They Shall Not Grow Old, el color de la brutalidad de la “Gran Guerra”
El siglo XIX fue el reino del progreso, los intelectuales europeos estaban convencidos que vivían en la era de la razón, lejos de aquellos años de atraso y violencia. Sin embargo, el asesinato de un archiduque derrumbó el castillo de naipes, ese hecho provocó una lucha encarnizada entre los países que aparentemente se encontraban en la vanguardia del avance.
Se dijo que se trataba de la guerra que “acabaría con todas las guerras”, la crueldad máxima a la que podía llegar el ser humano. Los años demostraron este nuevo error con el segundo conflicto mundial, uno que pintó el peor retrato de la raza humana.
Las pesadillas del holocausto, el Imperio Japonés y el fascismo relegaron al primer conflicto, lo arrinconaron a libros y archivos. Así, los protagonistas de las batallas se convirtieron en simples cifras, muestras de lo difícil que era la guerra de trincheras o lo efectiva que podía ser una nueva arma. Millones de vidas olvidadas en el fango, terribles tumbas que alguna vez vieron crecer los granos de Europa.
Revivir a los muertos
Peter Jackson con They Shall Not Grow Old precisamente intentó combatir este hecho, quiso volver a ver a los soldados de la Primera Guerra Mundial como personas y no como, en el mejor de los casos, figuras con movimientos torpes en videos en blanco y negro.
El resultado es un impactante documental de 99 minutos que retrata cada aspecto de los soldados británicos a través de más de 200 testimonios orales. La crudeza de las historias contadas por las voces se ve potenciada con los archivos visuales del Museo Imperial de la Guerra, los cuales fueron remasterizados, coloreados digitalmente y convertidos en 3D.
Debo confesar que ese aspecto fue el que me atrajo a la sala de cine, ver por primera vez material inédito de la Primera Guerra Mundial a color. No obstante, They Shall Not Grow Old es mucho más que un documental de guerra coloreado, Peter Jackson dedicó la cinta a su abuelo, William Jackson, quien fue sargento durante el conflicto armado; cuestión por la cual la película se centra completamente en la vida de los soldados.
Desde el terror perpetrado por las gargantas de las metralletas, hasta los horrores de las trincheras e incluso los infortunios vividos en los baños improvisados. Cada uno de estos episodios fue incrementado con efectos de sonido y actores de voz, creando una atmósfera que nos acerca un poco a la vida cotidiana de esos soldados, una realidad que cada día recordaba que el ser humano sólo es un pedazo de carne más.
De esta manera, el documental retrata a la perfección cada aspecto de la vida de aquellos jóvenes, en su mayoría menores de edad, que entraron voluntariamente a una aventura que se pandeó entre un campamento juvenil y un infierno lleno de gas, ratas, gangrena, cadáveres y cuerpos mutilados.
They Shall Not Grow Old es una oportunidad única para ver el pasado como no se había visto y ya está en la cartelera de la Cineteca Nacional como parte de la 66 Muestra Internacional de Cine.
