Sally Rand: la mujer que inventó el erotismo
El erotismo va más allá de la sensualidad y el sexo, incluye una serie de actos y conexiones que no necesariamente son explícitas. En muchas ocasiones contiene un elemento sutil que aparenta ser inocente, pero en el fondo es íntimo y busca crear una atracción. El erotismo ha florecido en el arte, pero una mujer en la década de los treinta lo encarnó por primera vez: su nombre fue Sally Rand.
Comenzó su carrera en los escenarios como corista en un club de Kansas City, ahí descubrió su pasión por las artes escénicas, estudió ballet y drama en la misma ciudad, lo que la llevó a trabajar por un corto tiempo en Hollywood. Su talento abarcaba un mundo de actos e incluso colaboró como acróbata en el renombrado circo Ringling Brothers. Al poco tiempo se dio cuenta que su camino iba más allá del equilibrio y se mudó a Chicago para continuar su carrera en los clubs nocturnos.
Su carrera en el cine mudo la popularizó como bailarina y actuó en diversos recintos de la Ciudad de los Vientos. Fue ahí donde ideó uno de sus actos más influyentes. Al poco tiempo de llegar vio en una tienda unas enormes plumas de avestruz que únicamente acumulaban polvo. Pensó que tenía el tamaño perfecto para cubrir el cuerpo de una mujer, además que los movimientos evocarían el elegante vuelo de un ave. La idea fue perfecta, compró las plumas en crédito, esperaba pagarlas con su nuevo acto.
Era 1933 y la ciudad preparaba el mejor escenario para que Sally Rand le mostrara al mundo su erotismo. Se trataba de la Feria Mundial, los organizadores tenían la intensión de opacar la extraña torre construida en la anterior edición en Francia, por lo que se aceptaron numerosos actos.
Según la leyenda inglesa, Lady Godiva cabalgó desnuda por las calles de Coventry para salvar al pueblo de los abusivos tributos impuestos por su esposo. Como esa mítica dama, Sally Rand cabalgó desnuda por las calles de Chicago, en esta ocasión el objetivo era captar la atención de los citadinos, de revivir el erotismo asesinado por la moral.
La réplica de la leyenda únicamente fue el primer acto, su danza con plumas al rito de ‘Claro de luna’ tentaba a los afortunados asistentes; de una manera similar seducía a sus espectadores con una enorme burbuja e incluso fue la primera mujer en portar un body painting, cuando Max Factor presentó su maquillaje creado para Hollywood.
La Feria Internacional la convirtió en una leyenda, fue invitada a numerosas políticas; su acto se volvió un referente cultural del cual incluso se hicieron caricaturas. A pesar del paso de las décadas, no dejó los escenarios hasta el momento de su muerte. Su talento iba más allá de los reflectores, obtuvo una licenciatura y fue una activista social que habló constantemente a favor de las fuerzas republicanas durante la Guerra Civil Española.
Sally Rand logró retomar los bailes sexuales y convertirlos en un arte erótico, su cuerpo por un momento le dio nueva vida a lo enterrado por el recato. Al igual que Lady Godiva con su cabalgata desnuda, salvó a una generación, en el pasado fue de los impuestos y en su presente de la moral reaccionaria.
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