El erotismo abandonó su escondite: La Edad de Oro del porno
Se oculta en las sombras, las amas de casa hacen todo lo posible para evitar que llegue a los ojos de sus hijos; pero los esfuerzos son insuficientes, las formas para encontrarlo son múltiples y cualquier celular sirve para visitar el mundo erótico. El porno ha sufrido una serie de leyes y prohibiciones para esconderlo; no obstante, en una época fue visto en los cines comerciales por cualquier adulto que buscara conocer más sobre su sexualidad.
Se trata de la llamada Edad de oro del porno. Durante la década de los setenta, decenas de películas con escenas sexuales explícitas fueron proyectadas en los cines estadounidenses. Se trataba de un diferente tipo de arte erótico, que dejó de enfocarse en las relaciones para desarrollar historias coherentes y dignas de una crítica fílmica.
Los primeros pasos
La aceptación no fue sencilla, este tipo de películas por mucho tiempo estuvieron prohibidas, los actores usaban máscaras o bigotes falsos para ocultar su identidad y la mayoría de las cintas eran destruidas después de su exhibición en un burdel o en un hogar privado. La liberación que significó la década de los sesenta permitió el desarrollo de una reducida industria pornográfica que a la larga sería el motor de aquella época iluminada.
El camino para llegar a la Edad de oro del porno fue abierto por Andy Warhol con Blue Movie en 1969, la primera película pornográfica en ser proyectada en cines comerciales. La cinta no tenía una trama, lo único que se le parecía era un corto diálogo sobre la Guerra de Vietnam; cuando se le preguntó a su creador sobre esta ausencia, comentó que los guiones le aburrían y era mucho más importante no saber lo que iba a pasar. Warhol añadió que esta particularidad hacía que la cinta pudiera ser vista una infinidad de veces sin ser repetitiva, a diferencia de las películas que tienen una historia y conoces el final después de la primera vez.
Las proyecciones en el New Andy Warhol Garrick Theatre fueron interrumpidas por la policía, quien arrestó al personal y multó al establecimiento. La crítica del artista no se hizo esperar y defendió que eran necesarias las películas que excitaran a las personas. A pesar de los esfuerzos por acabar con estas expresiones, Blue Movie fue la primera de un movimiento que nadie esperaba.
Nace la Edad de oro del porno
Un año después, Mona: The Virgin Nymph siguió el camino inaugurado por Warhol. A diferencia de su predecesora, esta cinta tenía una trama que se enfocaba en los intentos de una chica por llegar virgen al matrimonio en un mundo de tentaciones y libertades sexuales. Se estima que la película recaudó 2 millones de dólares, lo que la convirtió en un éxito en taquillas.
En diciembre de 1971 se estrenó Boys in the Sand, se trataba de una película erótica más que una pornográfica, pero la forma en que mostraba con naturalidad las relaciones y cultura gay hicieron que la aceptación en la industria fílmica se potenciara y la Edad de oro continuara. Su éxito fue tal, que la revista Variety escribió una reseña sobre la novedosa cinta.
Estos éxitos en taquilla resultan cortos cuando se mira a la película pornográfica más exitosa de todos los tiempos: en tan sólo seis días alcanzó la cifra de 3 millones de dólares y se convirtió en un fenómeno cultural que fue bautizado por el The New York Times como “porno chic”. El término se refería al público que atraía, que se trataba de celebridades, políticos, críticos, hombres de negocios, mujeres solas y parejas. La época dorada estaba en pleno auge y el porno había dejado de ser un secreto sucio.
Escrita y dirigida por Gerard Damiano en 1972, Deep Throat marcó a toda una generación, mostraba la extraña historia de una mujer con un defecto de nacimiento: su clítoris se encontraba en el fondo de su garganta, particularidad que la convierte en una maestra del sexo oral. Los creadores aseguraron que la historia de Linda Lovelace recaudó 600 millones de dólares, aunque únicamente se ha confirmado que ganó entre 30 y 50 millones. Dejando las cifras a un lado, no cabe duda que se trata del punto más alto de una industria que no ha podido replicar este éxito.
Al éxito de Deep Throat se le sumó Behind the Green Door, donde una mujer es secuestrada para protagonizar numerosos actos sexuales en un escenario. No obstante, la película que se llevó todas las palmas de la época fue The Devil in Miss Jones, dirigida y escrita por el mismo Damiano.
La historia, que se convirtió en una de las más taquilleras de 1973, mostró a Justine Jones, una desesperada mujer que tras suicidarse, debe “ganarse” su lugar en el infierno convirtiéndose en la encarnación de la lujuria. Las críticas compararon la cinta con obras de Jean-Paul Sartre y aseguraron que con el título el porno se estaba convirtiendo en una forma de arte.
El triunfo de la “moral”
Fue una edad de oro donde cualquier adulto podía experimentar su sexualidad de una manera completamente novedosa y libremente. Sin embargo, esta reducida primavera finalizó con una decisión de la Suprema Corte en 1973, que cambió la definición de “obscenidad” de “sin ningún valor social” a ausencia de “valor literario, artístico, político o científico”. En principio, el cambio era una protección para el nuevo cine porno, pero también les daba a las comunidades el criterio para juzgar qué tenía “valor”. Razón por la cual, una serie de jueces locales calificaron que las cintas no tenían ninguna característica artística y prohibieron su distribución.
Las películas dejaron las grandes salas de cine y con la prohibición se fue reduciendo el interés por crear historias con actos sexuales explícitos. Si bien hubo intentos por cumplir con el valor “artístico”, como en una versión pornográfica de Alicia en el País de las Maravillas, los esfuerzos ya no valían la pena, escribir una historia y crear escenarios costaba dinero que no iban a ser capaces de recuperar.
Nuevas tecnologías, como el VHS y el DVD, mantuvieron a la industria a flote y la convirtieron en una de las más poderosas en el mundo. Las leyes le quitaron en su mayoría el lado artístico, pero con el Internet estamos experimentando una nueva edad de oro del porno, más incluyente y que responde a todas las pasiones y gustos.
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