Compartir
Suscríbete al NEWSLETTER

Cuando los Rolling Stones se volvieron locos en la Mansión Playboy

Por: Jafet Gallardo 17 Ene 2020
Por @eugeniarevoreda Sus Satánicas Majestades The Rolling Stones siempre se han caracterizado por ser irreverentes y descontrolados, esta banda ha conquistado los corazones […]
Cuando los Rolling Stones se volvieron locos en la Mansión Playboy

Por @eugeniarevoreda

Sus Satánicas Majestades The Rolling Stones siempre se han caracterizado por ser irreverentes y descontrolados, esta banda ha conquistado los corazones de millones de personas alrededor del mundo y actualmente hace eco en todos los rincones por sus historias y su música que ha llegado a conquistar los corazones de generaciones recientes.

El tour de 1972 en Chicago y su llegada a la Mansión Playboy

En el 72 asistieron a un tour que dieron en Chicago, en aquella época, el denominado ‘drogas, sexo y rock n’ roll’ se encontraba en su máximo esplendor. Aquí, en la Mansión Playboy, se vivieron las fiestas más alocadas y salvajes que fueron descritas en el libro Viajando con los Rolling Stones del periodista Robert Greene.

Según él, aquí se llevaron a cabo todas las fantasías que alguien jamás pudiera imaginar, además de moverse en el ambiente, grandes cantidades de estupefacientes. Greene describe: ‘Los Rolling eran como una jauría de animales que se pasaban a las chicas como se pasaban de boca en boca los porros’.

keith-richards-rolling-stones-playboy-bunny

En Chicago, en la casa que Playboy construyó de piedra marrón y ubicada en una tranquila calle arbolada, lugar al que Hugh Hefner llamaba casa, la escena se desarrollaba en una gran fiesta que se celebraba en la habitación principal del lugar o Palace Museum, durante la gira mundial de los Rolling Stones en 1972.

Sus Satánicas majestades haciendo de las suyas

Keith Richards se encontraba recostado sobre un sofá gigante de felpa, lucía unos pantalones vaqueros con estoperoles, botas de leopardo, el cabello alborotado y gafas rojas de sol. ‘Míralo, haciendo gala de la brecha generacional. Es el sueño de mi padre, sí que lo es’, comenta acerca de Hugh Hefner.

rolling 3

Frente a él, el resto de los integrantes de la banda se acomoda en algún lugar. En la estancia Hefner está sentado en un sillón de piel negra que se encuentra colocado justo debajo de un Picasso, vestido con su inigualable bata de satín roja y una pipa que deja ver el logo del conejito blanco.

Hugh está rodeado de una flota de señoritas voluptuosas vestidas de conejo y cada una se acerca a la banda para saludarles de la manera en la que sólo ellas saben.

playboy 3

Conversación con una conejita

En este lugar el tiempo pasa lento y aquí el entonces reconocido periodista Robert Greenfield inicia una conversación que da forma y aspecto a lo que se vivió en la Mansión Playboy durante la gira de los Rolling Stones:

‘Me encontraba lejos y no sabía que hacer, solamente observaba, Mick y Keith estaban recostados en un sofá, rodeados de esculturales mujeres. De pronto, una conejita llevó a la otra y finalmente terminé rodeado de algunas. Una de ellas me preguntó:

– ¿Eres de este planeta?

– ¿A qué te refieres?

– Bueno, la manera en la que estabas sentado allí, simplemente mirando. Parece que esta fiesta no tiene nada que ver contigo. ¿No te estás divirtiendo?

De pronto una de ellas gritó: ‘¿Ya no quedan más ‘beans’ por allí?

– ¿A qué te refieres con ‘beans’?

– <Oh, vamos. Qualudes, quacks, los ‘beans’ son mi segunda droga favorita.

– ¿ Y la primera?

Ella sonrió y agarró una cuchara delgada que colgaba de su cuello. La conversación sufrió un giro inesperado y sonaba como si se estuviera dando un taller sobre abuso de drogas.

