Jake Cosío: el secreto para llegar a Nascar
No hay mejor forma para conocer a un piloto, que adentrarse en el taller de su escudería; entre vehículos, herramientas y la calidez del equipo Chevron Havoline Racing Team, el piloto de Nascar Jake Cosío nos cuenta de dónde sale la garra que ha demostrado en el automovilismo desde hace veinte años.
Jake Cosío ha sido Campeón TC2000 Copa Notiauto (2017), 3° lugar en la Nascar Fedex Challenge (2018), Campeón de Novatos Nascar Challenge (2018), Sub Campeón TC200 Copa Notiauto (2018) y Campeón de Novatos Nascar Peak (2019). Actualmente busca finalizar la temporada 2022 cerca del Top 5 y siendo protagonista de Nascar México Series.
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Conocemos tu trabajo en el circuito, pero ¿cómo es tu personalidad dentro y fuera del auto?
Soy un piloto precavido, pero que a la vez le gusta mucho llamar la atención, es parte de mi identidad tener colores llamativos en mi equipo, así como el ser espontáneo, pues esto hace que me sienta más relajado al conducir, sin embargo, la parte oscura del auto representa mi lado agresivo, determinante, que apuesta y arriesga, pero que a la vez calcula cuándo se debe de hacer.
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Llevas veinte años siendo piloto, ¿cómo has evolucionado y qué de ti sigue intacto pese al paso de los años?
La madurez que tengo hoy como persona y como piloto; fue un poco frustrante no haber podido llegar a Nascar antes, pero creo que todo es un proceso y había cosas del automovilismo que debía aprender.
Sigue intacta mi carisma, me gusta cotorrear con los mecánicos y parte de los éxitos que he tenido vienen desde la humildad, la actitud y la personalidad son cruciales, me gusta estar cerca de mis seguidores, contestar sus mensajes, tomarnos fotos, es dar un poco de lo que tengo ahora, pues yo empecé desde abajo y sé que es pedir apoyo, patrocinios, querer convivir con pilotos, tomarse fotos; compartir con la gente que te admira nutre tu alma y tu esencia, el talento es muy importante pero el acercamiento con nuestro equipo, los seguidores, medios de comunicación, etcétera, lo es más, pues nos debemos a ellos.
¿Cómo fue el proceso de llegar a Nascar?, ¿Llegó un momento en el que dudaste de si lo lograrías o gente cercana a ti comentó que estabas aspirando a demasiado?
Tenía la fijación de manejar uno de esos autos, pero a la vez tenía mi negocio de Branding, donde hacemos las calcomanías de los equipos, era spotter, etcétera. Tengo la analogía de que todo ese proceso fue como luchar por subirse al metro; todos quieren subir, unos te empujan, otros deciden irse de otra manera, pero yo me fijé un objetivo y con mucha perseverancia, llegó un punto en que escalé tan arriba que no había nadie más intentando, se abrió la puerta y solo tuve que dar un paso.
Siempre me preguntan: “¿Qué necesito para ser piloto?” y yo les respondo: “¿Qué estás dispuesto a sacrificar?”. Yo sacrifiqué amigos, escuela, era elegir; estudiaba o compraba refacciones. Ser piloto no es posar y verse bonito para la foto, es ser un embajador, una imagen, un ejemplo para la gente. Hay quienes llegan a la cima en helicóptero o en coche, a mí me tocó darme paso, gracias a eso le abrí la brecha a mi hermano, Aarón Cosío, quien también es piloto de Nascar.
Jake Cosío
Tomando en cuenta tu lucha por llegar a la cima, ¿por qué creyeron en ti tus primeros patrocinadores?
Justo me lo dijeron los directivos de Chevron en México, en especial la marca Havoline, creo que es una pregunta muy padre porque yo no era nadie; era un piloto de una categoría regional, la TC2000, quedé campeón y un distribuidor me apoyó, yo hice la imagen del auto, quedamos campeones y los directivos creyeron en mí, después de patrocinar a leyendas de Nascar, decidieron hacerme embajador no solo a corto plazo y les respondí con trabajo duro.
Todo esto es una suma de esfuerzos enorme, ser piloto es la parte bonita, el producto final, pero yo no podría estar donde estoy si no fuera por mi equipo, es una gran responsabilidad el que luzca el trabajo de todos ellos con tu esfuerzo, muchas veces los espectadores no ven todo el trabajo que hay detrás de cada carrera.
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Hablando de la afición, ¿notas mayor interés del público mexicano en el automovilismo?
Es algo complicado porque la gran mayoría solo conoce una categoría: La F1, quienes hacen más búsqueda y llegan a nosotros, muchas veces es por el esfuerzo del equipo y del piloto en redes sociales, posicionándose con reel’s, publicaciones, historias. Si ha aumentado el público, pero lamentablemente en México no tenemos una cultura del automovilismo como en otros países.
Creo que ese es un diferenciador que tienes, tu interés en cómo quieres que luzca el equipo, la marca, el auto, tus redes.
Así es, me gusta estar involucrado en el diseño de las playeras, gorras, el manejo de mis redes, produzco, administro; conozco al 100% mi proyecto, me tuve que convertir en un empresario-piloto.
Jake Cosío en la pista
¿En qué momento de tu carrera, te cayó el veinte de que la estabas armando en el automovilismo?
Creo que no fue en temas de carreras, si no en vida personal; cuando mi hermano y yo hicimos nuestro negocio de diseño, el tener una responsabilidad para los clientes, me forjó un carácter de perseverancia y compromiso que me ayudó en Nascar.
Podría decirte que me cambió la vida ganar una carrera, pero no, ¿Una de 12? Eso no es éxito, se llega a ello cuando rompes récords, estoy en proceso de ser un piloto exitoso, puedo serlo como persona y empresario, pero busco serlo también como piloto; he ganado todas las categorías anteriores en las que he estado, necesito manejar el auto de Nascar como el TC2000, el día que tenga esa experiencia en Nascar, podré decir que soy el mejor.
Con esa determinación de ser el mejor en todos los ámbitos de su vida, procurando a su equipo con una sonrisa, mejorando siempre su manejo y perfeccionando cada aspecto; desde un logo en una playera bien encuadrado, hasta contestar cada mensaje que le mande un seguidor, Jake Cosío es un deportista y empresario completo.
