El hombre que siguió su sueño y puso una escuela de DJs

Después de 10 años de trabajar para corporaciones de consumo masivo, solo bastó girar las perillas de un sintetizador Moog para que Arturo Mejía se diera cuenta de que había algo que no cuadraba en su vida. Tenía todo, era Gerente de Logística para Latinoamérica de una empresa multinacional, una super nave (prestación de la compañía), viajaba por todo el mundo sin problema, pero dentro de sí había un vacío que no se llenaba con nada… hasta que decidió renunciar a su trabajo y perseguir su sueño.

Todo comenzó como un side project cuando aún vivía su vida godín. Dentro de su propio departamento en la Condesa, surgió el primer esbozo de El Bedroom –una escuela para DJs y productores que tres años más tarde crecería hasta convertirse actualmente en el único Centro Oficial de Enseñanza de Pioneer DJ.

Como buen amante de los sintetizadores, Arturo ya contaba con una buena colección en casa, pero por falta de tiempo no podía usarlos… de aquí nació la idea de que más personas pudieran hacer uso de ellos para sus propios proyectos de electrónica. No pasó mucho tiempo para que todos los muebles de su depa fueran mandados a Puebla a casa de sus padres para abrir más espacio para la creciente comunidad de alumnos que poco a poco iban llegando.

“Traje mesas y sillas usadas de un restaurante en quiebra, que algún día intenté arrancar en Tulum, un par de años antes. Con eso y unos controladores MIDI iniciamos las clases. Al principio todo iba orientado a la producción de música en general pero nos dimos cuenta que la necesidad estaba en la música electrónica, así como en las técnicas de DJing y Live set”, mencionó Mejía, recordando esas épocas.

El gran paso de renunciar a su trabajo para dedicar su vida de lleno a El Bedroom, nació de un mensaje recibido por Facebook que decía: “¡Excelente sitio! Fuerte Abrazo!… era Ramón Bostich, de Nortec Collective. Con esta señal, Arturo se dio cuenta de que su visión de contribuir para que cada vez más gente pueda hacer música electrónica, estaba alineada con la visión de uno de sus ídolos y decidió llamar a su jefe para darle la noticia: iba a renunciar a su trabajo.

Con el objetivo principal de ayudar las personas a cumplir sus sueños electrónicos, El Bedroom comenzó operaciones y no ha parado de crecer desde hace 5 años. Pasó de existir en un pequeño departamento a actualmente tener tres franquicias (Guadalajara, Querétaro y Puebla), además de su matriz, también conocida como El Bedroom City, que se encuentra en CDMX en un edificio con ocho salones, un patio central e incluso cafetería, y con planes de seguir expandiéndose. Más de 1,000 alumnos han pasado ya por sus aulas, de los cuales 300 se encuentran activos y muchos de ellos ya están presentes en los mejores clubes y festivales de la ciudad.

Muchas veces por miedo, por costumbre o por simple indiferencia, muchas personas prefieren mantener sus vidas dentro del marco de lo “normal” aunque esto signifique nunca ser realmente felices… pero hay veces que vale la pena el riesgo. Y en el caso de   , el resultado fue más allá de una simple escuela de DJs, sino que llegó a un punto donde su propio sueño se ha convertido en una gran plataforma para que los demás puedan cumplir los suyos.