Entrevista con Kat Von D: “Selena es parte de mi vida”
Conocimos a Kat Von D por su participación en “L.A. Ink”. Hoy la siguen millones de personas en Instagram, aunque honestamente no le gusta mucho surfear en las redes sociales. Recién lanzó su primer disco “Love Made Me Do It” y saldrá de gira con Prayers, la banda de su marido Rafael Reyes, con quien conforma una de las parejas góticas más entrañables.
Hiciste un cover de “Fotos y Recuerdos” ¿Cómo llegó la música de Selena a tu vida?
Cuando me mudé a Estados Unidos con mis padres, no hablaba inglés. Selena fue una de las primeras artistas que escuché que cantaba en los dos idiomas, así que su música es un recuerdo entrañable porque está relacionada con mi infancia. Para mí, es un honor poder rendirle homenaje con este cover.
Además, me encanta esa canción. En algún momento pensé que el cover sería a “Amor Prohibido” o “Fotos y Recuerdos” y pues terminó siendo la segunda.
No había escuchado detenidamente la letra hasta que llegó a mis manos tu versión, y me doy cuenta que desprende una profunda melancolía y una gran oscuridad. Hasta me atrevería a decir que encuentro cierto paralelismo entre ella y “Pictures of you”, de The Cure.
¡Sí, exactamente! Cuando escuchas la canción original te das cuenta que tiene una energía muy alegre, así que lo primero que me planteé fue: ¿cómo puedo darle un significado completamente distinto? Para el video, le pedí a mis compañeros de banda que me compartieran fotografías de gente que fuera muy importante en su vida pero que ya no estuviera entre nosotros. Así que hicimos un collage de todas esas personas que amamos, pero que han muerto, y cuando ves el video encuentras un nuevo significado detrás de la frase: “de tu amor sólo tengo fotos y recuerdos”.
Lo que queda claro es que no es una canción de amor (Risas).
Ahora que mencionas las fotografías, en la actualidad la tecnología nos permite tomar más fotos que nunca, podemos hacer miles con nuestros celulares, pero ya no podemos “borrarlas con las lágrimas” como dice la canción, ¿Cómo es tu relación personal con la tecnología? Esa misma tecnología te permitió hacer un disco en medio de una pandemia, pero esa tecnología le ha ido quitando un aspecto orgánico a la música.
Mi relación con la tecnología es paradójica, involucra amor y odio al mismo tiempo. Me encanta tener un Instagram y sentirme conectada con mis fans. Pero si no te cuidas, las redes sociales pueden generarte una adicción muy grave. La verdad yo paso muy poco tiempo pendiente de mi celular.
Puedo publicar una fotografía o un video, sí, dedicarle 10 minutos a responder los comentarios de los fans, pero al final lo dejo de lado. Respecto a la tecnología aplicada a la música, es muy interesante. En lo personal no sé utilizar computadoras para eso, yo sólo sé tocar el piano y cantar. No tengo idea de cómo grabar. Necesito ayuda para eso.
Puedes hacer cosas maravillosas con la electrónica, pero yo prefiero lo análogo. Hacer música con bandas y con artefactos que se pueden tocar, palpar. Nosotros utilizamos Auto-Tune ni tantas computadoras, la verdad.
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¿Es complicado poder alejarte de tu teléfono y tu computadora cuando tienes ocho millones de seguidores esperando por conocer un poco más sobre Kat Von D?
A mí me encanta compartir partes de mi vida con mis fans. Ni siquiera los veo como fans, sino como amigos y me agrada poder abrirles esa ventana en la que se pueden asomar a ver fotos de mi hijo, de mi esposo o el arte que realizo. Eso no me asusta en lo más mínimo. Al contrario, soy muy dichosa.
Tu disco está lleno de colaboraciones de primera línea, ¿cómo llegaron a tu vida Dave Grohl, Linda Perry o Peter Murphy?
A muchos los conocí porque los tatué. A Dave Grohl, desde la primera vez que le hice uno y se enteró que yo estaba haciendo música, se entusiasmó muchísimo y me dijo: “¡Por favor, déjame tocar la batería!”. Con Linda Perry fue muy similar, porque acostumbraba trabajar con artistas de pop y aunque a mí me gusta el pop, lo que hago es mucho más oscuro y ella le agradó.
Siempre he sido una gran fanática de Bauhaus y resultó que Danny Lohner, de Nine Inch Nails, era mi vecino y conocía a Peter Murphy, así que nos presentó y empezamos a platicar la posibilidad de hacer un dueto.
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Y a esta lista de estrellas habría que agregar a Henning Schmitz, de Kraftwerk, ¿no es así?
