Este restaurante sirve un menú cachondo y afrodisíaco
¿Qué pensaría Sigmund Freud de un comensal que habla sin tapujos de almejas chiludas o describe los candores que nacen después de comer una docena de mejillones?
Seguramente haría un par de anotaciones en su libreta sobre el carácter fálico del molusco y de las connotaciones eróticas de los frutos del mar, tan presente en el imaginario sibarita, dándole razones de sobra para mantener vigente su teoría sobre la sexualidad en la raza humana.
La teoría afrodisíaca
Lo cierto es que un destino como Baja California, bañado por dos mares ricos en ecosistemas marinos, el acceso a una diversidad de mariscos ha mantenido latente ese pulso en las costas del estado norteño.
Langosta, ostiones, percebes y erizos de la costa del Pacífico; almeja generosa, camarón y pulpo del Golfo de California, son ingredientes a la mano de cocineros como el chef Mario Medina, quien ha retomado la teoría afrodisíaca de los mariscos para dar un toque cachondo al menú de su restaurante Úrsula en Playas de Rosarito.
Un toque de picardía
Con flores abiertas y multicolores en las paredes de Úrsula —ubicado en Las Rocas Resort, en el kilómetro 38.5 por la carretera libre de Tijuana a Ensenada—, este proyecto gastronómico de autor ha sido parte clave de la nueva ola de talentos de la cocina que buscan dar una nueva cara y sabor a un destino marcado por la tradición de la langosta servida con mantequilla.
Alimentos afrodisiacos: para comerte mejor
“La idea del menú nació para mostrar las bondades de Playas de Rosarito de una manera diferente, con un toque sensual, donde cada bocado deje una marca especial de lo que es la experiencia gastronómica de este destino bajacaliforniano”, explica el chef con una sonrisa pícara, un claro rasgo de su personalidad.
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“Hay que experimentar, jugar con las texturas y los sabores”.
Cachondez a los sentidos
La atmósfera de Úrsula tiene un grado de intimidad perfecto gracias a una tenue iluminación que cobija el anonimato. Es uno de esos lugares donde te sientes seguro, donde nadie pregunta por antecedentes ni razones, donde hombres y mujeres pueden ser o no famosos, detalle al final sin importancia, porque nadie lleva el registro de ello. Es un espacio de escape ideal para amantes que buscan honrar los viajes de placer. Desde el primer paso dentro, impone la vista del océano Pacífico; majestuoso, dominante.
Cómplices de una noche de pasión
De fondo, el romper de las olas en los acantilados rocosos de la península es un ronroneo tranquilizador. Te pone en el mood. Después de ordenar unas copas de vino blanco, de preferencia un chardonnay del Valle de Guadalupe, uno debe poner atención al menú, no dejarse llevar por los impulsos.
Cada una de las entradas “cachondas” están escondidas entre los platillos clásicos; por ellos elegirlos es como invitar al equipo de cocina a ser cómplices de una noche de pasión.
Todo lo que necesitas saber sobre los alimentos afrodisíacos
De alguna manera, el juego es parte de la idea del chef Mario: ser partícipes de un baile de seducción. Sus lollipops de atún preparadas con sensuales cubitos de atún aleta amarilla sellados a la plancha, cubiertas con ajonjolí y con un baño de salsa de fresa y habanero, es un platillo kinky que hace evidente el deseo y muestra el lado perverso de lo que imaginamos será nuestra noche, más si consideramos la sangre arremolinada por un mezcal de tomatillo y nopal que acompaña a la paletita.
Shots de viagra
Para topar el octanaje de la libido, la segunda entrada del menú promete vigor: el shot viagra, un remedio natural para el deseo preparado a base de erizo, ostión, callo de hacha y una salsa especial para subir la temperatura de la cita.
De acuerdo al orden, sigue la entrada con uno de los reyes de la sexualidad del marisco: la almeja generosa, popularmente conocida como “almeja chiluda”.
Su apodo honra su forma fálica que no a pocos suele generar ese tipo de impulsos que muchos confunden con repugnancia, pero que en las anotaciones freudianas, sólo podrían ser barreras sexuales que impiden gozos prohibidos.
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El chef, articulado en las artes seductoras de la alquimia del fogón, ofrece una la almeja generosa en una versión para aumentar el placer en boca; acompañada con un cremoso de aguacate, cebollitas curtidas y una salsa de siete chiles.
La antesala de la pasión la lleva el percebe en llamas: un aguachile de percebes curtidos en salsa maracuyá.
Tributo al orgasmo
Una tormenta de texturas abre paso a la pasión de una salsa que ofrece un verdadero amarre al paladar. Y como tributo al orgasmo, las conchitas calientes de mejillones al vino blanco con chipotle, chorizo español, alubias y queso panela abren la puerta total al desenfreno.
Sin posibilidad de escape, el menú cachondo del chef Mario Medina cierra con todas las posibilidades a futuro. Revientan las olas con su furia, parecen el clamido de la naturaleza frente a lo inevitable.
A dos cuerpos extasiados en su olfato y gusto, en un lugar paradisiaco en el sur de Playas de Rosarito, solo les falta unir sus carnes para cerrar este contrato de la pasión en Baja California.
