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San Antonio: barbecue, arte moderno y un concierto de Depeche Mode

Por: Arturo J. Flores 25 Sep 2023
Diez horas después de despertar en mi cama en la Ciudad de México, me encontraba delante de Dave Gahan en […]
San Antonio: barbecue, arte moderno y un concierto de Depeche Mode
EL ÁLAMO. FOTO CORTESíA DE VISIT ANTONIO.

Diez horas después de despertar en mi cama en la Ciudad de México, me encontraba delante de Dave Gahan en San Antonio. Las luces del colosal AT&T Center de la ciudad texana se habían apagado y en medio de aquella oscuridad, el cantante de Depeche Mode entonaba los versos introductorios de “My Cosmos is mine”.

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Si los decibeles de la música me hubieran dejado escuchar los latidos de mi corazón, seguramente retumbarían con la misma fuerza con los que las percusiones con las que arranca el track número uno de “Memento Mori”. El primero disco en el que Gahan y Martin Gore caminan solos desde que a su compañero Andy Fletcher le falló hace más de un año el mismo órgano que a mí se me quiere salir del pecho.

Depeche Mode en el AT&T Center. Fotografía de Tamara Bertram.

Depeche Mode en el AT&T Center. Fotografía de Tamara Bertram.

La última noche de Kennedy

Hace tiempo que la invención de una máquina que vuela nos ha obsequiado la ilusión de que la Tierra es más pequeña de lo que parece. Tanto como para que en un mismo día pueda despegar la cabeza de la almohada en México y, por la noche, irme a dormir con el zumbido en los oídos que precede a un concierto.

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Algo así como la resaca de los adictos a los música en vivo.

Nunca se me había ocurrido que ese mismo estado de Texas al que Antonio López de Santa Anna se le achaca su separación de nuestro país, sería un destino ideal para disfrutar de conciertos. Hack: cuesta casi lo mismo que viajar a Monterrey, tanto económicamente como en inversión de tiempo. Puedes desayunar huevos a la mexicana en tu casa y después comer un plato de comida Tex Mex en alguno de los restaurantes ubicados a lo largo de los poco más de 8 kilómetros del River Walk.

River Walk. Foto cortesía de Visit San Antonio.

River Walk. Foto cortesía de Visit San Antonio.

Inclusive puedes hacer el paseo en bote. Te cuentan buenas historias, como aquella respecto a que el presidente John F. Kennedy se acodó en la barra de The Esquire Tavern a beber una noche antes de ser asesinado, el 22 de noviembre de 1963. Esa barra de madera, por cierto, es la más larga que existe en todo el territorio de Estados Unidos.

La última y nos vamos… a dormir

Ahí recalamos el grupo al que los representantes turísticos de la ciudad nos convocaron para ir a ver a Depeche Mode. Huelga decir que después de casi dos horas de administrarnos una dosis generosas de clásicos como “It’s no good”, “Precious” y “John The Revelator” acompañados de generosos vasos de cerveza, urgía clausurar la noche con un último trago. Spoiler alert: San Antonio lo tiene todo, menos la disposición a irse a dormir tarde. Los bares cierran temprano. La cocina, no digamos. Por lo que después de esa última y exquisita pinta nos fuimos a dormir. Ni hablar. Pero la intención de brindar por Andy Fletcher la teníamos.

Hablemos de San Antonio. Posee todo para que, como decimos del santo que le da nombre, la pongamos de cabeza. Una oferta cultural, gastronómica, de consumo y hasta de parques de diversiones y deportes extremos. Se encuentra a poco más de dos horas de vuelo desde la Ciudad de México y además, me lo dijo la publirrelacionista cuando estábamos a punto de aterrizar, uno de los aeropuertos más ágiles y amables de este país. Me sorprendió que en el mismo estado donde gobierna un tipo nefasto y criminal como Greg Abbott, capaz de sembrar boyas con alambre de púas en el Río Bravo, me encontrara a un oficial de Migración que me recibió con una sonrisa y sin formularme una sola pregunta, me colocara un sello en el pasaporte y me diera la bienvenida a Estados Unidos.

“En Navidad, hasta te ofrecen chocolate caliente”, me dijo mi anfitriona cuando nos subimos al transporte que habría de llevarnos al hotel.

Delicias culinarias de San Antonio. Foto cortesía de Visit San Antonio.

Delicias culinarias de San Antonio. Foto cortesía de Visit San Antonio.

Alemania en América

Al otro día, con los acúfenos y la resaca que te dejan la música escuchada a varios decibles y la cerveza con un poco más de grados alcohólicos que la industrial, despierto cantando “Stripped” mientras me tiro a la piscina del Mokara Hotel & Spa. Más allá de sus amenidades y arquitectura, por no mencionar que tiene fama de estar embrujado, como el 90% de los mesones de la ciudad, el Mokara es popular porque delante de la puerta que da al River Walk se ubica el puente de piedra en el que Jennifer Lopez y Jesse Posey interpretan una escena de amor dentro de la versión fílmica de “Selena” en 1995.

