Christian Nodal, al Auditorio (y la vez que platicamos de hip hop, ansiedad y sus uñas)

 Gran Sur: un homenaje al sonido, la cultura y el desamor mexicano

El video de “Adiós amor” rebasa los 970 millones de reproducciones. Eso equivale casi al mismo número de borracheras en las que ha sonado, ¿tú qué amenizas las tuyas?
Mis fiestas son muy locochonas. Se escucha de todo. Hay rock, pop, country, rap, jazz, reggaetón o regional mexicano. Me gusta la música en inglés y en español.

También hablas mucho de alcohol en tus canciones, ¿te basas en la realidad o en la ficción?
Pura ficción (ríe). Es que al público del regional mexicano le gusta mucho emborracharse.

Pero debe haber alguna que te llegue mucho.
Me gusta mucho la música de Linkin Park cuando me estoy echando mis tragos.

La historia del vocalista Chester Bennington es trágica. ¿A ti qué te mantiene con los pies en la tierra?
No dejo de ser humano, de sentir. La gente cree porque eres famoso lo que te dice no te hiere, pero a mí ni la fama ni el dinero me cambiaron en nada. Vengo de un lugar humilde y si el día de mañana me quitan todo lo que tengo, sé dónde empezar a buscar chamba. Si no fuera famoso, igual me dedicaría a la música, porque mí no me hace el dinero. Me hace el amor al arte y si me va bien, eso ya un extra. Pero no me baso en números.

¿Por qué eres tan público con tus redes sociales?
Por la generación a la que pertenezco, quizá. Así crecí. Todos traemos ese chip.

Al final, siempre acabas siendo Trending Topic junto a tu novia.
Te juro que ya me da hueva. Ya nada más digo, ¿ahora qué chingados inventaron?

¿Te atormenta que la gente esté más pendiente de lo que subes a Instagram, que de lo que subes a Spotify?
Es que casi nunca subo nada a Spotify. Así que cuando lo hago, tiene mucho impacto. Sé que que tengo que anunciar mi nueva música, pero no me sale estar spameando: “vayan a escuchar mi música, vayan a escuchar mi música”. La dejo ahí para que la disfruten cuando quieran.

¿Entonces nunca revisas tus propias cifras?
No, que sea lo que papá Dios quiera. La gente es quién decide qué pasa conmigo. Nunca veo números. Me doy cuenta de su una canción funciona porque la corean en los conciertos. Si me basara en las plataformas, me enfermaría de preocupación.

Volviendo al tema del alcohol, existen reportes que aseguran que durante la cuarentena, bebimos más…
¿Tú crees eso? (interrumpe) Yo no, carnal. A mí, antes me gusto mucho y ahora hasta le perdí el placer porque no podemos hacer reuniones. No sé cómo se comporte México en su totalidad, pero a mí se me antoja menos.

El punto es: ¿cuál es tu ambiente ideal para escribir una canción?
Escribir canciones es como desnudarme, como quitarme la ropa. Por eso tengo que estar solo. No tiene que haber nadie que me critique o que diga “esta idea no me parece”. De preferencia, escribo con la luz tenue, con mi guitarra, un traguito y mi cuadernito a la mano. Nunca compongo sobrio. Tienen que estar los sentimientos a flor de piel. Si no estoy triste o no me cuentan una historia o me inspiro en una película, no puedo componer.

Eso lo dicen muchos escritores. De la tragedia, sale la genialidad y en el regional parece que entre más dolor hay en la canción, más arriba se va en las listas. Pero tú ahorita estás muy enamorado.
La gente cree que mis canciones me pasaron a mí. No es así. Si mi género fuera hablar de fiestas y de carros, hablaría de fiestas y de carros. Pero mi género es de borrachera y de gente dolida, así que tengo que componer sobre alguien “agüitado” que está tomando. Y tampoco soy bueno componiendo canciones románticas, así que nunca se verá reflejado el amor en lo que hago.

Tienes una canción que se llama “Amor tóxico”, ¿qué es para ti una relación tóxica?
En una en la que hay golpes ni siquiera creo que sea tan tóxica. Es todavía peor. Para mí, el amor tóxico es cuando los dos se celan demasiado y se revisan el celular. Cuando se la pasan preguntándose: “¿quién te escribió? ¿por qué vas a salir?”. Cuando ya se sienten dueños de la otra persona, eso es ser tóxicos.

Hay quienes piensan que hacerse un tatuaje de tu pareja ya es tóxico.
Nah. Si te pongo una pistola para que tatúes, sí es tóxico. Pero si lo haces porque te da la gana hacértelo, está bien.

Recién estrenaste la segunda parte de “AYAYAY”, pero será el primero que no puedas tocar en vivo. ¿Extrañas el sudor de los bailes?
Sí, así como hay quienes desayunan cereal o su huevito en las mañanas, para mí eso es mi cena de cada fin de semana: un público de miles de personas. Me acostumbré a andar de arriba para abajo. Como sufro de ansiedad, me aliviana sacar tanta energía contenida. Ayer tuve una muy mala noche, por ejemplo.

¿A ti qué artistas te gustaba ver en vivo?
Nunca fui a muchos conciertos, la neta.

¿A quién te hubiera gustado?
Juan Gabriel, José Alfredo Jiménez… ¡A Linkin Park! El otro día estaba en el carro platicando con mi novia y le dije: “¿te imaginas haber ido a un concierto de Linkin Park?”. También a Mac Miller, Lil Peep o Ariel Camacho, que mí fue mi súper ídolo del regional.

Chester, Mac y Lil son personas que se suicidaron muy jóvenes, ¿qué es lo que a ti te ata a la vida?
Mantenerme apartado de un mundo que sé que es falso. No me junto con nadie que me diga: “¡guau, eres Christian Nodal!”, sino con quienes me dicen: “eres Christian, mi compa”. Tengo muy poquitos amigos. Eso evita que personas que me contaminan entren en mi círculo.

Hubo un tiempo en que el regional mexicano ponderaba al típico macho mexicano. Tú, en cambio, te pintas las uñas. ¿Estás en pro de las nuevas masculinidades?
Ni siquiera creo que sean tan nuevas. Yo no tengo ese tipo de conflictos. Yo me pongo o me quito cosas y sigo siendo la misma personas. No soy el cantante de regional que “debería” ser, porque a mí me gusta rock. Vi a mis ídolos pintarse la uñas y por eso me las pinto yo también. No me importa que digan que es algo femenino. Al chile, no tengo miedo a mostrarme cómo soy. Prefiero que me odien por ser como soy a que me amen por esconderlo.

Nunca has sido ofensivo con las mujeres en tus letras, como sucedía en otros tiempos.
Lo más fuerte que he dicho es “en medio de la peda, una morrita bien buena me besó” (canta) Si no respetamos a la mujer, no respetamos nada. Mis canciones no son para hombres o mujeres, sólo trato de hacer buena música.

 

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Dices que te gusta el country.
Sí, porque es muy similar al rock. Me gusta mucho el rock agropecuario de Nunca Jamás, de Sonora. Son muy buenos en su chamba.

¿Te gustaría poder hablar de otra cosa además de dolor en tus canciones?
Sí, de hecho, algo que no me gusta del regional mexicano es que no puedo hacer canciones que motiven a las personas. En el rap, por ejemplo, me gustan mucho Ambkor, Porta, ZPU o Nach. Todos hablan de superación y emociones positivas. Cuando yo siento mucha ansiedad o estoy deprimido escucho esa música y me reanima. Pero en el regional no puedes hacer una canción que hable de eso, porque a nadie le gustaría.