Chemsex: cuando las drogas y el sexo se juntan
Sexo, drogas y… parece que el rock and roll es lo de menos. Lo de hoy es el Chemsex. Se trata de un término que define nuestra participación en actividades sexuales bajo la influencia de diversas drogas.
¿Por qué es tan peligroso? Martin Preston, fundador y director ejecutivo de Private Rehab Clinic Delamere, define qué es el Chemsex, cuáles pueden ser los efectos del uso de drogas en las actividades sexuales y, a la vez, el experto subraya el impacto dañino que esto puede tener tanto en la mente como en la salud.
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“El Chemsex, también conocido como ‘sexo por cable’ o ‘fiesta y juego’, se refiere a cuando las personas consumen drogas ilícitas para mejorar su experiencia sexual. Las drogas asociadas con el Chemsex a menudo incluyen estimulantes como la cocaína y la MDMA, así como las metanfetaminas, la cannabis y la ketamina”, explica Preston.
Un subidón de euforia
“Si bien cada una de estas sustancias afecta de diferentes maneras, las drogas asociadas al término Chemsex se usan sobre todo para prolongar la actividad sexual, reducir las inhibiciones y aumentar el deseo. Esto se debe a que, a diferencia del alcohol, estas drogas pueden tener el efecto opuesto a perjudicar el desempeño sexual y, en cambio, lo mejoran.
¿Por qué es tan peligroso practicar Chemsex?
“Al igual que con el abuso de cualquier tipo de sustancia, con el Chemsex existe un gran riesgo de desarrollar una adicción. Esto se debe a que muchas personas que combinan sexo y drogas han revelado que logran un subidón de euforia que les resulta imposible obtener estando sobrios.
“Además, debido a que una persona que practica Chemsex incurre en dos conductas peligrosas a la vez, esta práctica conlleva el riesgo de que el individuo desarrolle una doble adicción, que puede ser extremadamente difícil de supera”.
Martin Preston también señalo que otra de las consecuencias es el desarrollo de una incapacidad para formar relaciones saludables.
“A las nuevas parejas les resulta muy difícil aceptar que el individuo sólo está dispuesto a practicar Chemsex. Las parejas podrían sentir que se están aprovechando de ellas, especialmente si ellos mismos no participan en Chemsex.
La práctica de Chemsex podría generar consecuencias graves.
Consecuencias financieras y emocionales
“Disfrutar exclusivamente de experiencias sexuales en estado de ebriedad también podría conducir a una falta de conexiones físicas con otras personas, ya que nunca están presentes en ninguna de las actividades sexuales en las que participan. Como el sexo es un aspecto muy importante de las relaciones para muchas personas, este podría ser un factor decisivo cuando se trata de iniciar otras nuevas, lo que llevaría al aislamiento y a desarrollar un sentimiento de soledad”.
Otra consecuencia podría ser las dificultades financieras.
“El consumo de drogas puede resultar extremadamente caro. Dependiendo de cómo se lleve a cabo el Chemsex, el individuo podría descubrir que la actividad comienza a hacer mella en su cuenta bancaria. Esto podría, eventualmente, llevarlo a endeudarse o a retrasarse con el pago de sus facturas, lo que tendría consecuencias muy graves”.
Prácticas sexuales extremas
El Chemsex también podría generar una reducción en las inhibiciones.
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“Practicar Chemsex también puede ser peligroso porque reduce las inhibiciones. Esto se debe a que drogas como la cocaína provocan la liberación de altos niveles de dopamina, y se necesita cada vez más sustancia para lograr un efecto elevado a medida que el consumidor desarrolla una tolerancia. Esta acumulación de dopamina conlleva un aumento de la confianza y la energía, conocido como “subidón”, que puede hacer que las personas se sientan casi invencibles.
“Esta sensación de ser indestructible podría llevar al usuario a correr riesgos, como no practicar sexo seguro (que conduce a enfermedades de transmisión sexual o embarazos no deseados), o participar en prácticas sexuales extremas.
¿Por qué el Chemsex es adictivo?
“El Chemsex es una actividad de la que no se habla, pero es muy adictiva. Esto se debe a que quien practica Chemsex experimenta una gran euforia derivada de las droga que utiliza, así como por la actividad sexual. Por esta razón, puede volverse dependiente.
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“Alguien que es adicto al Chemsex asumirá mayores riesgos o participará en actividades sexuales peligrosas, ya que cuanto más lo practica, la euforia inicial que sintió disminuye a medida que su cuerpo se vuelve inmune a los efectos de la droga. Al igual que otras adicciones, el Chemsex es progresivo, lo que significa que aunque la persona sufrirá consecuencias como resultado de su adicción, se verá obligada a continuar de todos modos con ella”.
Consecuencias físicas de Chemsex
Aumento de la presión arterial
Dolores de cabeza y migrañas
Daño pulmonar
Convulsiones o ataques
Disfunción eréctil
