Esta obra resurge en la pandemia para hablar sobre violencia de género
El entretenimiento continúa adaptándose a la “nueva normalidad” que la pandemia de COVID-19 ha creado. Conciertos, estrenos de películas e incluso performances en vivo son algunos de los formatos que se han adaptado al streaming y ahora es turno de Que no se culpe a nadie de mi muerte, una de las mejores obras de teatro estrenadas en 2015.
Por ello, entrevistamos a Valeria Vera a propósito de su nueva puesta en escena bajo un formato híbrido que permitirá la presencia física del 30% de aforo en el Foro Shakespeare, al mismo tiempo que su visualización en línea para quienes prefieran disfrutarla en casa.
Shows en streaming: la adaptación del mundo del entretenimiento
Que no se culpe a nadie de mi muerte: un monólogo a cinco voces
Una mujer sin nombre se debate entre la vida y la muerte. Mientras espera una llamada, piensa en qué la llevó a decidir quitarse la vida: un abuso sexual, la discriminación, los problemas de drogadicción y alcoholismo. La última hora de “Ella” trae angustia, pero a su vez una gran carga de humor negro.
Bajo la dirección de Andrés Tena, la actriz Valeria Vera pone al máximo sus capacidades actorales para representar no sólo un personaje sin nombre, sino a las otras mujeres que han arruinado su vida: su abuela, su madre, su hermana y la monja que la educó. Se trata de una puesta tragicómica sobre una suicida en potencia que revive a los fantasmas que la atormentaron hasta el punto de decidir quitarse la vida.
“Que no se culpe a nadie de mi muerte me permite abordar como actriz a cinco personajes que hacen una crítica social increíble por parte de la pluma de Humberto Robles; entonces, es muy divertido verme sortear a estos personajes en esta montaña rusa de emociones y de crítica social donde el abuso, la falta de amor propio, las adicciones y la violencia de género se manifiestan en una tragicomedia”, comenta Valeria respecto a su labor actoral.
Además, sobre este último aspecto, Vera detalla que el uso de humor negro permite una catarsis menos violenta, al tiempo que invita a la reflexión de forma más generosa, como su experiencia haciendo cabaret le ha confirmado: “Yo hago mi trabajo con verdad y conocimiento, lo que me permite explotar mucho más la crítica social y el humor negro y lo disfruto mucho porque son cosas que necesitamos visibilizar. El expresar y denunciar la tragedia que atraviesa nuestro país y el dolor que genera también es parte de lo que hace el teatro”.
En cuanto a la experiencia sobre tablas bajo un formato híbrido, la actriz explica que esta será su primera vez haciendo algo del estilo y añade: “La ventaja que tenemos es que, al ser un monólogo, es mucho más fácil de escenificar sin perder ingresos, lo cual es una crisis que atraviesan en este momento las grandes compañías de teatro por el límite de cupo necesario”. Por ello, Que no se culpe a nadie de mi muerte es una forma de apoyar a la escena artística en México durante la pandemia, aunque esta no es la única causa que espera transmitir.
Una obra con causa
En Que no se culpe a nadie de mi muerte el dramaturgo Humberto Robles, evidencia la condición de ser mujer en nuestra sociedad y los problemas a los que se afrontan mediante una fuerte crítica social.
Vera, quien ha trabajado este personaje durante cinco años en representaciones previas, explica que en esta ocasión su significado adquiere una fuerza mayor ante la situación de confinamiento que atravesamos, pues explica que, además de ser un faro de esperanza para el público y los creadores, también visibiliza problemáticas sociales que vale la pena reflexionar.
Al respecto, la compañía explica que, al retomar esta obra, busca despertar la conciencia de quienes experimentan en sus hogares violencia de género: “El confinamiento ha agudizado este tipo de sucesos trayendo consigo grandes niveles de ansiedad, maltrato físico, psicológico y altos índices de suicidio por la violencia que se vive en casa”.
Además, la actriz detalla que Que no se culpe a nadie de mi muerte explora no solo este problema, sino muchos otros que giran en torno al desamor y la falta de consciencia: “Esto es lo que desencadena muchas otras problemáticas sociales y aunque no son temas nuevos, la obra los visibiliza en un momento que muchos están encerrados con quienes no querían estar”.
Así, Que no se culpe a nadie de mi muerte busca mandar un mensaje de apoyo a quienes están atravesando por una situación similar, como Valeria lo explica: “Mi misión es entretener, pero también es llevar el mensaje y pedirle a todos que conozcan un caso similar que los apoyemos y les demos fuerza para denunciar”.
Que no se culpe a nadie de mi muerte se presentará el 5 de octubre y 3 de noviembre a las 20:30 en el Foro Shakespeare con un costo de acceso de $250 y a través de streaming bajo un precio de $150. Puedes comprar tus boletos para cualquier modalidad en este enlace.