– Fue demasiada ‘coca’, pero ya no más. Un par de viajes con ácido… te pagan 50 dólares al mes por vivir en la mansión y tienes que comprar tu comida…

Una madrugada más

A las 4 am, Willie, el hombre del equipaje se encontraba jugando en la mesa de billar. Charlie Watts observaba atentamente y susurraba; ‘Fanástico… Willie es… muy bueno’, mientras el ambiente se llenaba con música de King Curtis.

‘Tengo que irme’ -dijo una conejita- ‘están organizando un baño romano en la alberca y me ordenaron asistir’.

A la mañana siguiente una conejita de nombre Mercy, quien tenía el cabello plateado, ojos angulosos y una sonrisa de anuncio de pasta dental y había sido nombrada como playmate comentó: ‘Oh dios, normalmente soy la más recatada pero anoche ufff, tengo moretones y mordidas en todo mi trasero. ¡Oh! y mañana también es mi cumpleaños, me siento como Cenicienta’.

Mick Jagger y Keith Richards

Cada show en Chicago fue seguido de una fiesta en la Mansión Playboy. Mick Jagger se encontraba desenfrenado seguido de Keith Richards y otros mientras su semblante reflejaba el estupor del alcohol. Ambos se metieron a una habitación llena de señoritas voluptuosas vestidas de conejo que rondaban en las salas del lugar.

rolling 2

El lugar se encontraba lleno de turistas ricos que habían escuchado que los Rolling Stones se encontraban allí. Todos pedían las bebidas más exóticas y caras. De pronto, Mick Jagger sale de la habitación junto con Mercy y ordenó al camarero que le trajera el Lafite- Rotschild ’61.

‘No sé qué es lo que quieren’, -me dijo Mick Jagger con voz cansada-, ‘me refiero a los críticos de discos en general. Ponemos en un disco una canción que puedes escuchar temprano por la mañana y otra que puedes escuchar antes de dormir y dicen: “el lado dos es el único que se puede escuchar sin tener en cuenta el estilo rockero”, es decir, ¿no los puedes complacer a todos y ya?, ¿no se pueden conformar con algo sencillo y ya?’.

Más tarde, en punto de las 3 am, en la Mansión Playboy. Hugh Hefner y Bill Wyman construyeron una relación de amistad que surgió en un juego de backgammon. Sentados a lo largo de una mesa de madera, ambos jugaban como caballeros partida tras partida. Entre sesiones de plática y música, Hef dijo: ‘seguro, siéntete libre de hacerlo, prque incluso, ya tuvimos a Buddy Rich y a su banda de veinte integrantes aquí’.

Noche de drogas, incendio y rock n’ roll

Keith Richards y Bobby Keys se encontraban en la escalera de la mansión que llevaba hacia la alberca y ambos abordaban a una chica a la que le preguntaban: ‘Bueno, qué tan enferma estás en realidad?’… Mientras sorbía otro trago de su Tequila Sunrise y se frotaba la nariz… Acto seguido, Moon y Keith Richards salieron del baño de una habitación a la que le salía humo, ambos terminaban de darse un gran coctel de estupefacientes y riéndose gritaban: ‘sí hermano, hemos prendido fuego a la habitación’.

Como la prensa llamó a la histórica gira de los Rolling Stones en 1972

Así transcurrieron las noches en la Mansión Playboy durante la gira de los Rolling Stones en Chicago en el año de 1972, días a los que la prensa llamó ‘3 días de orgía durante el tour de los Rolling Stones‘.

Fuentes: Wired.com

RollingStones.com

Libro: Robert Greene Viajando con los Stones.

Te recomendamos
Foto perfil de Jafet Gallardo
Jafet Gallardo DIGITAL EDITOR Me gusta capturar historias en video y escribir mis aventuras de viaje. El conejito se volvió mi mejor amigo.
Descarga GRATIS Calendario Revive el Poder 2024
Calendario
Descarga AQUÍ nuestro especial CALENDARIO REVIVE EL PODER 2024.
Suscríbete al Newsletter
¡SUSCRÍBETE!
¿QUÉ TEMA TE INTERESA?