Playbill: Los súper zoomicos

El filósofo e historiador venezolano, Arturo Uslar Pietri, tenía un programa en los 80 que siempre arrancaba con el mismo saludo a sus televidentes: “Hola, amigos invisibles”. De ahí tomó su nombre la banda que años después nos pondría a bailar con canciones como Mentiras y Ponerte en 4.
La ciencia ficción especuló, casi desde su creación, con la idea de que eventualmente nos comunicaríamos a través de una pantalla. En Los Supersónicos –la serie animada creada por William Hanna y Joseph Barbera y proyectada en 1962 como la respuesta futurista a Los Picapiedra– la familia resolvía todo a través de llamadas en video. Incluso Ultra, la esposa, tomaba clases de acondicionamiento físico con un entrenador que la ayudaba a ejercitar su dedo índice para poder apretar mejor los botones de sus gadgets, que en realidad era lo único que la humanidad necesitaría en 2062, el año en que el programa está ubicado.
En la segunda parte de Volver al futuro, el Marty McFly de 2015 –una fecha que ya nos suena algo vieja– fue despedido de su empleo a través de una videollamada. De hecho, en la película de Robert Zemeckis se realizan comunicaciones similares a través de unos lentes muy parecidos a los que Google lanzó en su momento.
La expansión del Covid-19 obligó a los seres humanos a comunicarse a través de una pantalla. Según el director operativo de Zoom, la plataforma de videocomunicación que se ha puesto “de moda” durante la pandemia, suma ya más de 300 millones de usuarios. A través de Zoom se desarrollan juntas laborales, clases escolares, catas de vinos, consultas médicas, terapias psicológicas, maridajes gastronómicos, sesiones de yoga, reuniones familiares, fiestas, partidas de póker, conciertos musicales, shows de stand up comedy y –como te lo contamos en esta edición digital de Playboy– hasta orgías.
Se nos dijo que la “nueva normalidad” iniciaría en la medida que empezáramos a salir a la calle.
En lo personal, creo que la nueva normalidad ya estaba ahí desde el momento en que decidimos transportar nuestras dinámicas sociales a un escenario digital. Situaciones como el home office o las relaciones a distancia (el amor de lejos, ya dejó de ser de pen… y pasó a ser de personas conscientes) se revaloraron y ni el eventual hallazgo de una vacuna las desterrará de nuestro día a día.
La única diferencia es que los amigos ya no son invisibles.
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