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En algunos momentos del día, hay que hacer fila para poder hacerse una fotografía o utilizar el puente para lo que fue construido: pasar al otro lado.

Después del chapuzón matutino, que me sacude la modorra de encima, junto con el grupo nos apersonamos para desayunar en Schilo´s, un modesto restaurante del centro que ostente el título de ser el más más antiguo de la ciudad, pues opera desde 1917. Así como durante la pandemia de Covid muchos negocios tuvieron que reinventarse, durante la Prohibición de 1920, el  Schilo’s se mantuvo a flote produciendo una cerveza de raíz que hasta la fecha continúa vendiéndose en sus instalaciones.

Recomendadas sus salchichas, sándwiches y ensalada de col agria, y como han tenido que hacer muchos lugares debido a la proliferación de la tendencia, también se sirven opciones vegetarianas.

Tacos. Fotos cortesía de Visit San Antonio.

Tacos. Fotos cortesía de Visit San Antonio.

Historias de fantasmas

En ese mismo tenor alemán, herencia de la migración que llegó al estado de Texas a mediados del siglo XX, otro spot imperdible lo representa The Guenther House, una impresionante casona que sirviera como residencia de Carl Hilmar Guenther, fundador de los molinos de harina Pioneer Flour Mills.

En 1860, el empresario edificó una mansión de las que algunas habitaciones de la casa y gran parte de su mobiliario se conservan intactos,  por lo que nuevamente, porque en San Antonio les fascinan las historias de fantasmas, puedes recorrerla sintiendo que un espíritu te respira en la nuca. En lo personal, todo lo que huela a portales entre dimensiones me fascina.

Así como en “Ghosts again”, una de las nuevas canciones de Depeche que escuchamos con el impecable audio del AT&T Center y adónde regresaré para conocer el bar de margaritas del que me hablaron.

Sobre todo se disfruta explorar los rincones de la Guenther House si antes me zampé una ración generosa de pancakes y roles de canela como los que sirven en el lugar, sumado a varias tazas de su tradicional café endulzado.

Arte y gastronomía

Pero las opciones para disfrutar de San Antonio no se detienen. Además del concierto de Depeche Mode, nuestro grupo pudo disfrutar de la gira en conjunto de Toto y Journey, lo que coronó un festín auditivo y de nostalgia a sólo un vuelo de dos horas de la CDMX.

Pero eso no fue todo. También nos dimos una vuelta por el centro comercial La Cantera, en la que los adictos a las compras se dieron vuelo recorriendo las boutiques y posteriormente, recorrimos el barrio de Pearl. Situado donde estuvo una fábrica de cerveza, hoy se aloja el Instituto Culinario y por eso, la variedad de restaurantes, cafeterías y bares que lo habitan es muy amplia. Además de ser un spot muy instagrameable (en el bar del hotel boutique Emma aún se conservan los tanques cerveceros y han sido adaptados como VIP), también brinda actividades gratuitas como proyecciones de cine y picnics para los locales.

Finalmente, una opción para acercarse al arte es la galería Hopscotch, un museo interactivo que a diferencia de otros que se publicitan de esa forma, sí representa una experiencia inmersiva. Inspirada en el concepto de “Alicia en el País de las Maravillas”, uno baja sus escaleras para acceder a diferentes salas, en las que lo mismo se puede nadar en una gigantesca alberca de pelotas, participar de una curiosa ilusión óptica en la que dos personas pueden modificar su tamaño y volverse gigantes o enanos de un cuento, hasta explorar una caverna hecha de PET, para hacer conciencia acerca de la contaminación de los océanos. Todos los sentidos participan. Incluso el gusto, porque Hopscotch cuenta también con una bara de cocteles sin alcohol que maridan perfecto con el recorrido.

Depeche Mode en el AT&T Center. Fotografía de Tamara Bertram.

Depeche Mode en el AT&T Center. Fotografía de Tamara Bertram.

De vuelta a la realidad

Tres días después, nos tocó abordar el vuelo de regreso a México. Depeche Mode se presentará en el Foro Sol el 21, 23 y 25 de septiembre. Nada le quitará lo religiosa a la experiencia. Pero definitivamente ya deberíamos considerar la idea de viajar a San Antonio para disfrutar de un concierto, pues tomando en cuenta los precios tanto de boletaje, traslado y hospedaje, además de la oferta de actividades que hay en la ciudad texana, sin lugar a dudas es, como la canción de Gahan y compañía: “todo lo que había deseado, todo lo que necesitado, lo tengo ahora mismo entre mis brazos”.

Sí, disfrutemos el silencio que sigue a un concierto perfecto.

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Arturo J. Flores Publisher Periodista con más de 20 años de experiencia en entretenimiento y estilo de vida.
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