Por Sandra Corcuera
“El amor no existe, el amor es un asco, nunca más me voy a enamorar…” Todos lo hemos dicho más de una vez, pero ¡qué mentira!
Mi jefe está empeñado en convencerme de que el amor sólo da problemas, y que por creer en estos “cuentos” me voy a quedar sola. Y así me lo repite: “soooola, sooooolaaaaaa…”, bien tétrico jaja. Lo que él no entiende es que yo nunca estoy sola, tenga pareja o no. Por un lado están mi familia y amigos, que me quieren y me cuidan, y por otro, lo más importante, me tengo a mí. Aunque suene a tópico, no hay nada que me cause más plenitud, paz y felicidad que estar bien y a gusto conmigo misma.
Mi jefe, por ejemplo, no puede estar solo, no de pareja, sino solo en un cuarto sin ninguna otra persona al lado, en silencio, solo con sus pensamientos. Por eso se llena de trabajo, no se soporta a sí mismo. Eso me parte el corazón, y le digo que ese es su problema, no las mujeres malvadas que lo hacen sufrir, sino que él no se quiere, y así ¿cómo va a poder amar a alguien y ser correspondido de forma sana? No se puede. Pero él prefiere poner la responsabilidad en el exterior, y no hacer nada al respecto, más que huir de las relaciones y rechazar todo signo de amor. Ni si quiera me deja abrazarlo, aunque yo sí lo quiero, y hasta le molesta que se lo diga (algún día ablandaré su corazón, jeje).
A mí me ha ido de la patada, la verdad, he tenido relaciones pésimas, donde me sentí abusada, engañada, maltratada, utilizada, ninguneada, y no me da pena aceptarlo, yo lo permití, y aprendí de ello, ahora sé por dónde no voy a pasar más.
Podría echarle la culpa a mis ex, ellos me hicieron daño, ellos fueron los malditos, yo la pobrecita. Sin embargo, al igual que dos no pelean si uno no quiere, uno no sufre en una relación si se sale a tiempo de ella. Yo me tardé mucho en salirme de varias relaciones muy tóxicas, y acabé muy lastimada, pero también me mostraron partes de mí que debía mejorar y que me han hecho la mujer que soy hoy.
Cada vez que salí de una de estas relaciones espantosas, me di cuenta de algo clave: si permití tanto dolor, fue porque no me valoré a mí misma en ese momento, el problema estaba en mi autoestima. De una manera u otra antepuse a mi pareja a mí de formas muy insanas porque yo no me quería lo suficiente.
Cuando falla tu autoestima:
¿Cómo quererte entonces?
Conócete, date tiempo para saber cómo eres conectando con tus emociones, hazte preguntas, qué quieres, qué te gusta y qué no estás dispuesto a aceptar o a perder. Parece una tontería pero muchos no saben esto de sí mismos porque se embarcan en la inercia de la sociedad, el “deber ser”, lo que los demás esperan de ellos… ¿Qué quieres tú realmente? Consiéntete, date gustos, cuida tu cuerpo, tú eres la persona más importante en tu vida, ¡te mereces lo mejor!
A mí me sirve mucho la meditación y los cursos y terapias de crecimiento personal, hay mucho que aprender de uno mismo; pero cada quién tiene su propio camino, encuentra el tuyo y date cuenta del ser maravilloso que eres, y de todo lo que tienes que ofrecer, hay alguien deseando compartir su vida contigo, sólo tienen que encontrarse…
En caso de crisis me acuerdo de que…