Difícil de creer: Las mentiras más grandes del mundo
Soy coleccionista de datos, no me guardo la duda de alguna materia y me gusta cuestionar lo que nos han enseñado. Así, he acumulado lo que llamo “las mentiras más grandes del mundo” y aquí comparto algunas.
Los Harlem Globetrotters no son de Harlem
Este equipo de baloncesto que mezcla el deporte con entretenimiento, acumula 24 récords guinness y son conocidos en todo el mundo, pero el equipo no nació en el barrio de Harlem, Nueva York; fue en Chicago que Abe Saperstein lo formó y quien le dio el nombre de Harlem Globetrotters debido a que Harlem era el centro de la cultura afroamericana y si los relacionaban con Nueva York les daría un aire cosmopolita. En 1926 fundó el equipo y tuvo su sede principal en Chicago hasta 1976.
El cinturón de castidad no se usaba en la Edad Media
Por más que hemos visto ilustraciones y objetos de metal con esa forma para evitar que una mujer fuera penetrada por otro hombre que no fuera su marido, mientras éste andaba en la guerra, lo que apuntan las investigaciones es que tal objeto pertenece a la ficción de la literatura medieval. El cuestionamiento principal señala que el cinturón provocaría infecciones mortales a las mujeres que lo portaran por meses o años. Incluso los cinturones de castidad expuestos en varios museos de Europa son recreaciones y no objetos que alguien haya usado.
El corazón no se enamora
Es muy romántico pensar que el órgano responsable de bombear la sangre por todo el cuerpo, también acumula o almacena amor. La realidad es que el amor, el enamoramiento y otros sentimientos no residen ni salen del músculo cardíaco, lo más acertado sería decir que el amor nace, vive y muere en el cerebro donde se genera la química del organismo que acompaña a las emociones. Cuando decimos que hubo química entre dos personas es porque segregaron las sustancias que los animó a compartir.
Los dientes blancos no existen
Al menos los dientes naturales reflejan un color amarillento y no blanco. La razón es que el esmalte de nuestros dientes es translúcido y casi no presenta color alguno, entonces permite que se transparente la dentina que es una sustancia que forma la capa interna de los dientes, la cual es amarilla. Los especialistas dicen que entre más amarillos estén unos dientes limpios, sin estragos del tabaco y el café, más sanos y fuertes son.
El queso gruyere no tiene hoyos
Es algo que tenemos en la mente, si vemos un queso con orificios pensamos que es gruyere, pero no es así. El gruyere original es de Suiza y no tiene agujeros, lactosa ni gluten. Desde 2010, Suiza posee la denominación de origen del queso que elabora con un proceso artesanal desde el año 1115. Entonces el queso más famoso que sí tiene hoyos es el emmental; después de tantas investigaciones se llegó a la conclusión que los hoyos son provocados por partículas diminutas de heno que se acumulan en las cubetas que se utilizan para recoger la leche con la que se elabora. Esas partículas hacen los hoyos más grandes con el tiempo de maduración.
Los girasoles no siempre siguen al sol
Estas flores tienen un reloj circadiano que les indica los momentos en que deben girar, pero no lo hacen siempre. Solamente los girasoles jóvenes se mueven siguiendo el sol, pero cuando alcanzan la madurez dejan de hacerlo y se quedan estáticos para siempre viendo hacia el oriente, es decir al punto donde el sol nace.
Las neuronas no se regeneran
Sin ser especialistas, neurólogos, neurofisiólogos, médicos o anatomistas, damos por hecho lo que alguna vez nos enseñaron o leímos. La realidad es que nuestras neuronas mantienen un buen ritmo de regeneración de unas 1400 neuronas nuevas cada día. Con esto dejamos a un lado el mito de que nacemos con un número de neuronas para toda la vida. Lo que sí habría que aclarar es que con el paso de los años, se regeneran cada vez menos neuronas a diario. Difícil de creer.
