Los 10 métodos anticonceptivos más bizarros de la historia
Si alguna vez has experimentado la pereza de tomar la píldora anticonceptiva diaria o has sentido la incomodidad del siempre delicado momento de ponerse un condón, te encuentras en el lugar correcto.
En este recorrido, exploraremos algunos de los métodos anticonceptivos más oscuros, curiosos y hasta peligrosos de la historia. Desde prácticas extravagantes hasta soluciones francamente inusuales, este viaje en el tiempo te ofrecerá una perspectiva única sobre cómo las sociedades del pasado afrontaron el desafío de evitar el embarazo. Después de sumergirnos en estas historias intrigantes, seguro apreciarás las opciones modernas del siglo XXI con un nuevo nivel de gratitud.
1. Acuclillarse y estornudar
En tiempos de la antigua Grecia, la creencia arraigada sostenía que dar saltitos y agacharse justo después de un encuentro íntimo actuaba como una especie de barrera para los valientes espermas, impidiendo su acceso al útero de las damas. ¡Imagina la escena!.
2. Agua de herrero
En su afán por encontrar métodos anticonceptivos, los antiguos griegos no se conformaron solo con la técnica de brincar y agacharse; también abrazaron la peculiar práctica de consumir los residuos tóxicos de los herreros, es decir, el agua empleada para enfriar sus herramientas.
En cierta medida, podría decirse que este método era efectivo, ya que contenía una alta dosis de plomo. Sin embargo, los efectos secundarios eran tan desagradables como peligrosos, incluyendo náuseas, insuficiencia renal, convulsiones, coma y, en casos extremos, la muerte.
Lo más sorprendente es que una versión de esta técnica persistió hasta la Primera Guerra Mundial, cuando las mujeres se ofrecían como voluntarias en fábricas con plomo, con la esperanza de mantenerse estériles. ¡Una solución realmente extrema con consecuencias asombrosas!.
3. Testículos de comadreja
Durante el Oscurantismo europeo, la creencia curiosa era que una mujer podía protegerse de embarazos indeseados atándose testículos de comadreja a la pierna.
No obstante, es innegable que pocos elementos podrían disipar la pasión más rápidamente que descubrir que la dama de tus sueños lleva colgando de una pierna los testículos de un pequeño mamífero. ¡Un método sin duda peculiar, aunque quizás no tan efectivo en el ámbito romántico!.
4. Excremento de cocodrilo
Los antiguos egipcios tuvieron un comienzo prometedor al darse cuenta de la importancia de establecer alguna forma de barrera para evitar embarazos no deseados. Fue un momento iluminado en la historia de la humanidad, aunque la brillante idea se apagó rápidamente cuando surgió la idea de que la barrera ideal sería una combinación de miel con caca de cocodrilo.
Afortunadamente, lo que perduró no fue la práctica en sí, sino el concepto, que evolucionó hacia formas más prácticas y menos desagradables, como el desarrollo del diafragma. ¡Una muestra de cómo las ideas pueden evolucionar para mejor a lo largo del tiempo!.
5. Intestinos animales
En otras palabras, el condón original. Antes de los preservativos con sabores exquisitos (donde los gustos no tienen conflictos), las opciones eran un poco más rústicas, como los intestinos de animales.
7. El limón
El método involucraba medio limón, del cual se extraía la pulpa para luego ser insertado en la vagina.
La cáscara del limón actuaba como un capuchón cervical improvisado, y el ácido del jugo se consideraba un espermicida potente, por lo que la idea no era tan descabellada.