Sillones negros y hermosas hermanastras, ¿La trama en el porno importa?

La que se considera la primera película porno hardcore tiene una trama sencilla: un hombre en un auto ve a dos mujeres caminando a un costado de la ruta, él se ofrece a llevarlas a casa y ellas terminan por aceptar, y en una parada para comer una merienda terminan teniendo sexo desenfrenado.

A Free Ride tan sólo dura nueve minutos y se realizó en 1915; a pesar de que más de cien años nos separan de aquella cinta, de no ser por la ropa interior, el auto y las imágenes en blanco y negro, podríamos pensar que se trata de un video cualquiera de Pornhub.

Cabe destacar que la narrativa nunca fue algo importante, pero ahora está siendo menos sustancial: en el mejor de los casos es la clásica historia del repartidor de pizzas que es seducido por el ama de casa caliente; pero en la mayoría sólo es un compilado de escenas sexuales para que puedan ser presentadas por separado en línea.

 La muerte de la historia

En la década de los setenta, decenas de películas pornográficas fueron proyectadas en diversos cines convencionales de Estados Unidos. El mejor ejemplo fue Deep Throat (1972), que se convirtió en la cinta para adultos más exitosa de la historia gracias a su original historia y distribución.

Fue un tiempo donde el porno fue aceptado por el público general gracias a que las escenas explícitas se desarrollaban alrededor de una historia. La censura acabó con esta breve edad de oro, y con ella una creatividad que jamás se recuperaría.

En la edad de oro la historia separaba a las cintas de las demás, pero al ser prohibidas no había motivo por el cual continuar con las narrativas. El porno se redujo en tiempo y las tramas se simplificaron para complacer al único público que buscaba a las cintas a pesar de la censura.

Con el tiempo, las leyes se hicieron más laxas, pero la falta de trama se mantuvo. Las historias sólo eran preámbulos al acto sexual, tan parecidas a las otras que eran prescindibles. Al parecer la única forma que triunfó  (y se mantuvo) fueron las parodias, un fenómeno que se mantiene y nos brinda más una mezcla entre la comedia y el erotismo.

La trama, ¿la clave del éxito?

El nacimiento del porno gratuito fue el último clavo en el ataúd de las tramas, con videos de diez minutos al alcance de cualquiera, lo menos importante era una historia. Por si fuera poco, los estudios comenzaron a perder grandes cantidades de dinero y destinar recursos una narrativa se convirtió en una pérdida de capital.

Curiosamente, parece que en este mundo donde todo el porno tiene la misma historia y en el que sólo importan las escenas sexuales, los videos que triunfan son los que presentan una idea original: hace algunos años se hicieron famosos los videos de casting, donde supuestamente un hombre se hacía pasar por un productor porno para tener sexo con hermosas chicas, una idea que no se había visto y que daba luz sobre la industria; igualmente la popularidad del porno amateur parece mostrar un hartazgo con las historias convencionales y Mia Khalifa alcanzó su fama gracias a que en un video utilizó un hijab, algo nunca antes visto.

Los estudios buscan urgentemente los medios para sobrevivir en una realidad que aceptó la idea del porno gratuito, puede ser que la clave de su supervivencia se encuentre en el origen del género mismo.