¿Cómo impacta la primavera en el deseo sexual?

Se dice que la primavera es sinónimo de deseo sexual. Si alguna vez has escuchado la expresión “la primavera altera la sangre”, es probable que lo hayas asociado inmediatamente con un aumento en el deseo sexual. No es simplemente un malentendido o pensamientos impuros, sino que este dicho refleja precisamente esa realidad.

Con la llegada de la primavera, el entorno experimenta cambios notables: las horas de luz aumentan y las temperaturas se tornan más cálidas. Estos cambios ejercen un impacto más profundo del que solemos percibir inicialmente, afectando nuestras hormonas y neurotransmisores de maneras diversas, lo que puede conducir a una sensación de mayor felicidad o, por el contrario, desajustes emocionales.

El efecto de la primavera en las hormonas

Nancy Sánchez, especialista en Psicología Clínica con enfoque en Lesiones Cerebrales, confirma este fenómeno: “La luz incide en la producción de serotonina y suprime la melatonina, que son hormonas cruciales en la regulación de los ciclos de sueño, el nivel de energía y el estado de ánimo”.

Sin embargo, los cambios no se limitan a nivel hormonal; las hormonas vinculadas a la atracción sexual también experimentan alteraciones. La primavera favorece la secreción de feromonas, oxitocina, dopamina y noradrenalina, generando un impulso adicional hacia actividades placenteras. Por lo que la primavera nos invita a reír más, compartir tiempo con nuestros seres queridos, ser más generosos y, por supuesto, a disfrutar de una mayor actividad sexual.

El calor puede ser tu amigo y enemigo

No obstante, es importante señalar que en épocas de calor extremo como en el verano, este impulso puede verse mitigado. “Las altas temperaturas pueden generar tensiones que se traducen en irritabilidad y, obviamente, en una disminución del deseo sexual”, advierte la especialista.

En tales circunstancias, es crucial no obsesionarse, ya que algunas personas pueden experimentar angustia, trastornos del sueño, pérdida de apetito y disminución del libido, siendo algo normal.

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Para aprovechar al máximo este aumento de energía y deseo sexual que trae consigo la primavera, es importante seguir ciertos consejos prácticos.

“El descanso es fundamental y también mantener una buena temperatura ambiente. La hidratación es otro punto a considerar, así como consumir alimentos ricos en vitaminas B y D”, aconseja Nancy.

Sabemos que en verano el calor puede ser sofocante, pero la primavera ofrece otro panorama. El calor puede ayudar a mejorar la química sexual al intensificar los olores a través del sudor y si a ello, sumamos el uso de ropa ligera, el resultado es una libido elevada.

Así que aprovecha esta temporada, los viajes, las vacaciones y cualquier opción que estimule tu aptito sexual y e de tu pareja.