Existen una gran cantidad de requisitos para entrar a la banda de moteros Hells Angels. Numerosas pruebas se tienen que pasar con el fin de pertenecer; pero sin duda, la más extraña es la llamada “Alas Rojas”, donde el hombre en cuestión debe hacerle sexo oral a una mujer mientras está menstruando.
Para muchos ese punto sería suficiente para desistir entrar, pero para un grupo esta actividad significaría el mayor placer posible. Se trata de las personas que tienen Menofilia, que es la atracción intensa de un individuo por una mujer que está menstruando.
No se trata de un gusto descontrolado por la sangre, como el caso de Richard Chase, asesino serial conocido como “El vampiro de Sacramento”, por su intenso deseo de beber de la sangre de sus víctimas. Más bien, es una atracción hacia cualquier aspecto relacionado con la menstruación, que puede ir desde el gusto por tener relaciones con una mujer en sus días, hasta la atracción hacia el sabor, color y olor de la sangre menstrual.
No siempre implica un amor por la sangre, muchos de los que presentan este fetiche se sienten atraídos por el estado de ánimo de ellas durante ese tiempo del mes, las hormonas provocan que aumente la libido y aprovechan el “lubricante gratis”.
Además, no sólo se limita a los hombres, Mark Griffith, doctor inglés, cita el caso de una mujer atraída por su propia sangre:
“[…] para mí es excitante, emocionante, un deleite visual. Ha sido de esta manera desde que era joven, cuando sangraba de la nariz o alguna visión de sangre me excitaba; me sentaba frente al espejo y miraba las gotas rojas correr sobre mi cara”.
El tabú que gira alrededor de la menstruación ha hecho que en la ciencia el estudio sobre esta filia todavía sea nulo. No se conoce con exactitud las razones de este particular gusto ni el número de personas que son amantes; pero es un hecho que se trata de uno de los fetiches más extraños.