Entrevista con Papi: “Los Saicos lo hicimos por diversión”
MonkeyBee Festival es un festival independiente de Rock’n’Roll, Punk, Garage y Psych. El 10 de Diciembre 2022 será su tercera edición en en el Jardín 4 Barrios en Satélite (Calle de Los Purépechas 50, Sta. Cruz Acatlán) y los boletos se pueden conseguir aquí.
En el Cartel se presentarán bandas como Black Lips, Los Diabólicos, Muérete Tú, Gran Fuzz y Papi Saicos (César Castrillón), quien formara parte de la agrupación legendaria de Perú Los Saicos y con quien sostuvimos una extensa entrevista.
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Los Saicos vivieron pocos años en comparación con el legado que dejaron, ¿qué sentimientos te produce eso?
Es difícil de explicar, porque el pasado y el presente se juntaron. He regresado a tocar la música que Los Saicos hicimos durante solamente dos años.
Nunca sentimos que nuestra música trascendería más allá de los límites de nuestro barrio y hasta ahora comprendo que esa música ya no es nuestra, porque millones de personas en el mundo la conocen.
Hay gente que apunta a que fueron Los Saicos y no los Pistols ni los Ramones quienes inventaron el punk y que el punk es latino, ¿qué te genera esta idea?
Me sorprendo, porque lo que yo hacía en 1965 creí que era rock y 40 años después me entero de que era punk.
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En este tiempo, Pancho, Erwin y yo no entendíamos por qué nos ponían como punks, en realidad comenzamos a tocar ocho años o nueve años antes de que los Ramones y los Sex Pistols lo hicieran, entonces no existía un punto de comparación.
Además, consideremos que la música no es la vestimenta. Lo que tú te pones encima o cómo te quieres ver no influye en la creación de la música. Lo más importante son los sentimientos que tienes cuando estás experimentando con algo y quieres transmitirlo.
Nosotros nos vestíamos muy bonito, pero hicimos canciones como “Salvaje” o “El entierro de los gatos” con letras muy poderosas, que no hablaban de amor.
Los Beatles nos habían acostumbrado a ponernos románticos, pero Los Saicos no pensábamos de la misma manera que los Beatles, ni siquiera vivíamos la vida de ellos.
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A nosotros nos gustaba correr autos y tomar cerveza. No había drogas, nos gustaba ir a la playa a correr tablas. En ese tiempo todo era físico, la televisión era en blanco y negro, nosotros teníamos 19 años, así que preferíamos jugar pelota.
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Encima, nosotros hablábamos español y no entendíamos lo que ellos decían. No podíamos emocionarnos cuando escuchábamos una palabra en inglés. La forma como vivíamos no tenía nada qué ver con si éramos o no políticos, aunque tuviéramos un presidente militar, pero a nosotros esa parte no nos pegó, porque como tú dijiste, tuvimos una carrera muy corta, solamente fueron dos años, pero dos años muy bien vividos porque vivíamos las 24 horas juntos
¿De dónde venía la inspiración para hacer canciones?
De todos lados, hasta de los dibujos animados. “El entierro de los gatos” habla de los dibujos animados. Nosotros pagábamos para entrar al cine a verlos. Cementerio habla de esa época. Comenzamos a tomar vino desde los 15 años, le agregábamos Inca Kola para rebajarla, pero quedaba muy fuerte, así que le pusimos “Lija” a ese trago.
Como éramos muy chicos no nos podíamos reunir en una casa, ni en la esquina de un barrio o menos en el parque, porque nos vería la policía. Ahí fue cuando se nos ocurrió hacer la fiesta en un cementerio. Y así nació “Cementerio”.
Cada canción tuvo algo que ver con nuestras vidas. Por ejemplo, “Ana”. Entre nosotros, Pancho era el chico más bonito y nunca tuvo problemas para conseguirse una chica. Ana estaba enamorada de Pancho, pero cuando se enteró de que él estaba saliendo con otra, fue al cuarto de ensayo y le cortó todos los cueros de la batería a Pancho.
Yo me imagino que los Ramones o los Sex Pistols hacían lo mismo con sus canciones.
Lo más ofensivo que hicimos fue no cantar en inglés, porque los chicos que tenían dinero estudiaban en el extranjero, venían con su guitarra eléctrica y tocaban los cóvers de los Beatles y los Rolling Stones.
Los Saicos no, nosotros empezamos el grupo porque queríamos andar siempre juntos. La mamá de Erwin pensó que teníamos talento y nos compró los instrumentos. Como no sabíamos tocar ni afinar, tuvimos que conseguir a alguien que fuera capo en eso.
