NASA confirma existencia de agua en la Luna
Este lunes 26 de octubre se llevó a cabo un descubrimiento histórico: la existencia de agua en la Luna. Concretamente, de grandes reservas de hielo en el satélite en la superficie lunar iluminada por el sol que podrían ser claves a la hora de abordar nuevos y más largos viajes a este satélite natural.
El descubrimiento del Observatorio Estratosférico de Astronomía Infrarroja de la NASA (SOFIA, por sus siglas en inglés) indica que el agua puede estar distribuida por la superficie y que no se limita a lugares fríos y sombreados.
Acorde a los resultados, que aparecen en el último número de la publicación científica Nature Astronomy, las mediciones de esta ubicación revelan la existencia de agua en la Luna en concentraciones de 100 a 412 partes por millón, aproximadamente equivalente a una botella de agua de 12 onzas atrapada en un metro cúbico de suelo lunar.
Como comparación, el desierto del Sahara tiene 100 veces la cantidad de agua que SOFIA detectó en el suelo lunar. Pese a que se trata de una cantidad pequeña, el descubrimiento plantea nuevas preguntas sobre cómo se crea y persiste el agua en la dura superficie lunar sin aire.
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La existencia de agua en la Luna podría ser clave en futuras misiones
Este hallazgo es importante porque, aunque se sospechaba de la existencia de agua, esta observación es inequívoca y habla de agua en una cantidad suficiente para abastecer a los humanos en futuras misiones al satélite. Observaciones anteriores de la superficie de la Luna detectaron alguna forma de hidrógeno, pero no pudieron distinguir entre el agua y su pariente químico cercano, el hidroxilo (OH).
Se trata de depósitos de agua atrapada, pequeñas trampas, que como ha explicado a El Mundo Paul Hayne, investigador de la Universidad de Colorado y autor principal del estudio, están cerca de los polos lunares: “Nuestros resultados muestran que estas microtrampas frías están mucho más extendidas por la región de lo que se pensaba, y por tanto, son más accesibles”.
Casi 40.000 kilómetros cuadrados de zonas que siempre están a la sombra y que podrían albergar estos depósitos de agua congelada y accesible. La existencia de agua en la Luna abre de nuevo las puertas a la imaginación y al futuro viaje al satélite; en palabras de Paul Hertz, director de la División de Astrofísica en la Dirección de Misiones Científicas en la Sede de la NASA en Washington: “Este descubrimiento desafía nuestra comprensión de la superficie lunar y plantea preguntas intrigantes sobre recursos relevantes para la exploración del espacio profundo “.
Los resultados de SOFIA se basan en años de investigaciones previas que examinan la presencia de agua en la Luna. Cuando los astronautas del Apolo regresaron por primera vez de la Luna en 1969, se creía que nuestro satélite natural estaba completamente seco. Misiones orbitales y de impacto durante los últimos 20 años, como el satélite de observación y detección de cráteres lunares de la NASA, confirmaron la presencia de hielo en cráteres permanentemente a la sombra ubicados alrededor de los polos de la Luna.
