Tatuajes: la evolución de las técnicas

Desde épocas milenarias, el tatuaje se ha enfocado a plasmar símbolos u objetos del entorno, como fue el estilo tebori japonés, donde mayormente se usaban colores vivos y los dibujos estaban inspirados en la naturaleza y en elementos como tierra, agua, fuego, viento, animales y creaturas mitológicas como el pez koi, los dragones y el perro fu, entre otros.
Los maoríes, en cambio, con su tatuaje facial y corporal, utilizaron grecas tribales para adornar su cuerpo y cara, tejiendo una historia personal en cada marca a su piel simbolizando jerarquías ceremoniales.
Posteriormente, al inventar la máquina eléctrica de tatuaje, los estilos empezaron a variar integrando colores en los diseños y pasar del tribal al tradicional americano y old school. Al experimentando con técnicas de dibujo, estas se mejoraron junto con las máquinas y tintas, haciendo que la disposición de una gama más amplia de colores que dieron inicio a la nueva era de diseños en dos dimensiones.
Más adelante, los diseños más elaborados de Don Ed Hardy, Sailor Jerry, el trabajo en sombras de Fredy Negrete y Tom Renshaw, le dieron el realismo al tatuaje en grises, por nombrar algunos.
Así llegamos a la nueva escuela, tan popular en estos días, que contiene el estilo biomecánico y orgánico con sus texturas y colores contrastantes. La caligrafía, con sus adornos y el neo tradicional que realiza diseños de gran realismo añadiendo más color, sombras y volumen.