario, ¿te gusta estar solo?
Disfruto estar solo, sí. Aunque últimamente no he estado tan solo como he querido, aunque sí, estoy reconectando conmigo mismo. En la soledad es donde uno se conoce mejor a sí mismo y encuentra lo que de verdad quiere hacer. Lo resumiría así: el silencio también es parte de la música.
4 Siempre que puedes hablas de amor, aunque tus canciones más exitosas, como “Me rehúso”, parten más bien del dolor.
Bueno (risas), es que el amor siempre trae dolor, amigo mío, esa es la verdad. “Me rehúso” es una canción política, con una fuerte connotación social, pero traducida en amor. “Dime tú” también tiene una connotación política atrás de una historia de amor.
5 Amar es combatir, decía Octavio Paz.
El amor es muchas cosas. Puedes hablar del amor que le tengas a alguien, el que te tengas a ti mismo o el que le tengas a algo. Todos conllevan dolor, melancolía y alegría. El amor es una palabra que contiene muchas otras palabras adentro. Lo más importante es que conlleva esperanza.
6 Se habla mucho de la historia de amor de “Me rehúso”, pero muy poco de su trasfondo político.
Imagínate que tienes que emigrar de tu país por necesidad y no por elección, dejando a una persona atrás. ¡Qué injusto! ¿Por qué tengo que hacerlo? ¿Por qué tengo que irme del lugar de donde soy? “Me rehúso” fue el regalo de San Valentín que le hice a la chica con la que yo estaba. A medida que la escribía, me di cuenta que existía esa realidad política. Pero no soy de los señalan con la mano así que prefería seguir por la línea de la historia romántica de separación, que era la misma que estaban viviendo millones de venezolanos y no solo venezolanos, refugiados en general. ¿Por qué no mostrarle al mundo que hay muchos enamorados separándose por culpa de una situación política? A mí me pareció cool hacerlo.
7 Hay muchas razones por las que pudiera hablarse de Venezuela en el resto del mundo. ¿Te enorgullece cuando se trata de tu música y te entristece cuando se habla de los migrantes por obligación?
No sé, más que hablar de mi música, me interés que mi música llegue adonde tenga que llegar y si el mensaje les sirve, qué bien. Pero sí, el momento que vivimos los venezolanos es muy triste y pues la vida tiene que seguir, hermano. A mí me gusta que mi música conecte con tu parte espiritual. Con “Me rehúso”, como decía, no quería hacer una canción señalando al régimen, sólo quiero cuestionar. ¡Mira a lo que hemos llegado! Tenemos que irnos del país y dejar personas que queremos atrás. No era una canción que dijera: “¡qué bolas que tuvimos que irnos!”, sino “¡qué bolas que tuvimos que dejar gente que queremos atrás!”. No es natural.
8 “Pronto” también tiene una historia detrás: la de una chica a la que veías todos los días camino al trabajo en Venezuela pero nunca te atreviste a hablarle. Quizá si lo hubieras hecho no estaríamos hablando en este momento. ¿Cambiarías todo lo que tienes por haber cruzado palabra con ella?
No (risas), ¡me quedo con la canción, amigo mío! Tampoco sentía un afán por conocerla. Para que conozcas a una persona a la que miras pasar por la calle, el universo tiene que ceder. Si las cosas no son genuinas, no funcionan. La canción cuenta esta historia: yo iba en el carro, atorado en el tráfico, y la chica iba caminando rumbo a la estación del metro, ¿cómo hacía yo para salir de mi camino y sacara a ella del suyo? No tiene sentido. Por eso te digo, el universo hubiera tenido que ceder. Pero a medida que me hice la película en la cabeza, fue que nació la canción.
9 ¿Cómo eran esos días de trabajo de oficina? ¿Te sacaban de quicio los clientes?
¡Uy! Fue vida, amigo mío. No me puedo quejar, fue increíble. Me frustraban los clientes que querían hacer mil cambios, pero también aprendí mucho de mi primera jefa. Ella me enseñó, me encaminó. En vez de decir que tuve una jefa fastidiosa, al contrario, me tuvo mucha paciencia porque yo soy súper terco. Lo que me mataba era estar en un mismo lugar de tal hora a tal hora. No es mi sistema. Al que le guste, lo respeto muchísimo pero yo no. He pasado por muchas cosas, hermano, pero todas esas me hicieron lo que soy y por eso no me arrepiento de nada.
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10 En esos días, escuchabas música camino al trabajo y mientras trabajabas.
¡Componía música mientras trabajaba, hermano!
