Milo, un stripper gay hecho cómic

Comenzó durante un largo periodo en que Abraham De León Heredia estuvo internado en el Instituto Nacional de Nutrición para tratar un problema de salud. Tiempo le sobraba para darle vueltas a una idea: crear su propia historieta, la de un stripper masculino que atiende a otros hombres. Nada que ver con el lugar común que siempre se enfoca en el trabajo sexual heteronormativo.

“Me gustaba hacerme preguntas a acerca de este personaje”, expresa el artista gráfico. “¿Cómo sería su vida y su relación con los clientes? ¿Cómo se inicio en este trabajo? Entiendo que la realidad siempre sería mucho más sórdida, pero a mí me gustaba la idea de crear una fantasía”.

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Las aventuras sexuales de Milo

El resultado es Milo, un personaje de ficción al que Abraham De León le dio vida en forma de viñetas digitales. En las aventuras de este trabajador sexual no falta el humor negro, la crítica social, pero también las escenas de sexo explícito. Pero a diferencia de lo que sucede con otros cómics, en la que los héroes masculinos coleccionan amantes del sexo opuesto, el componente homosexual de Milo ha hecho que Abraham visibilice la desigualdad cómo son percibidos los géneros.

“La sociedad no acepta de manera abierta al menos otro tipo de preferencia sexualidad diferente a la hetero”, expone. “Yo he recibido comentarios acerca de Milo, como personaje, cuestionando que lleve siempre un rol pasivo. Me han dicho que si lo hubiera hecho activo, seguramente tendría más éxito. Es el heteropatriarcado el que habla”.

 

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Pese a la censura, el licenciado en Diseño Gráfico, que además cuenta en su currículum con maestrías en Mercadotecnia, Publicidad y Comunicación, ha conseguido compartir su trabajo a través de las redes sociales. Si pauta en Instagram o en Facebook, tiene que blurear ciertas partes de sus dibujos; pero lejos de desmotivarlo, el moralismo digital lo inspira a encontrar nuevas maneras de llegar a sus lectores.

Así lo hizo desde que quera estudiante, recuerda.

“La película de ‘¿Quién engaño a Roger Rabbit?’ me causó muchísimo. Aprendí a dibujar imitando al conejo y a su exuberante esposa, creándoles nuevas historias. Después inventé mis personajes, fotocopiaba y vendía mis fanzines en la primaria”, concluye el creador de Milo, el stripper gay.

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