¿Rebeca Linares? ¿Mujer Luna Bella? La diferencia del porno entre países
En Estados Unidos es lesbiana, en México es mexicana, en India: esposa india, y en Brasil es Overwatch… Las palabras más buscadas en Pornhub son una clara muestra que los intereses varían entre los países, para algunos lo importante es consumir lo nacional y para otros es mejor una animación sexual.
La particularidad de los intereses hace que los mercados varíen y la industria pornográfica se adapta a sus consumidores. Al igual que en otros medios, la oferta está inundada por los trabajos estadounidenses que nos muestran un mundo lleno de producción y efectos que crean situaciones idílicas; pero no todo el porno es así y existen distintos tipos de contenido erótico.
Estados Unidos
El titán de la industria que, según estimaciones, genera el 89 % de la pornografía del mundo. Los paralelos de este monstruo con Hollywood muestran que responden al mismo público: los grandes pechos e interminables gemidos evocan a las múltiples explosiones de Michael Bay, los exagerados gemidos y los esculturales cuerpos son comparables a los costosos efectos especiales y las innumerables parodias nos recuerdan a todos los refritos de películas clásicas.
Los paralelismos no terminan ahí, no todo el cine de Hollywood es malo, y el porno no es la excepción: se conoce como la Edad de Oro del porno a un periodo de 15 años, en los que las películas eróticas invadieron las salas de cine, recibiendo reconocimiento por la crítica y el público.
Japón
Gemidos que parecen llantos, genitales censurados y animaciones sexuales, mejor conocidas como hentai, la pornografía japonesa para el mundo fuera de las islas asiáticas es extraño, pero a la vez fascinante.
Lo que separa al erotismo japonés del resto del mundo son los particulares gustos que generan cientos de películas y animaciones. Omorashi es el nombre que reciben los videos que muestran a protagonistas con vejigas llenas o mojando sus pantalones; Gokkun muestra a una mujer bebiendo semen de un recipiente y existe una fascinación por las relaciones sexuales entre hermosas chicas y monstruos con tentáculos.
Por si fuera poco, los medios para consumir la pornografía son infinitos, van desde las clásicas películas hasta animaciones y videojuegos conocidos como Eroge.
España
El orgullo de los españoles por su nación se puede observar claramente en sus películas y series, donde parece que tienen que traducir cada expresión (e incluso nombres de personajes) y exagerar los acentos. En la industria pornográfica esto no cambia: follar, polla, coño, perolas y echar un polvo, son más que distintas formas de nombrar al sexo o los órganos protagonistas. El amor por la madre patria florece y los gritos tienen que ser lo más españoles posibles.
Los escenarios también son importantes, en muchas ocasiones no son suficientes las características voces o los actores en las calles de Madrid, Sevilla y Barcelona para protagonizar escenas en público. La persecución de la policía nunca es suficiente y constantemente surgen escándalos por este tipo de grabaciones, ¡un polvo por la madre patria!
México
Fuimos colonia española y la manzana no podía caer tan lejos del árbol. No es extraño que la palabra más buscada en Pornhub sea mexicana, el amor por nuestro país se manifiesta con los múltiples videos amateurs que constantemente reciben millones de vistas. “La edecán de Telcel”, “Lady Oxxo” y las múltiples “secretarias”, hay para todos los gustos y parece que entre más pixeleada esté la imagen, mejor. Por supuesto, el fenómeno no nació con el Internet, los puestos de películas tienen la aclamada franquicia “Moteles de Tlalpan”, que probablemente rivaliza con Avengers en ganancias.
Por otro lado, también tenemos nuestro hentai mexicano en el clásico Libro Vaquero, que por años nos ha presentado las historias sexuales de valientes hombres que se enfrentan a los más terribles peligros con tal de rescatar a una exuberante damisela.
Una nueva forma de conocer las nacionalidades, la industria pornográfica se convierte en el reflejo de nuestros intereses y, por supuesto, necesidades.
