Más educación sexual y menos tabúes
Con la cantidad de información que tenemos ahora por todas partes, me parece increíble que todavía nos podamos dar el lujo de ser “malos” en la cama.
Me enganché a ver Sex Education, uno de los más recientes hits en plataformas de entretenimiento. Trata de la vida de un adolescente cuya mamá es terapeuta sexual, y de tanto escucharla él sabe mucho más de sexualidad que sus compañeritos pubertos, con lo que termina de terapeuta secreto en su prepa.
El conflicto es que él sólo conoce parte de la teoría, es virgen, y no tiene nada de experiencia al respecto, así que a la hora de la verdad es tan torpe como cualquier otro de su salón.
¿Estamos hablando de adolescentes… , seguro…?
SANDRA CORCUERA: “PARA MÍ EL SEXO NO TIENE LÍMITE”
Lo que se evidencia en la serie y que es una realidad hoy en día, es que no sólo los más jóvenes tienen dudas sobre sexualidad, sino también muchísimos adultos, que en demasiados casos no saben satisfacer a su pareja ni disfrutar ellos mismos tampoco.
¿Qué está pasando en pleno 2020? Para mí está claro: falta de comunicación y demasiada vergüenza y prejuicios infundidos por una cultura retrógrada y de doble moral.
Todavía nos da pena llamar a las cosas por su nombre: pene, vagina, “mi amor, mastúrbame…”
¡Cuántas barreras nos hemos puesto!
Todos queremos disfrutar pero que no se note o que no se sepa, o que no sea con mi pareja porque ella es casta y pura y no puedo imaginar que ya hizo esto antes con alguien más, o mejor hago como que no sé para que no piense que soy una cualquiera… ¡no tiene sentido!
¿Hola, 2020?
¿Por qué hay hombres que todavía aplastan el clítoris como si fuera un botón de videojuego, o lo muerden, ¡o no lo encuentran!?
¿Por qué hay mujeres que todavía no son capaces de decir “más suave, más arriba, me gusta más así o asá”…?
Traemos muchas programaciones que retumban en nuestra mente y nuestro inconsciente: es pecado, eso está mal, es de putas, qué va a pensar si le digo, mejor no pregunto por si no le gustó, si no disfruta no es mi problema, mejor me callo por si se molesta, con tu pareja eso no se hace, a mi ex le encantaba así, etc .
Si se trata de una noche de pasión puntual y no te gusta, no repites y punto. Pero ¿qué tal cuando sucede con tu pareja? ¿Qué pasa cuando no están haciendo “clic” como les gustaría? ¿Qué cuando uno piensa que todo está bien y la otra parte va acumulando descontento y frustración?
Sólo hay un camino: ¡háblalo!
En el sexo no puedes dar nada por hecho, ni lo que le gusta ni lo que no, cada cuerpo funciona distinto, especialmente el de la mujer (si sabes esto, ya estás del otro lado). La regla de oro es hablarlo todo y hacer acuerdos, todo se vale siempre y cuando ambos estén ok, la vergüenza y los prejuicios sólo sirven para separarnos, y en el sexo queremos unión, ¿estamos de acuerdo?
