Todo lo que necesitas saber sobre los alimentos afrodisíacos
Ya sea que estés planeando un momento muy especial con tu pareja a propósito del 14 de febrero o simplemente estés en busca de nuevas experiencias en la alcoba, los afrodisíacos siempre son una opción que le pone sabor al sexo. Por ello, el doctor Diego Martínez Conde nos habla sobre la relación entre la alimentación y el desempeño sexual.
Hoy, que la salud es de lo más valorado por la situación mundial, conviene prestar atención a este vínculo. Si quieres mejorar, no solo tu salud, sino además incrementar tu potencia y acción en el “amor” pon atención a lo siguiente que estás por leer.
Así eran los afrodisiacos en la antigüedad, ¡DE TERROR!
La historia de los afrodisíacos
Su nombre se especula viene de la creación de Afrodita (o Venus en la cultura romana) según Hesíodo, la cual emergió de la espuma en el mar Cronos, hijo de Urano le cortó los genitales a su padre y los aventó al mar. Aunque la historia no tiene nada de afrodisíaco, este puede ser el mito sobre el que se cree que los mariscos son alimentos que despiertan el apetito sexual.
Muchas otras culturas también han buscado incrementar tanto el desempeño físico, como el deseo y placer sexual con un sinfín de alimentos, tanto animales como vegetales. Aztecas, mayas, anglosajones, chinos, japoneses e indios, entre otros, contaban con consejeros en este particular aspecto para líderes políticos o miembros de la realeza e incluso para sus guerreros, y de aquí se han pasado para la población en general hasta llegar a nuestros días.
Mecánica del deseo
Existen diferentes mecanismos por los cuales determinados alimentos ayudan al placer sexual, a incrementar el deseo o a mejorar el desempeño físico durante el coito, por ejemplo:
- Incremento en el riego sanguíneo, vasodilatador e incremento muy ligero de la Frecuencia Cardiaca y de la Tensión Arterial.
- Incrementando los precursores de neurotransmisores (triptófano, tirosina) responsables de la felicidad y del placer (serotonina, noradrenalina y dopamina).
- Incrementando precursores de hormonas sexuales como el colesterol (testosterona, progesterona y estrógenos) y de algunos minerales o vitaminas (zinc, selenio, magnesio, vitaminas. B12 y D3, coenzima Q10 y ácidos grasos omega 3 [DHA y EPA]) indispensables para su fabricación.
Los estudios más fidedignos sobre la potencia sexual están mayormente realizados en animales como ratones y conejos y pueden medir la frecuencia del acto sexual, la firmeza de la erección y la reducción del período de latencia; es decir, disminuir el periodo entre eyaculación y erección. Estos parámetros anteriores son de lo más ansiado para algunos amantes ya que permiten faenas mucho más largas y placenteras, desde luego.
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¿Cómo afecta la comida tu vida sexual?
Los afrodisíacos favoritos
La lista de alimentos a los que se les atribuyen “poderes” afrodisíacos es bastante larga; sin embargo, sí hay algunos que son unánimes y aparecen en la mayoría de estos listados, además de que algunos cuentan con un robusto respaldo científico.
Los mariscos crustáceos y moluscos siempre se han considerado alimentos que incrementan o mejoran el apetito o deseo sexual. Muy probablemente por el alto contenido de zinc que contienen, ya que es fundamental para la adecuada producción de espermatozoides y la salud prostática.
Tubérculos como la maca, el ginseng y sus ginsenósidos (Rg1) los cuales tienen bastante evidencia como mejorador de la potencia sexual en animales, así como el jengibre que también cuenta con alguna evidencia sobre su efecto afrodisíaco.
Las hierbas y especias (canela, pimienta, cayena, anís, ortigas, ajo espárrago) se han usado desde hace milenios en varias culturas para aumentar el deseo y la potencia sexual.
No hacen milagros
Desde luego no sobra decir y recalcar que el adecuado aporte de nutrientes a través de la alimentación y del estilo de vida es el mejor aliado para toda la cuestión tanto física como emocional de lo que puede ser afrodisíaco.
Por lo anterior se sobre entiende que la alimentación realmente saludable es esencial para la más óptima salud y que no hay nada más afrodisíaco que una persona realmente sana en su estilo de vida.
La palabra afrodisíaco toma una definición mucho más inclusiva cuando además del cuidado de lo que llevas a la boca pones atención a tu dieta mental, tu balance emocional, tu calidad del sueño y por supuesto la actividad física y ejercicio que realizamos día con día.
Es exclusivamente con el balance adecuado de estos elementos que existe una salud completa y, por lo tanto, solo así es como tu apetito, deseo y desempeño sexual pueden estar en su más óptimo nivel.
