EN LA VIDA EL MAR ES MÁS SABROSO
La temperatura en la Ciudad de México supera los 28 grados; el tráfico, gente corriendo por todos lados, la rutina del día a día, el tiempo, todo hace que caigas en la monotonía citadina. Llego al piso 40 del WTC y veo la increíble vista panorámica que tenemos en la oficina de Playboy México, amo llegar y comenzar a crear historias y compartir con ustedes temas relacionados con el sexo, estilo de vida, viajes, bebidas, música y más.
Ese día terminando mi jornada, decidí vivir una experiencia diferente y hoy comparto con ustedes una aventura que pueden disfrutar con su pareja, amigos o simplemente regalarse un fin de semana para uno mismo.
Aún recuerdo la primera vez que conocí el mar, estaba cursando la secundaria en 1999 y uno de mis primos me invitó al puerto de Acapulco. Cuando llegamos yo estaba maravillado por el lugar, la gente alegre y llena de cordialidad hacia los que llegábamos. Por la noche su vida nocturna nos llamaba y la fiesta se hacía interminable, conociendo personas de todo el mundo. Qué decir de sus paisajes como La Quebrada, La Roqueta o simplemente la costera.
Aquellos momentos los recordé este fin de semana cuando decidí pasar unos días en Resort Mundo Imperial, un lugar que se ha convertido en mis favoritos cuando visito Acapulco. Todo el año hay diferentes eventos: conciertos, exposiciones y convenciones, buena música, excelentes restaurantes como Mizumi donde la comida asiática es una delicia. Además de sus amplias albercas amenizadas, spa y arquitectura, definitivamente tienen que darse un tiempo para dejarse consentir y relajarse.
Mundo Imperial no deja de sorprenderme, y ahora un nuevo integrante dará la bienvenida a los miles de visitantes, que como yo, disfrutan de ir en cada oportunidad. Se trata de la escultura Alma Imperial, una obra esculpida en bronce, la cual fue sometida a un tratamiento a base de ácidos para lograr un color turquesa. Un trabajo del escultor mexicano Jorge Marín, conocido mundialmente por su obra plástica.
En la ceremonia asistieron el Gobernador de Guerrero, Lic. Evodio Velázquez, el Presidente Municipal de Acapulco, C.P. Juan Antonio Hernández Venegas, entre otras personalidades del puerto. El propósito era tener un símbolo de unidad, paz y amor para los habitantes del puerto y viajeros del mundo. Yo creo que lo lograron.
Pocos días y tanto por hacer, pero ya que admiré por varias horas las alas de Alma Imperial, decidí tomar mi propio vuelo y la única manera de hacerlo era en la tirolesa más larga del mundo sobre el mar. Mi vértigo me hacía querer arrepentirme, pero mi deseo y mis ganas eran más que mis miedos.
Llegamos a Xtasea para probar la experiencia de volar a 120 kilómetros por hora, nos colocaron el equipo y revisaron que todo estuviera en orden, conté hasta tres y fui libre por aproximadamente 15 segundos, aunque yo sentí que fue mucho mayor. El tiempo se detenía mientras contemplaba el paisaje, en verdad era lo más parecido a volar en el cielo. Todo quedo en silencio y como si fuera un video en slow motion, transcurría lento, podía escuchar los latidos de mi corazón. Ya sé que parece un fragmento de alguna película de aventuras, pero en verdad eso sentirás cuando lo compruebes en persona.
Quería subirme otra vez, pero tenía poco tiempo, así que el resto de la tarde la pasé en el sol, conviviendo con la gente que al igual que yo salía de lo cotidiano, del tráfico de la ciudad, del exceso de trabajo, de la monotonía. Por la noche decidí cenar en el restaurante La Moda, que se ha convertido en uno de los más visitados por su colorida y fresca decoración ambientada con cuadros, máscaras y hasta un automóvil de colección. ¡No olviden pedir la hamburguesa de 1100 gramos de deliciosa carne!
Fue un fin de semana corto pero muy divertido, donde las actividades cambian y cada vez son más. La próxima vez que decidas visitar Acapulco, déjate conquistar por todos los atractivos que puedes encontrar en Mundo Imperial, tómate una postal en Alma Imperial y compártela.
