Taco Tasting Room: barra íntima, sabores inmensos
En el corazón del Centro Histórico de la Ciudad de México abrió un nuevo espacio que rompe con todas las reglas de lo que entendemos por un restaurante: Taco Tasting Room. Se trata de un lugar íntimo —apenas 14 personas por turno— en donde una barra es la única división entre el comensal y los chefs.
Desde el primer momento, la experiencia se siente personal y distinta: el equipo que te recibe pregunta tu nombre, te saluda con calidez y realiza una limpia rápida con humo de copal, estableciendo una conexión directa entre quien cocina y quien come. Y, una vez que tomas tu lugar frente a la barra, la experiencia comienza.
El lugar cuenta con una carta de bebidas con y sin alcohol; puedes elegir una para ir abriendo apetito o esperar al primer plato para arrancar con el maridaje correcto. El menú de degustación de 13 tiempos inicia con un granizado de aguachile verde con pepino, acompañado de un Criollo, compuesto de uvas verdes, lima y cilantro criollo. La entrada resulta refrescante para comenzar a preparar al paladar para el festín de sabores, diseñados por el chef Pepe Salinas, mente creativa de Balcón del Zócalo y Director del Departamento de Alimentos y Bebidas del grupo Central Hoteles.
Luego, da inicio este homenaje a la cocina de nuestro país a través de sus diversos ingredientes: los diferentes tipos de maíces criollos, fermentos, productos silvestres y salsas de autor se convierten en los personajes principales en esta barra, en donde el segundo tiempo es una enchilada de mole blanco, corazones de girasol y espárragos. Se trata de un reconocimiento al tradicional mole de Puebla, y mientras te lo sirven hay una historia conmovedora detrás, pero para escucharla te invitamos a reservar tu lugar.
Las tostadas son las siguientes protagonistas del menú. La primera está realizada con toro de atún y lima kosho, y se deshace en tu boca en el primer bocado. La segunda está hecha de ceviche de nopales y cecina de filete sobre aguacate y chicatanas. Vistosa y compleja, juega con las texturas y los sabores terrosos, logrando un contraste con la frescura del nopal. Dos propuestas diferentes que se complementan con el siguiente tiempo: tlayuda de escamoles con puré de haba, nopales y espurilla.
Mientras disfrutas de cada uno de los tiempos, el equipo de Taco Tasting Room se encarga de contarte la historia que los rodea, la inspiración detrás de cada uno de los platillos y lo que estás a punto de experimentar con cada bocado. A la vez, puedes observar cómo cada platillo va tomando forma frente a tus ojos, porque aquí no te ocultan nada, todo está a la vista, y si tienes preguntas, todos están en la disposición de responderte.
Así aparece la quesadilla adobada de langosta al carbón con queso St. Paulin y pico de gallo de mango: un claro homenaje al mar, tanto por el uso de su ingrediente principal como por los sabores profundos y salinos que se quedan en la boca. Y justo cuando crees que nada puede superar esa marea de sabores, el menú da un giro con el taco de gaonera de wagyu cross, servido con una intensa salsa de chiles en aceite.
A la barra llega un antojito tradicional callejero, pero muy al estilo de este lugar: los esquites de rib eye con mayonesa de chapulín, que sin duda te dejan con ganas de probar más. En esta línea de tradicionales, llega el taco de carnitas de lechón, salsa roja y nopales, uno de los favoritos del grupo con el que compartimos experiencia. Y para continuar con sabores tradicionales y puros, un taco de costilla de cerdo en recado negro y aire de cebolla morada, con un gusto salado que queda perfecto en esta experiencia que termina su recorrido de platillos fuertes con una enchilada de mole negro con foie gras y nuez de yaca.
Lo interesante de Taco Tasting Room es que, conforme los platos van pasando, los comensales comienzan a convivir más unos con otros, intercambiando opiniones sobre cada taco, e incluso con un brindis que llega de la mano de un mezcal. Porque esta experiencia también sirve para conectar con otras personas, y hacerlo a través de los platillos crea un sentimiento de comunidad.
El cierre llega con un sorbete de estación y un flan de la casa, este último servido en forma de calavera y sin cuchara, para disfrutarlo de otra manera.
Cabe destacar que el menú va cambiando según la temporada y la creatividad del equipo, por lo que te recomendamos estar al pendiente de su página web y redes sociales. Y si lo que te contamos aquí te abrió el apetito, puedes hacer tu reservación por los mismos medios o por OpenTable. El precio del menú de degustación es de $1,250 y el del maridaje, $850 pesos.
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Más que una experiencia culinaria, el menú de degustación de Taco Tasting Room se convierte en un momento compartido en donde queda claro que “EN MÉXICO NO SE COME UN TACO, SE HONRA.”
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Dirección: Av. 5 de Mayo 47, Centro Histórico de la Cdad. de México, Centro, Cuauhtémoc, 06000 Ciudad de México, CDMX.