11 Entonces rompías las reglas, porque dejabas de trabajar para hacer música, pero en ese sentido, seguro escuchabas a Coldplay, a Skrillex o a David Guetta, todos con los que después tuviste la oportunidad de trabajar, ¿quién te voló más la cabeza?
Durante mi primer viaje a Los Ángeles, un amigo me dijo: “vente para el estudio, te voy a presentar a unos productores que se llaman Stargate”. No había caído en cuenta que eran los productores de éxitos masivos, hits de los 90 y los 2000. Llegué al estudio más hermoso que he visto en vida. Un estudio ecológico. Me sienta con ellos, uno se llama Tor (Erik Hermansen) y el otro, Mikkel (S. Eriksen). Me empiezan a contar que les encanta “Me rehúso”, era una de las pocas canciones latinas que ponían ellos en los clubes. Me dijeron: “sabemos que eres muy fan de Coldplay, tenemos aquí una canción inédita y te la vamos a poner, a ver si en los próximos minutos se te ocurre alguna melodía”. Yo no entendía nada, pero soy tan fan que enloquecí. ¡Me crié escuchando Coldplay, hermano! Así que ni estaba escuchando la canción, yo sólo pensaba: ¡qué locura que estoy escuchando una canción de Coldplay que ni siquiera ha salido, para ponerle una melodía! Tres años estaba trabajando en una agencia de publicidad y ahora estoy aquí. Total que regresan ellos y me dicen: ¿pensaste en algo? Yo no había pensado en nada, pero me trajeron un micrófono, empezamos a soltar ideas y así salió la canción.
12 De repente eso se volvió tu cotidianidad, convivir con la gente que admirabas.
En ese mismo viaje a Los Ángeles, me llamó Skrillex por Facetime y me vino a la mente el día que escuché su disco “Bangarang” en Las Mercedes (Venezuela); para mí Skrillex es uno de los padres de la producción moderna. Después nos juntamos como tres veces, sacamos una canción que fue doble platino en Estados Unidos, “Epa Wei”, y eso hasta la fecha, no me lo creo, hermano. ¡No me lo creo! Pero esa es la realidad.
13 ¿Te duele que no sean muchos los chicos en Venezuela que podrán contar historias como las que me estás contando?
Me duele… lo que me duele más es que en mi país no haya industria y de la poca que hay, no existe educación para aprovecharla. Me duele que los artistas pasan por muchos malos ratos y golpes antes de entender cómo se maneja esta industria. No es como en México, en Colombia o en Argentina, que son los países en Latinoamérica en los que hay una industria más fuerte. Lamentablemente, los artistas venezolanos tienen que salir de Venezuela. Pero al final, la crisis siempre trae cosas luminosas.
14 Me llama la atención que mientras mucha gente hace el amor con tu música, en la escena de cama del video de “Pronto” tú y la chica están vestidos.
¡Es la pijamita decente!
15 ¿Tu madre es escritora?
Es diplomática.
16 ¿Y a ti te gusta leer?
Me gustaría poder leer más, la verdad.
17 Pero lo que sí has de hacer mucho es escuchar música, ¿Por qué no me recomiendas algo?
¡Claro, déjame abrir mi Spotify! “Fever”, de Dua Lipa Fever. Me vuelve loco ese tema. Hay una gran amiga a la que amo, de las mejores compositoras que existen, Elena Rose. De ella, recomiendo “La Ducha”. También hay una chica que está emergiendo en República Dominicana, se llama Tokisha. Hace mucho denbow, y acaba de sacar una canción que se llama “Desacato escolar”. No es tan pop, pero está muy fresco y su voz me encanta.
18 ¿Qué tan productivo se puede ser cuando se está enamorado? Porque las mejores canciones parece que nacen del dolor.
Cuando estoy en momentos de dolor, los primeros dos meses no me sale nada. Tengo que esperar a que las aguas se calmen dentro de mí para poder traducir lo que siento en un buen feeling. Pero cuando estoy enamorado quiero hacer música feliz, aunque depende de quién esté enamorado. Al final, estoy enamorado de la música y es difícil que alguien me saque de ahí.
19 Ya que “Me rehúso” tiene un trasfondo político, ¿qué canción le recomendarías escuchar a tu presidente?
Es que no sé cuál es mi presidente. Estamos en una posición en mi país en la que parece que tenemos dos presidentes y ambos les falta escuchar mucha música. Sobre todo canciones que unan.
12 ¿Qué tal “All you need is love”?
De reggaetón, política y la oficina
Sí. Y también “Imagine”.
Escucha “Cuántas veces”, de Danny Ocean aquí.
