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Ciao Grossi: Detente, me duele si lo haces así

Por: Gerardo Grossi 25 Oct 2022
El narcisismo sexual coloca a una de las partes en una posición incómoda, como si una de las personas existiera para dar placer sin recibirlo.
Ciao Grossi: Detente, me duele si lo haces así

Hay muchas maneras de vivir y experimentar con nuestra sexualidad. El sexo debería ser un momento íntimo donde ambxs unen sus cuerpos con pasión, lujuria, cariño y deseo, pero en varias ocasiones se practica sin ganas.

A veces los sentimientos por una persona, ya sea amor o simplemente porque sexualmente nos atrae mucho, nos hace ser egoístas con nosotros mismos y dejar a la otra persona hacer lo que quiera en el acto sexual, incluyendo si toma en consideración qué nos gusta y qué no.

Se podría decir que esa persona se preocupa exclusivamente de su propio placer, dejando de lado tu propio placer y lo que tú sientes en ese momento, a esto se le conoce como narcisismo sexual (anótalo en algún lado, porque es muy común).

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Recuerdo haber leído un artículo que habla que los narcisistas sexuales pueden tener un sentido del yo y priorizar el físico sobre los sentimientos, y que son más propensos a ser adictos al sexo, al uso de la fuerza física y de la vieja confiable, las mentiras. Creo que en algún momento todos hemos salido con alguien narcisista y si no es así, ¡qué suerte tienes!

Personalmente, me ha tocado aprender que una relación sexual es de dos y no de uno, pero te preguntarás: ¿no es obvio que se necesitan dos personas (o más) para un acto sexual? Sí, tienes toda la razón, pero en cierta manera; somos parte del problema.

Como comenté, a veces nos preocupamos más por el placer de la otra persona que por nuestro propio placer, incluso si nos hace daño. Dejamos de ser dos individuos y nos convertimos en uno (no de la manera bonita).

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Ya sea porque le gusta de cierta forma, o porque tiene algún tipo de fetiche e incluso si quiere meter a otra persona en el acto sexual. Decimos que sí o no decimos nada por miedo a que en ese momento terminé todo, aunque en nuestra cabeza es un claro NO.

Hay que dejar claro que esto se puede ver reflejado en ambos sexos, sea hombre o mujer, ambos géneros pueden aprovecharse físicamente de la otra persona.

Muy pocas veces van a decir que le encanta como lo haces, si no que van a resaltar lo bien que ellos lo hacen (aunque ellxs no hagan nada y seas tú quien está haciendo todo el trabajo).

Es muy fácil tener sexo con alguien, pero difícil es conseguir a una persona que se preocupe también por nuestro propio placer, por el de ambos.

Por ello la comunicación es muy importante, aunque no en todos los casos se puede usar la comunicación, ya que algunas personas suelen ser muy crueles y allí es donde debemos darnos cuenta de que es mejor decir adiós y pensar en nosotros.

Sin embargo, si se abre el diálogo con la otra persona, lo primero que debemos hacer; es poner los límites sobre la mesa, qué sí y qué no nos gusta, qué se puede negociar y qué no.

Que agradable es tener una relación sexual con alguien y que entienda lo que estás sintiendo en ese momento. Que puedas expresar que no te gusta o que simplemente te duele estar en cierta posición y con base en eso, tome en cuenta tu opinión y vea la manera en la que tú también te sientas comodx.

Creo que una de las cosas que extraño de mi ex, jaja, era la dinámica que solíamos tener en nuestros encuentros sexuales, nos preocupábamos por el otro y nos complementábamos. Sentía esa confianza de sentirme querido y libre, que nuestras necesidades sexuales eran complacidas.

Pero aquí no vengo a hablarles de mi ex, nuestra dinámica sexual es lo único que extraño, ¡que quede claro!

Sin embargo, cuando he tenido sexo casual, siempre trato de expresar lo que me gusta y lo que no, aunque me ha pasado que en algunos momentos se corta la inspiración en pleno acto y sí, que triste apagar un pollo a media preparación, pero es mejor que tenga un final feliz, bien cocido y delicioso, a que termine a medio sazón, crudo y sin sabor.

No debemos sentirnos mal si decidimos parar, al final estamos exigiendo nuestros derechos, sobre todo si es nuestro cuerpo y aquí es donde debemos aprender a decir que no, y si nosotros somos los narcisistas, somos parte del problema y debemos reflexionar, dejar de pensar en nuestro propio placer y crear una dinámica sexual donde ambxs puedan disfrutar el sexo.

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