Entrevista con el Genio de “Aladdin, el musical”
Aladdin, el musical de Broadway llegó a México el pasado mes de noviembre. El próximo 3 de marzo celebrarán sus primeras 100 representaciones, y con ese motivo, platicamos con Juan Pablo Martínez (Juampi), el actor que da vida a El Genio. Nos habló de todos los miedos a los que se enfrentó cuando le dieron el tan anhelado papel y nos confesó que ni él mismo sabe el secreto de cómo es que la alfombra mágica vuela.
¿Cómo fue tu acercamiento al teatro musical?
Fue hace muchos años, cuando era niño, viendo “El Violinista en el Tejado”, con Pedro Armendáriz, mi abuelita, a quién le gustaba mucho, me llevó. Muchos años después vi las películas “Rent” y “Los Productores” y dije: “wow, este mundo es espectacular”.
¿Y pensabas: “yo quiero estar ahí”?
Pues yo veía a la gente entretener, a la gente que hace teatro callejero, y pensaba que a mí me gustaría entretener también a la gente. Además siempre me ha gustado contar historias y transmitir esas cosas a la gente. Eso fue lo que me hizo hacer teatro musical.
¿Ya habías visto “Aladdin, el musical”?
Ya, la primera vez que fui a Broadway ya había empezado a estudiar teatro, y la primera obra que vi fue “Aladdin”. Ahí fue la primera vez que vi al Genio y dije: “yo quiero hacer eso, ese es el personaje que quiero hacer en mi vida”.
¿Cómo es trabajar con la gente de Disney?
Es increíble, porque Disney es perfecto. No hay lugar para los errores, pues cada aspecto está cuidado minuciosamente. Ha sido un aprendizaje grandísimo. Ver trabajar a estas personas. Ha sido un proceso lleno de magia, profesionalismo y dedicación impresionantes.
¿Te dio miedo o inseguridad el reto de Aladdin?
Claro, nosotros como actores somos los más duros con nosotros mismos. Cuando empezó este proceso y vi la magnitud de personaje que estaba en mis manos, pensé que no iba a poder. Me estaban pidiendo bailar, cantar, brincar por el escenario, hacer trucos de magia.
Pensé que no sólo me estaban sacando de mi zona de confort sino que me estaban pidiendo enaltecer y hacer este personaje de una manera majestuosa. Muchos días me preguntaba si lo podía lograr, pero yo mismo me respondía: “si ellos tuvieron la confianza de entregarte este personaje, pues deja de buscar la aprobación de todos, deja de luchar y empieza a crear”.
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¿Ya estás disfrutando las funciones, ya estás en una “zona de confort” por así decirlo?
Siento que ese momento nunca va a llegar, porque nosotros como actores vivimos tratando de alcanzar la perfección del personaje, entonces nunca va a existir esa zona de confort. Pero dejas de pelear con eso y simplemente te dejas llevar.
Mi momento clave fue más o menos en la quinta función, que ya fue con público real, sentí que el mismo público me empezó a dar calma, alivio y felicidad, porque empecé a engancharme con ellos. Día a día trabajo con la idea de que el público se vaya sintiéndose parte de la historia.
El número más difícil
Billy Elliot dijo que sentía “electricidad” cuando bailaba. ¿Tú qué sientes cuando estás arriba del escenario?
Sin duda “magia”. Saber que estas cambiando vidas. Salir y que la gente, los niños, te digan que lo que hiciste es espectacular, es magia definitivamente.
¿Cualquiera que vea la obra pensaría que el número más difícil de montar fue “Friend like me”, piensas lo mismo?
Yo creo que no, el número más difícil para mí fue “Noches de Arabia”. Es el número de apertura, es el que atrapa al público. Es un número que, a pesar de que es Disney, debe de ser sexy, místico.
