Destinos para el tequila

Es uno de los preferidos en Estados Unidos, sin duda el licor mexicano más reconocido en el mundo, para muchos es el oficial de la fiestas intensas, de las que acaban en anécdotas de las que no todos se sienten orgulloso.

 

Sin embargo, la producción de este elixir es mucho más compleja que eso, una que se apega a viejas tradiciones transmitidas de generación a generación por jimadores, con las técnicas y formas correctas para aprovechar el corazón del agave azul, la piña. Se requiere conocer el momento idóneo para cosecharla usando la coa par despojarlo de sus hojas y el producto puede pesar desde 70 hasta más de 100 kilos. Un proceso que si se realiza demasiado temprano o tarde, deja al fruto sin suficiente carbohidratos para su fermentación.

 

De ahí, las piñas son horneadas para bajar sus azucares y almidones y luego triturada o machacada para extraer su néctar, que a su vez se deja fermentar durante días en contenedores para que se convierta en una infusión llamada mosto. El mosto se destila, una vez para producir tequila ordinario y dos veces para el tequila plateado. El producto se embotella para su venta o se deja añejar en barricas, donde toma el color ámbar que le distingue.

 

 

El añejamiento tiene ciertos requerimientos a los que se le asignan categorías: blanco o plata corresponde a menos de dos meses de añejamiento en contenedores de acero; joven u oro se refiere a una mezcla con colorantes añadidos; reposado se refiere a dos meses mínimos de añejamiento, pero menos de un año; Añejo, más de un año, pero menos de tres; Extra añejo, más de tres.

 

En México contamos con restricciones geográficas para lo que puede ser considerado tequila: sólo puede ser producido en Jalisco y algunas áreas de Tamaulipas o Chihuahua. Su volumen de alcohol debe estar entre el 38 y el 40%, pero se elaboran versiones desde el 30 al 55%. En 2008, el Consejo Regulador del Tequila enlistó 901 marcas, de las cuales 128 están disponibles en el mercado.

 

Vamos con nuestras recomendaciones élite:

 

 

Con más de tres millones de plantas y mil hectáreas de campos de agave, esta casa es la responsable de una las exportaciones más finas de nuestro país: Don Augstín. Su oferta de blanco y añejo, ambos hechos 100% con agave han ganado la medalla de plata del Beverage Tasting Institute de EU (en particular el Reposado, con tres medallas consecutivas del 2004 al 2006). También en esta casa se produce Casco Viejo, la cuarta marca de tequila más importante del mundo.

 

 

Con su suministro de agave surgido en las inmediaciones de un volcán dormido en el Valle del Tequila, lo que más presumen aquí es la paciencia. Aquí esperan entre siete y 10 años para la maduración de la piña y después lo añejan 50% más de lo requerido en barricas de Jack Daniels. El resultado es un tequila único, uno que vale la pena ser degustado.

 

 

Cercano a las costa occidental del país, en las confines de Jalisco, ahí se asienta Rancho Verano, una refinería que se distingue por sus procesos limpios. Su blanco se autodescribe como “inesperadamente fresco”; su Reposado, dejado descansar por 11 meses, es “limpio y nítido”; su añejo, “rico y suave”. En definitiva, los tequilas de esta casa ofrecen un sabor más enfático que la mayoría.

 

 

Dicen que el tequila de este estado sabe un poco diferente, y están en lo correcto. El añejo HDC súper premium es destilado tres veces en recipientes de cobre y luego añejado dos años en barricas de roble francés. El resultado es una sabor realmente único, con diferencias sutiles en cada botella, debido a sus insistencia en usar registro numérico para cada barrica al momento de distribuir.

 

 

Otra opción fiera de Jalisco, esta destilería portan el distinguido honor de producir el primer tequila ultra-premium un producto que, cuando se deja libre en algunos mercados estadounidense. generó una demanda que rápidamente excedió la producción. Hoy por hoy la marca Chicano es considerado uno de las mejores marcas a nivel mundial.