Había como 20 bandas en el barrio. Frente a mi casa estaban Los Steivos, en la esquina de mi casa al lado derecho estaban unos que se los llevaron a Europa porque vieron que eran talentosos. El barrio era un pequeño Liverpool.
Así conocí a Chino, tenía 17 años y se paraba en la esquina del barrio a tocar con un amigo que le hacía la segunda guitarra. Cantaban boleros mexicanos.
Un día le dije: “Estamos haciendo una banda, ¿no te gustaría ir a hacer bulla con nosotros?”
Me dijo que sí y tocamos la canción más difícil del mundo: “Tan-tan-tan-tan-tan-tan… ¡Tequila!” (Risas) Pasamos como una hora cantándola. Pues era lo única que nos sabíamos.
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El Chino me dijo que se quedaba con nosotros y fue una fortuna, porque él era el que afinaba las guitarras.
¿Cuál es el origen de “Demolición”?
Es un poco raro, porque nunca la consideramos como una canción. Nosotros pensábamos que era como un ejercicio para calentar y le inventamos un montón de letras, porque el ritmo era lo que nos contagiaba para irnos poniendo alegres durante los ensayos.
Sucedió que una chica que nos contrató, quizás ella tenía la misma edad que nosotros, muy guapa y con una tremenda personalidad, fue una vez a vernos a ensayar, escuchó “Demolición” y nos sugirió que la grabáramos.
A partir de ahí, “Demolición” fue la canción que no podíamos dejar de tocar, se convirtió en el himno de Los Saicos.
¿Cómo fue el primer concierto?
Un día llegó un chico que era amigo del hermano de Erwin y nos invitó a que fuéramos a tocar a un sitio. Yo no sabía dónde era ni de qué se trataba, pero fuimos. Apenas llegamos nos dijeron que subiéramos a tocar. Sólo era una canción, así que tocamos la yo creo que fue la canción que convirtió a Los Saicos en Los Saicos: “Come on”.
Cuando terminamos se hizo un silencio absoluto, ni siquiera nos aplaudieron, así que comenzamos a salir del escenario.
En ese momento, las miles de personas que había se pararon y comenzaron a aplaudir. Pero nosotros, como no nos sentíamos artistas, solamente seguimos nuestro camino y nos fuimos.
A la semana nos enteramos que habíamos tocado ante una cadena de comentaristas de radio, televisión y disqueras, así que a partir de ese momento los medios nos conocieron, las canciones comenzaron a sonar en la en la radio y Los Saicos nos convertimos en Los Saicos.
¿Desde siempre la gente se alocaba tanto con Los Saicos?
En aquel tiempo, el público solía escuchar al artista bien sentado y aplaudía solamente si le gustaba, pero con nosotros se despertó una gran energía para hacerlos saltar, gritar y quizás hasta querer romper la butacas.
Ese gusto que el público sentía por nuestra música es lo que nos llevó a que estar juntos durante dos años y grabáramos 12 canciones. Pudimos haber grabado un poco más, pero éramos muy vagos.
Existen muchas teorías acerca del nombre de Los Saicos, ¿cuál es la verdadera?
Siempre hemos dicho que salió de un grito, pero esta es la primera vez que comentaré la verdad. Mi papá iba muy seguido a Cajamarca, un sitio fuera de Lima, y ahí conoció a una persona de apellido Saico.
Así que cuando grité Saico, no mencioné que era un apellido. Lo que había dicho es que simplemente se me había ocurrido la palabra.
Es una gran historia porque no figura entre las teorías de por qué Los Saicos.
Es parte de la leyenda, que la historia se interprete como se interpreta la Biblia.
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¿Qué podrá ver la gente que asiste a tu presentación en México? Seguramente la mayoría de quienes estén ahí ni siquiera habían nacido cuando existían Los Saicos.
Ya que mencionas eso, la primera vez que yo toqué en España me quedé sorprendido de que todos fueran tan jóvenes y que se sabían las canciones. La penúltima que tocamos en vivo siempre es “Ana” y, después, “Demolición”.
Cuando terminé de cantar “Ana”, la banda con la que toco paró y de repente toda la gente empezó a cantar. Y comencé a cantar con ellos, pensé que habíamos terminado con “Ana”, hasta que la banda nos acompañó en un tercer coro.
Quizás pasaron 45 ó 50 años, pero escuchar a los chicos cantando las canciones de Los Saicos fue increíble.
¿Es verdad que Erwin trabajo en la NASA?
Si, era el portero del edificio, aunque él diga que es científico, realmente era el portero (risas). La verdad es que estudió en Estados Unidos y obtuvo ese trabajo en la NASA.
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Te quiero decir algo antes de despedirnos, cuando yo me muera me quiero ir al infierno, ¿sabes por qué? Porque ahí van a estar las conejitas de Playboy.
