Cierto día decidí hacer una escala en el antiguo café Gran Premio, ubicado sobre la calle de Antonio Caso en la Ciudad de México. Fui caminando por Paseo de la Reforma y aproveché para conectarme a la red gratuita de Wifi, para “googlear” algunas cosas antes de que mis ojos vieran aquel icónico lugar.
Al llegar, me conecté a una red que apenas llegaba a mi mesa, pero funcionaba para encontrar “lugares para tener sexo fácil” en el buscador. Encontré varias opciones como Las Vegas, Miami, Madrid, entre muchos otros.
Cuando llegué a casa y abrí mis redes sociales, comencé a recibir cientos de ofertas de publicidad sobre mis búsquedas, lugares, objetos y descuentos, todo relacionado con mi navegación en las redes gratuitas de Wifi.
Esto no me sorprende, ya que desde tiempo atrás Google se ha encargado de recabar información relacionada con todo lo que hacemos en internet; horarios de navegación, páginas visitadas, lugares de conexión y mucho más. ¿Nos estaremos despidiendo de nuestra privacidad? Probablemente esto ya fue leído por los ojos de Google.
Por Jafet Gallardo @Unmexicanofeliz