Calor, sol y poca ropa; para muchos el verano es la temporada perfecta que calienta los ánimos y aumenta las desinhibiciones. Para los aficionados del futbol americano es una época de sequía que parece eterna; afortunadamente desde hace algunos años, existe un excitante oasis que se encarga de satisfacer nuestra sed.
Se trata de Legends Football League, una liga de mujeres que combina la intensidad de los emparrillados con la sensualidad de ellas. El concepto nació como un único juego que se transmitía en el sistema pay-per-view durante el medio tiempo del Super Bowl. Se realizaron seis partidos memorables y en 2009 el sueño de muchos se cumplió.
Su primer nombre fue Lingerie Football League e inició con cuatro equipos distribuidos en las grandes ciudades estadounidenses, al final de la temporada hubo un juego de “Fantasía” que contó con las mejores jugadoras de la liga y se disputó en Monterrey, hecho que se repitió dos años después en nuestras tierras, ahora en la Ciudad de México. Desde la primera temporada se disputa entre abril y agosto, después del Superbowl y antes del inicio de la NFL.
Las reglas se asemejan a otras ligas de futbol americano arena: hay siete jugadoras por escuadra, no existen goles de campo ni despejes, los equipos están obligados a jugársela en cuarta oportunidad y después de una anotación se tiene la opción de realizar una conversión por un punto desde la primera yarda o una de dos puntos desde la tercera yarda.
La reducción de los despejes y del terreno de juego hacen que el juego tenga una intensidad que no se puede observar en el futbol americano tradicional. Además, el contacto directo y los constantes golpes calientan los ánimos y provocan conflictos que van más allá del silbatazo.
Desde la falta del equipo necesario hasta la explotación sexual de las mujeres, los uniformes siempre han causado controversia, en la primera temporada únicamente consistían en un brasier atlético, unas hombreras, un casco de hockey y ropa interior. Sarah Spain resumió las críticas al decir: “Después de ver a estas mujeres jugar, puedo decir honestamente que las respeto completamente como atletas, pero jamás respetaré a la Lingerie Football League, sin importar el nombre que le den”.
La periodista estadounidense hacía referencia al cambio de nombre, que eliminó la palabra “Lencería” para sustituirla por “Leyendas”. La modificación fue más allá de la nomenclatura, la liga eliminó los moños y las ligas para sustituirlos por uniformes deportivos, más parecidos a los utilizados en el voleibol de playa.
La mayor modificación en los uniformes se dio la temporada pasada, cuando se sustituyó la controversial parte baja del bikini por mallas deportivas.
Jeffrey Gamza/LFL
Algunas jugadoras han dicho que lo único que les interesa es practicar el deporte, sin importar las prendas que usen o que el uniforme es similar al utilizado en las competencias de atletismo. No obstante, las detractoras indican que las deja expuestas a potenciales lesiones, cortes e incluso contusiones. Ante la situación, se ha mejorado la protección de las hombreras y los cascos, pero para muchos el problema está lejos de ser resuelto. Sin embargo, las habladurías no han detenido a la Legends Football League, que ha abierto ligas en Canadá y Australia; e incluso tiene planes de exportar su modelo a nuestro país y Asia.
La liga seguirá generando opiniones encontradas, las mujeres continuarán dejando el alma en el emparrillado y nosotros persistiremos como fanáticos del deporte.