Lena Söderberg, la Playmate que inspiró la tecnología que hoy usamos
Lena Söderberg (antes de casarse Lena Sjööblom) llegó a Estados Unidos a una corta edad, su belleza sorprendió a todo el que la veía y en 1972 le ofrecieron una oferta que no podía rechazar: posar para Playboy. El pictorial fue llamado “Swedish Accent”, haciendo referencia a su país de origen y sus cinco fotografías se convirtieron en el sueño europeo de todo hombre. Su aventura en el Nuevo Mundo fue corta y tan sólo cinco años después regresó a Suecia para trabajar como una administrativa en la agencia estatal de licor.
Problemas digitales
Sus fotos se habrían quedado en la revista de no ser por unos investigadores en Los Ángeles. En la Universidad del Sur de California se estaba haciendo todo lo posible para transformar fotografías impresas en formatos electrónicos. Después de varios esfuerzos se logró crear el primer escáner que podía convertir las imágenes en ceros y unos, en su tiempo costó la fortuna de 250 mil dólares.
Buena parte del dinero que ayudó a crear el escáner vino del ejército, por lo que las primeras imágenes que se digitalizaron fueron fotografías aéreas, texturas y granos. Eran imágenes con pocos detalles, pero los investigadores querían dar un paso más: buscaban inmortalizar un rostro humano.
Una improbable musa
Peter Nowak, en su libro Sex, Bombs and Burgers, cita a Alexander Sawchuk, quien participó en el desarrollo de la tecnología, y recuerda que para realizar el experimento compraron la Playboy más reciente, la seleccionaron debido a que era de las pocas revistas que tenían múltiples fotografías a color de calidad. Una fotografía de Söderberg fue la elegida, se trataba de un retrato donde la modelo veía a la cámara por encima del hombro y usaba un sombrero de la época. En poco tiempo la imagen se convirtió en uno de los símbolos más emblemáticos de la era digital.
En el tiempo se estaban realizando los primeros experimentos que darían origen al Internet y una de las primeras imágenes que se compartieron fue el retrato de Söderberg. El medio estaba inundado de fotografías aburridas, por lo que una hermosa mujer desnuda resaltaba de entre las demás y al poco tiempo se comenzó a llamar al retrato como “La Lena”.
La fotografía de Lena Söderberg se convirtió en la más utilizada en la historia, no sólo era compartida para apreciar su belleza, también era empleada como una imagen de muestra para probar el procesamiento y compresión digital de imágenes. El fondo, colores y texturas era perfecto para cumplir con la meta, y era mucho mejor tomando en cuenta la musa en cuestión.
La revelación
El origen de la imagen se mantuvo oculto hasta que en 1991 la revista científica Optical Engineering la utilizó como portada. Los editores de la revista se enteraron de la raíz de la fotografía cuando recibieron una carta de Playboy donde les mencionaron que en el futuro les pidieran permiso para utilizar una de sus fotografías.
Este hecho provocó una controversia y con el tiempo se dejó de utilizar a “La Lena” como una imagen de muestra. Sin embargo, Lena Söderberg volvió a cobrar relevancia y fue la invitada de honor en la quincuagésima reunión del Society for Imaging Science and Technology (IS&T).
La “Mona Lisa digital” era real y cientos no podían creer que detrás de ese mítico retrato se encontraba una mujer de carne y hueso. Söderberg también tuvo la misma sorpresa que los asistentes al congreso, no tenía idea que su pequeña aventura en Playboy la había convertido en la reina del Internet.
