“Ser trans no es un juego”: lo que personas no binarias opinan de la FaceApp
No a todos les divierte la FaceApp. En los últimos días, millones de personas alrededor del mundo han jugado con esta aplicación para descubrir cómo se verían si pertenecieran a un género que no es el suyo.
Sin embargo, quienes llevan una vida peleando por ser reconocidos como mujeres y hombres trans, además de las personas que no se consideran binarias, es decir, que no se sienten identificadas con lo femenino o lo masculino, y más bien toman características de cada uno o dan lugar a un tercer género neutro, no han caído en la tentación de descargar el filtro digital.
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Para esos individuos, la FaceApp trivializa un proceso que representa muchas horas de terapia psicológica, un proceso de aceptación y, en algunos casos, tratamientos hormonales y hasta intervenciones quirúrgicas.
“Ser trans no es un juego”, establece Iker, rescatista de 21 años que se autodefine como una persona transmasculina no binaria, “para mí, fue un proceso muy doloroso, porque para entender mi identidad y la forma en la que quería expresarla, tenía que ir contra una sociedad que ha normalizado el cispassing; o sea, que no se te nota lo trans”.
Iker: “para mí, fue un proceso muy doloroso, porque para entender mi identidad y la forma en la que quería expresarla, tenía que ir contra una sociedad.”
Segundo lugar en transfobia
Lo que para algunas personas representa una fotografía divertida que suma likes en el #faceappchallenge, para otras podría significar una condición de vida que les acarrea diferentes manifestaciones de odio.
De acuerdo con el Observatorio de Personas Trans Asesinadas, México es el segundo país con más asesinatos de mujeres trans en el mundo, documentándose 257 de 2008 a 2015. Solo por debajo de Brasil con 868 casos, según dio a conocer InformadorMX el año pasado.
Aún más preocupante, coinciden las personas entrevistadas, si tomamos en cuenta que esta semana el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que ignoraba la existencia del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED) y hasta se pronunció por su desaparición.
El CONAPRED fue creado en 2003 y entre sus principales funciones, destaca la de promover el uso no sexista del lenguaje y el derecho a la no discriminación.
Alejandro Muñoz tiene 22 años y se considera autigender, una persona no binaria que además convive con el autismo. Fue precisamente esta condición lo que hizo que fuera víctima de conductas discriminatorias desde la niñez.
“Inclusive hice la secundaria abierta porque hasta los profesores me acosaban”, recuerda.
No ha utilizado ni piensa utilizar la FaceApp porque “trivializa las vivencias trans, ya que reducen el ser una morra a cumplir con ciertos estereotipos de género”. Entre ellos, el cabello largo en las mujeres y la barba y bigote para los hombres.
Alejandro Muñoz: “Inclusive hice la secundaria abierta porque hasta los profesores me acosaban”
Además, subraya, “mientras la gente juega a ver cómo lucen de mujeres, entre comillas, una mujer trans sufre de disforia porque no cumple con el estereotipo”.
Disforias que matan
La disforia de género se define como el disgusto, desajuste o malestar que un individuo presenta con el sexo biológico que le ha correspondido. Algunos casos llegan a consecuencias trágicas.
Un estudio realizado por la Universidad de Pittsburg y publicado en la Revista Americana de Pediatría, reveló que el 84.8% de un grupo de 1,148 adolescentes transgénero entrevistados, reconocieron haber tenido pensamientos suicidas, mientras que el 72.5% dijo que ya había planeado cómo hacerlo.
Se llama por decisión propia Liebrx Xochiquetzal, tiene 23 años y es artista visual. No ha usado la FaceApp ni piensa hacerlo, “porque sé que puede detonarme ciertas disforias a las que no quiero enfrentarme porque me lastiman”.
Liebrx Xochiquetzal: “Mido casi dos metros, tengo barba y las piernas larguísimas, pero uso vestidos.”
En sus poco más de dos décadas de vida ya ha tenido que lidiar con muchos problemas de género hasta que se encontró con lo no binario.
“Se me intentó criar como varón, pero siempre he odiado la ropa de varón. Para mí, lo normal era ver a mi mamá utilizar tacones y maquillaje, ese era mi ideal. He sido víctima de violencia por las múltiples lecturas que tiene mi cuerpo. Mido casi dos metros, tengo barba y las piernas larguísimas, pero uso vestidos. Siempre estoy en la mira y para la gente, soy la machorra o el marimacho. Honestamente, me cansa ser un cuerpo en resistencia”, comenta.
El diputado de la diversidad
Falta mucho en términos de aceptación y diversidad.
Para el diputado morenista por el distrito 9 del Congreso de la Ciudad de México, Temístocles Villanueva, “no se puede aspirar de un piso parejo si no hablamos de una igualdad sustantiva”.
Abiertamente gay, tanto en su oficina como en su perfil en Twitter, el legislador exhibe la bandera de arcoíris como un símbolo de su compromiso con los sectores vulnerables de la población que gobierna.
Victoria Volkóva: “Todos somos parte de una diversidad”.
“Yo promoví que el mes de junio se instaurara como Mes del Orgullo, pero aún así, es sorprendente (que llame la atención), porque desde los años 90 contamos con legisladores de la diversidad sexual. Después, dejaron de existir durante un tiempo porque los partidos se centraron en las cuotas que les dejaban votos y se olvidaron de la población LGBT”, manifiesta en entrevista.
Para Villanueva, “No soy el único representante de la Diversidad Sexual, también hay en el Senado de la República y en la Cámara de Diputados”.
“Yo promoví que el mes de junio se instaurara como Mes del Orgullo, pero aún así, es sorprendente (que llame la atención), porque desde los años 90 contamos con legisladores de la diversidad sexual.”
En su equipo trabaja una mujer trans. Una chica que además es de origen indígena y tiene una discapacidad.
“Muchas de estas personas se ven obligadas a dedicarse al trabajo sexual y por eso hay que generarles oportunidades”, considera.
La FaceApp no es divertida para todos, concluyen las personas entrevistadas. Más allá de los rumores que advierten el robo de datos personales o de identidad, hay quienes ven en su uso la trivialización de una lucha que tiene en la pintora danesa Lili Elbe, la primera en someterse a varias operaciones de reasignación de sexo, que le costaron la vida en 1931, a una de sus representantes.
El actor británico Eddie Redmayne, protagonista de la película The danish girl sobre la historia de Elbe, dijo una vez en una entrevista: “Ser uno mismo es una de las cosas más complejas que existen”.