Es el primer número que sale de la imaginación del Genio y es el momento para atrapar al público. Es por eso que está lleno de piel, de tentaciones, de fricciones. Para mí es como un número de cabaret para toda la familia.
“Friend like me” es un difícil físicamente, porque hay mucho baile, pero es puro show, y es para lo que yo nací. Definitivamente el más difícil y con el que más me costó hacer clic fue “Noches de Arabia”.
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¿Qué número de la obra de teatro en donde participas es el que más te gusta?
El final de la obra, cuando salgo con la camisa hawaiana y la maleta. Es el último número de complicidad con el público. El Genio corre hacia el proscenio del escenario y abre los brazos, lo relaciono con la escena de “En busca de la felicidad” con Will Smith, en la que Will va caminando entre mucha gente y sabe que por fin consiguió el trabajo y se empieza a aplaudir a sí mismo, siento que en esta escena de Aladdin que te menciono, es lo mismo.
Es cuando Juan Pablo, el actor y el Genio, se unen. Es como el respiro final para todo el mundo, para el Genio, para el público, para los demás personajes. Es muy bonito.
Los cuidados de la voz
¿Y qué número es el que menos te gusta?
No hay números que no me gusten, me gusta toda la obra. Pero hay uno en especial en el que llego físicamente agotado, y es “Tienes alguien en quién confiar” que es cuando el Genio libera a Aladdin y sus amigos de la cárcel. Es complicado porque llego cansado y todavía hay que cantar y bailar. De todos modos, lo disfruto igual
¿Hay algo que te haya sorprendido de esta producción?
A la fecha he tenido la alfombra al lado de mí, con las luces del teatro prendidas y no he logrado descubrir cómo la hacen volar. ¡Es impresionante! Creo que sólo lo saben algunas personas de la producción y Aladdin.
También me sorprendió el elenco con el que trabajo. Hace dos semanas me tocó no estar en escena y me senté entre el público a ver la obra. ¡Me quedé impresionado! Lo que hacía cada uno de ellos era maravilloso, se me caía la baba. Pensé: “no puedo creer que yo soy uno de ellos”. Estoy muy orgulloso de eso.
¿Cómo cuidas tu voz?
Pues tomo clases de canto todas las semanas, y con ello he encontrado una manera sana de colocar mi voz para no lastimarme. Obviamente, duermo bien, descanso mucho, tomo mucho agua, vocalizo antes de cada función, y si siento que estoy un poco lastimado, no fuerzo mi voz. Es cosa de entender tu instrumento y lograr hacer cosas espectaculares sin hacerte daño.
¿Hay algún personaje que te gustaría hacer en teatro musical?
Sin duda, Tevie de El Violinista en el Tejado. Obviamente en alguna edad más madura.
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¿Te gustaría hacer este mismo personaje en otras partes del mundo?
Yo feliz, poder llevar esta historia al mundo, sobretodo al mundo de habla hispana, sería maravilloso. Porque el español lleva un corazón diferente, Aladdin en México se siente con mucho más amor, la gente conecta más.
Obviamente ir a hacerlo en Londres, Nueva York, Alemania, donde sea, yo estaría feliz. Pero sin duda a donde me gustaría ir después de México, es a España.
¿Finalmente, qué piensas de la situación actual del teatro en México?
Pues mira, gracias a Dios, la pandemia aunque trajo muchas desgracias para el teatro también trajo algo muy padre y muy dichoso, que es la unión del gremio teatral en México.
Los productores están haciendo cosas espectaculares invirtiendo su tiempo, su dinero y su pasión. Álex Gou, que trajo “José el soñador”, Juan Torres que va a traer “Te amo, ahora cambia”, etcétera. El gremio teatral está más unido que nunca. Estamos en un muy buen momento para atrapar al público, no soltarlo y decirle: “ven aquí estás bien aquí te vamos a dar amor”.
Para consultar horarios y fechas disponibles de “Aladdin, el musical”, puedes entrar a este link.
