Hablemos de VIH: Cristal, una problemática psicosexual para la comunidad LGBT
Hablemos del consumo de cristal, ¿Te ha pasado que conoces a alguien que probo el cristal y se enganchó? ¿Alguna vez te han invitado en las apps de ligues a “enfiestar” con “dulces”? o incluso si ya consumes dicha sustancia; ¿Cuándo fue la ultima vez que pudiste disfrutar de tu actividad sexual sin consumo de tal sustancia?… Esto son los escenarios mas comunes que podemos encontrar respecto al consumo de cristal, y más propiamente el consumo de cristal en población LGBT que vive con VIH.
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Poco se quiere hablar sobre el consumo de cristal/sustancias y menos aun se quiere crear una relación directa entre el consumo de cristal y las personas de la comunidad LGBT que viven con VIH, sin embargo; reconocer que existe el consumo de sustancias dentro de las prácticas sexuales en la comunidad LGBT es una herramienta necesaria para poder crear protocolos de salud e intervenir los efectos adversos de esta nueva pandemia en salud mental por la que estamos atravesando en la actualidad.
El consumo de sustancias para incrementar el placer en las prácticas sexuales es conocido como ChemSex, y diversas guías hablan acerca de como reducir los riesgos y daños respecto al consumo de muchas sustancias que se utilizan para este fin, sin embargo; cuando hablamos de cristal las guías clínicas parecen no ser tan especificas o de utilidad para prevenir deterioros psicosocial y daño físico, sobre todo por el alto potencial adictivo que tiene el cristal que además se mezcla con el ejercicio de la sexualidad.
El ChemSex principalmente se caracteriza por ser Cristal + Sexo, o Cristal + otras sustancias + Sexo, el común denominador para hablar de ChemSex es que hay uso de Cristal, debido al desajusto neuroquímico con la dopamina que genera el cristal, para los usuarios de sustancias. De entrada, parece una sustancia amigable y que además facilita el desarrollo y ejecución de fantasías sexuales sin embargo poco a poco va instaurando un mecanismo adictivo a la misma sustancia.
Regularmente quien practica el ChemSex inicia con consumos mensuales ligado a diferentes encuentros sexuales en una misma ocasión o incluso orgías y el sexo a pelo (sin condón). Sin embargo, dependiendo de que tan agradable sean las primeras experiencias, esto puede ir evolucionando y ser cada 2 semanas y regularmente de viernes a domingo, luego cada semana, luego ya el consumo esta presente en días laborales de la semana de la persona.
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En cuanto a problemas psicosociales, las más destacadas tienen que ver con el marcado aislamiento social que las personas empiezan a presentar ya que no les genera satisfacción salir con amistades que no consumen la sustancia, así como también hay una marcada incapacidad para poder tener relaciones sexuales sin cristal que se justifica en pensamientos como “se siente mejor así, con cristal ya no duele, puedo hacer cosas que sin la sustancia no haría”. Mientras que, en estadios más avanzados, la persona empieza a tener problemas cognitivos relacionados a la atención, la memoria y el pensamiento llegando a desarrollar incluso paranoias e ideas de persecución. Además de los problemas relacionados a la productividad laboral, economía y familiar/sentimental.
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Si eres una persona que consume cristal y ya tienes al menos 2 de estos problemas, es importante acudir a un especialista en salud mental y adicciones para que puedan hacer una valoración de la severidad del consumo sobre tu organismo.
Para quienes buscan ansiosamente detener el consumo de cristal, puede resultarles muy frustrante porque las recaídas parecen cada vez mas y mas consecutiva y los efectos de la abstinencia a veces son inaguantables; algunos tips que pueden ser útiles son:
- Pide ayuda psicologica de personal clínico (Cognitivo – Conductual) capacitado en manejo especifico de consumo de cristal. No te desmotives si no ves cambios rápidamente, el detener el consumo de cristal requiere de tiempo, paciente y compromiso de parte del paciente.
- En la mayoría de los casos es importante el apoyo farmacológico que te puede brindar un psiquiatra.
- Identifica cuales son los factores que te predisponen al consumo e intenta alejarte de ellos.
- Intenta desarrollar actividades que te generen nuevas responsabilidades.
- Construye redes de apoyo y recreación (por ejemplo; deporte)
- Si vives con VIH o eres parte del colectivo LGBT, trabaja en los procesos personales pendientes respecto a ti y los traumas complejos que puedan estar latentes.
- Intenta tener prácticas sexuales sin consumo de sustancia, al principio puede parecer no placentero, pero poco a poco se vuelve a recobrar el interés.
- Evita aplicaciones de ligue. En mi experiencia trabajando en el área, la población de hombres gais suele recaer principalmente por los estímulos presentes en aplicaciones de encuentro como la del icono amarillo.
- Trabaja en construir y consolidar vínculos significativos con tu familia o personas significativas, que te hagan sentir que eres valioso e importante.
- ¡INFORMATE! La información nos da la capacidad de poder reconocer cuando sentimos algo y esto nos permite tener una toma de decisión mas certera.
- Es importante que no solo se trata de dejar el cristal, al menos en las primeras fases del proceso lo mas recomendable es alejarse de todas las sustancias incluidas las que son socialmente aceptables como el Alcohol y el tabaco, ya que son sustancias que tienen capacidad de detonar la ansiedad y deseos por consumir cristal.
