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Pornhub, o cómo destruyó el porno para hacerlo gratuito

Por: Iván Montejo 18 Sep 2018
Uno de los sitios de Internet más visitados en el mundo; pero el origen de Pornhub cambió a toda la industria porno e incluso casi la destruye
Pornhub, o cómo destruyó el porno para hacerlo gratuito

Fabian Thylmann hizo el trabajo de Prometeo, quien robó el fuego a los dioses para dárselo a los hombres, al derribar las barreras que contenían al porno tras una pantalla de pago. En el mito griego el titán sufre un horrible castigo por su osadía, pero en la vida real, la inversión de Thylmann lo convirtió en uno de los hombres más ricos del mundo.

El invento que lo cambió todo fue Pornhub, Thylmann tenía el sueño de hacer llegar el porno a todo el mundo, crear el YouTube de la industria para adultos. Para alcanzar su objetivo compró una compañía llamada Interhub, que sentó las bases para crear el nuevo sito.

En una entrevista para Joe Rogan, Jon Ronson, periodista y comediante estadounidense, narró la historia de cómo Thylmann cambió por completo la industria gracias a su página y el en proceso destruyó buena parte de la misma.

Una tormenta única

El objetivo de Pornhub era único: ofrecer una página para que usuarios de todas partes del globo subieran videos pornográficos sin importar que no fueran los propietarios de los derechos de distribución.

Era una ventana que permitía a las personas compartir videos pirateados de otros sitios sin ninguna consecuencia. Los grandes productores de inmediato mostraron su preocupación ante el robo de su contenido y en varias ocasiones presentaron quejas ante Pornhub, que aceptaba su error y bajaba el video en cuestión. Sin embargo, el flujo de pornografía era tal que no se podía competir, mientras se bajaba un video ya se habían subido diez similares. La caja de pandora se acababa de abrir.

Thylmann siempre presentó a su empresa como un conglomerado de tecnología, que en ningún momento participaba en la producción de películas pornográficas. Este hecho le abrió puertas a las que pocos tenían acceso; los bancos en muchas ocasiones niegan su servicio a la industria para evitar ser relacionados con industrias que tengan una opinión pública negativa (como en el caso del porno), lo que es llamado riesgo reputacional. Debido a que Thylmann se presentó como un creador de tecnología, obtuvo un préstamo por 362 millones de dólares, dinero que cambió para siempre la industria.

La conquista de la tierra prometida

Con el dinero creó una red de pornografía y compró a sus mayores competidores (YouPorn y RedTube); por si fuera poco, agregó a sus filas sitios que generaban su propio contenido y cobraban para mostrarlo.

Ante el crecimiento del porno gratuito la industria cayó en una crisis. A diferencia de otras creaciones, pocas películas porno tienen una esencia que las separe de las demás, y existe un objetivo claro ante todo el que consume cada video. La calidad y la duración pasa a un segundo plano lo que hace que menos personas estén dispuestas a pagar por un video que es gratis en otros sitios.

Una red sin consecuencias y una industria con estragos

Thylmann ofreció un servicio donde las personas podían subir contenido pirata, él siempre ha negado que subió un contenido robado y se ha mostrado abierto a eliminar cualquier video que sea acusado de ser pirateado, pero con el flujo de videos que se sube es una misión casi imposible regular todo y en muchas ocasiones la lucha no vale la pena.

Jon Ronson, ante esta postura, asegura que las personas que se dedican a crear innovaciones tecnológicas han creado una burbuja amoral a su alrededor. Los grandes, como Uber, Amazon y Pornhub, se refugian en vacíos en la ley para operar sin consecuencias y acaparar el mayor mercado posible: los usuarios son los que piratean, no es Pornhub, y los conductores son los que realizan malas prácticas, no Uber.

En el mundo real, las ganancias de la industria porno se desplomaron en un instante. Todo el dinero que se distribuía entre los productores sólo llegó a los bolsillos de Thylmann y los estudios tuvieron que modificar su modelo para intentar sobrevivir.

Ahora el contenido se maneja a partir de las palabras más buscadas, y una industria donde el contenido sólo se basa en términos como “MILF” y “Teen”  hace a un lado a miles de mujeres de mediana edad que son rechazadas por ser demasiado jóvenes para ser madres sexys y demasiado grandes para ser adolescentes.

Thylmann  se defiende asegurando que alguien más lo hubiera hecho si él no hubiera fundado Pornhub, ¿evolución natural del Internet o una industria que se dejó morir por ser un tema tabú?

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