Tener una novia robot ya no es el argumento de una película de ciencia ficción. Puedes adquirir una androide de compañía por menos de 200,000 dólares en el website de Realbotix. Alguien con quien hablar, que te escuche y te ayude a enfrentar esta epidemia de soledad que parece atacar al mundo… pero al que tendrás que poner a cargar antes de que se quede sin batería.
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“Vimos una oportunidad de crear una encarnación similar a la humana para la IA específicamente para la interacción social y el compañerismo”, dice Matt McMullen, Fundador y CEO de Realbotix, en un cuestionario que le hizo llegar Playboy México. “Para mí, como artista, hacer robots era el paso lógico que quería dar”.
La compañia fundada en 2016, de acuerdo con su website, ofrece al comprador “Robots con IA para compañía, entretenimiento y atención al cliente. Nuestros robots con apariencia humana permiten interacciones sociales excepcionales en diversos entornos”.
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Matt McMullen ha liderado la creación de robot desde 1997, combinando su expertise en temas de innovación, así como su manejo de Inteligencia Artificial y desarrollo de efectos especiales en Hollywood.
Los robots de compañía de la línea Real Doll, desarrollada por Realbotix, cuentan con reconocimiento de voz y conductas programables que se ajustan a petición del comprador.
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Sus prototipos femeninos llevan nombres inspirados en el mundo de la música: Aria, Melody y Lyrica, entre otros. Físicamente, explica el creador, “el diseño de la mayoría de los personajes no presenta ninguna referencia específica a personas reales, aunque también he hecho réplicas de personas, con el debido permiso concedido de los humanos, por supuesto”.
Cortesía: Realbotix
En su página web, Realbotix expresa que pueden replicar personajes históricos, celebridades o peticiones especiales de los clientes.
Entre los usos que pueden tener las androides, destacan las activaciones publicitarias, cuidado de la salud, comunicación empresarial y, sobre todo, la compañía en todos los sentidos. Dependiendo del modelo, que puede incluir una cabeza, un torso o un cuerpo completo con diferentes tipos de acciones y movimiento, las y los robots pueden tener una batería que rinde entre cuatro y ocho horas, dependiendo del uso. No cabe duda que el amor robótico tampoco es eterno.
Pero tampoco es que las novias robóticas sean completamente independientes. Explica su creador: “Tratamos de equilibrar la libertad de tener una conversación sobre cualquier tema con capas de barandillas de seguridad para evitar conversaciones o consejos no deseados”.
Aunque prefiere mantener en secreto la mayor cantidad de información respecto a quienes ya han adquirido una “novia robótica” como las que fabrica, McMullen sí tiene algo qué decir respecto a quienes han incorporado la Inteligencia Artificial a su vida del modo que Realbotix lo presenta.
“De nuestros clientes, diría que están a la vanguardia de una nueva era. Y nos encanta hacer realidad sus sueños”, escribe.
Ahora, la reticencia, en muchos casos miedo, que algunas personas le tienen a la forma en la que la tecnología, especialmente la Inteligencia Artificial, ha ido penetrando en nuestra existencia, para el CEO de Realbotix resulta injustificada.
“Hay que abrazar al futuro, en vez de darle la espalda”, subraya.
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Cortesía: Realbotix
Aunque haya quienes piensen que los robots nos quitarán nuestro trabajo; o, peor aún, que las máquinas organizarán una rebelión contra los seres humanos, pese a lo que dice la Primera Ley de la Robótica de Isaac Asimov (“Un robot no hará daño a un ser humano, ni por inacción permitirá que un ser humano sufra daño”), el también conferencista en materia de Ética y IA, sostiene que no existe nada qué temer.
“Creo que casi todo lo que alguna vez leíste en libros de ciencia ficción inevitablemente se convirtió en realidad de una forma u otra. Como seres humanos, somos una especie muy creativa y llena de imaginación, y estoy seguro de que inventaremos nuevas cosas sobre las qué escribir. Cosas que inspirarán a las futuras generaciones de creadores. En lo personal, tengo la intención de seguir desarrollando y perfeccionando todo lo que hemos trabajado tanto en crear durante la última década. El futuro es realmente emocionante”.
¿Cómo te vendría una novia robot? ¿Le regalarías flores? ¿Celebrarías su aniversario con una serenata? ¿Te atreverías a serle infiel?
O quizá, seas mucho más, como decía Roberto Carlos en una de sus canciones, “uno de esos amantes a la antigua”, y prefieras relacionarte exclusivamente con seres de carne y hueso.
“Un robot con rasgos humanos permite un nuevo nivel de conexión entre las personas y la tecnología. Creo que nos permitirá interactuar de forma más natural, como lo hacemos entre nosotros”, concluye McMullen.