Frida Sante y el porno, pros y contras
La mexicana despegó algunas de nuestras dudas respecto a su trabajo: ¿se enamoran las actrices tres equis?, ¿les rompen el corazón (entre otras cosas) ?, ¿a qué edad se retiran?
Esta Frida no pinta con brochas, sino con gemidos. Actriz porno que ha coleccionado orgasmos como sellos en su pasaporte. Rompió fronteras en el cine para adultos. Ha grabado escenas en México, Estados Unidos y Europa, y sus participaciones junto a estrellas de la talla de Nacho Vidal, hablan de lo apasionada y “entregada” que es.
Pero alrededor del mundo del porno existen muchos mitos y Frida Sante nos ayudó a esclarecerlos.
Primero, sí. Se declara ninfómana. Aunque afirma que eso no representa un requisito para ser actriz de cine tres equis. Ni siquiera cree que exista una lista de requerimientos para comenzar en el negocio. Todo se resume a los motivos personales que llevan a cada persona a tomar la decisión: por amor al arte, para volverse famosa o ganar mucho dinero.
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Segundo, las actrices porno no cuentan con ningún tipo de capacitación. Con el tiempo van aprendiendo las técnicas y los movimientos correctos. Lo podemos ver en la película Gemirás antes de morir II, en la que Frida despliega su talento. Nadie le enseñó cómo hacerlo, pero la práctica hizo a la maestra.
“Si llegaste a una grabación es porque antes tuviste relaciones sexuales, todo lo demás lo aprendes por la experiencia”, asegura.
¿Fama? Contra lo que pudiera pensarse, a Frida no la reconocen en la calle con facilidad. Ella disfruta de su vida con normalidad: va al súper, ordena (y desordena) su recámara y platica con su familia en santa paz sin que haya legiones de fanáticos apostadas a fuera de su casa.
Las cervezas de rigor
De entrada, Frida comenta que los actores porno sólo tienen una rutina de preparación que depende de los días que tengan que rodar. En caso de ser diario, la mejor opción es descansar. Pero igualmente existe otra rutina después de hacer las escenas más candentes. Después de bañarse y desmaquillarse, se va con todo su equipo de trabajo por unos drinks o a cenar.
“Es como cualquier otra chamba, acabas un día pesado y quieres ir por unas chelas”, me dice.
Además de los papeles que ha representado en la pantalla, que han ido de una amiga cachonda de Universidad hasta una sexy fantasma, le ha tocado recoger el set después del rodaje, cuando además de actriz funge como productora. Sí, todo el desorden que queda después de un encuentro sexual multitudinario.
¿Cuánto cobra una actriz porno?, le pregunto. A algunas les pagan por rodaje o por escena, no por el tiempo en el que están grabando. En promedio, se mantienen ocupadas entre 3 y 12 horas por jornada. El rodaje más largo en el que ella ha participado se extendió por casi 14 horas, porque realizó varias escenas en el mismo día.
“En el porno o hay horarios Godínez, eso es una parte divertida, ¡porque nunca sabes a qué hora acaba!”.
Gajes del oficio
En el sexo filmado no todo es diversión, como algunos piensan. A la hora de grabar existe un riesgo laboral. A pesar de que ella no ha tenido tantas complicaciones, al grado de llegar al hospital, Frida nos confiesa que sí ha sufrido algunos accidentes.
“En algún anal te puedes lastimar un poquito, porque no estás lo suficientemente abierta, pero nada grave”, dice con toda naturalidad
Ahora, aunque se piense que en el porno sólo se graba y ya, hay toda una planeación detrás de lo que puedes ver en 5 minutos, mientras te das un poco de amor propio. Ninguna toma es sacada de la manga. Las películas cuentan con un guion y todo lo que pasa delante de la cámara es consensuado. Frida es muy enfática cuando aclara que ser actriz porno no es sinónimo de prostitución.
“No existe una relación entre la prostitución y el cine porno, porque en el cine tienes una compañía de producción detrás y una llega ahí por decisión propia”, argumenta.
En ese sentido, en Estados Unidos existen sindicatos que velan por los derechos de los actores de cine para adultos. Sus miembros cuentan con apoyo para resolver sus dudas contractuales, estudios psicológicos y análisis de laboratorio para prevenir el contagio de enfermedades de transmisión sexual, entre otros servicios. En México no cuentan con algo parecido, porque el porno no representa aún una industria tan fuerte como en otros países.
La jubilación de las actrices porno no se da necesariamente por su edad. Por el contrario, a medida que se acercan a la categoría de MILF (Mother I’d like to fuck), muchas de ellas se cotizan más alto. Sin embargo, a cierta edad algunas, como es el caso de Jenna Jameson, se pasan al lado de la producción, el doblaje o se vuelven portentosas empresarias. La idea de Frida es seguir con otro tipo de proyectos en los que ahora está trabajando. La creación de contenidos. Sólo el tiempo lo dirá porque —para fortuna de nuestros ojos— aún tiene muchos rodajes por delante.
Por Cynthia Benítez