¡Sí! Realizó un remix de “Exorcism”. Quizá muchas personas no lo sepan, pero Kraftwerk es enorme para mí, una de mis más grandes influencias para dedicarme a la música, así que esta colaboración fue muy especial también.
Tienes a muchas estrellas de la música en tu disco. ¿Consideras que sin querer acabaste formando una súper banda?
(Risas) ¡Sí! Para mí siempre fue importante rodearme de gente que piense como yo. Hay quienes piensan en lanzar un producto, pero para mí la música es antes que nada una pasión. Toco el piano desde los 5 años. Mi abuelita me enseñó. Mi primera pasión, antes que dibujar o hacer tatuajes, fue la música, por eso era tan importante que cuando lanzo música lo estoy haciendo en serio, no como un producto, sino porque de verdad quería rodearme de músicos y que juntos tuviéramos un espacio para la creación.
Gregg Foreman toca el sintetizador y viene de trabajar con Cat Power y The Gossip. A Sammi Doll la conocí cuando estuvimos de gira con IAMX y ella se encarga de los teclados. Pero además tengo una contorsionista en mi banda, se llama Brynn Route y aunque no toca un instrumento propiamente, su cuerpo es su instrumento. Para mí es fundamental que, cuando nos presentamos en vivo, la música y lo visual se fusionen en un mismo storytelling.
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Antes de que tuvieras un disco, te conocimos como tatuadora en L.A. Ink, ¿cómo te sientes de pensar que grandes leyendas en la música, llevan un pedazo de tu arte sobre la piel y que estará ahí por el resto de sus vidas?
¡Wow! ¡Es un honor, la verdad! He tenido la oportunidad de tatuar a los músicos que más admiro. Por ejemplo, soy una gran fan de The Mars Volta y he tatuado varias veces a Cedric y a Omar, al grado de habernos convertido en grandes amigos.
Es un verdadero honor que alguien te elija para que les hagas una marca en el cuerpo, porque como dices, estará ahí por el resto de sus vidas.
Cuando Suicide Girls inició a principios de los 2000, a las modelos que llevaban tatuajes y perforaciones se les conocía como “alternativas”, pero con el paso de los años las modificaciones corporales se han extendido a los terrenos del mainstream y el modelaje convencional, ¿qué opinas al respecto?
Me parece fantástico que el mundo sea mucho más abierto, pero debo confesar que una parte de mí sí extraña esos días en los que los tatuajes eran un poco más marginales. Me gustaba un poco sentirme como fuera de los parámetros sociales. Pero como mencionas, un día ya cualquier persona tiene por lo menos un tatuaje.
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¿Saldrás de gira con Prayers?
Sí, empezamos en Estados Unidos a finales de febrero, recorreremos todo el país y de ahí saltaremos a Europa.
¿Cómo es ir de gira con tu marido? Sobre todo, porque la música de Prayers es mucho más sobre violencia y pandillas y la tuya es mucho más emocional.
Tenemos un hijo de tres años, así que era la manera más práctica de poder cuidarlo era yendo juntos de gira. Será nuestra primera gira en familia. Nos da risa porque pensamos que para la gente ir a un concierto sería la cita perfecta para una pareja, tienes música para los chicos y también para las chicas (risas), es un buen balance.
Lo mío habla de amor y lo de Rafael es mucho más violento, pero me gusta, yo era su fan antes de casarnos. Y a los dos nos encanta la música electrónica.
Llevas ya muchos años viviendo en Estados Unidos, ¿queda algo de México corriendo por tus venas?
Sí, nací en un pueblito llamado Montemorelos, cerca de Monterrey, y para mí ser mexicana es un gran orgullo. En Estados Unidos, hay quienes piensan que sólo soy una chica blanca, no latina, pero para mí es fundamental volver a las raíces. En nuestro próximo disco seguramente cantaré algunas canciones en español. México es mi madre patria.
¿Aún tatúas?
Sí, lo haré hasta que muera, pero la música es lo que más me llama la atención en este momento. Actué una vez, pero fue una película de vampiros bastante mala (Risas).
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En 2014, Kat Von D vivió en Londres, donde grabó las primeras mezclas de lo que se convertiría en “Love Made Me Do It”, el disco que lanzó el año pasado y que en este 2022 la embarcará en una gira mundial.
Con participaciones de Dave Grohl, Linda Perry, Dave Sitek (TV On The Radio), Peter Murphy (Bauhaus), Danny Lohner (Nine Inch Nails), Ladyhawke, Charo y unas grabaciones inéditas de Vampira, se trata de todo un acontecimiento en la vida de esta tatuadora, escritora, artista de make up, modelo e influencer, que también en 2021 lanzó un EP de remixes de su tema “Exorcism”, en el que colaboraron Gunship, Cold Cave, Scratch Massive y Henning Schmitz aka n.e.o., de Kraftwerk.
