Cuando hablamos de VIH normalmente pensamos en todos y cada uno de los mitos y mentiras que se han contado a lo largo de estos 40 años de pandemia, lo cual aun sigue alimentando el estigma y la discriminación hacia quienes vivimos con VIH. Entre los mitos mas comunes y que no solo incrementan la serofobia sino también la homofobia y el miedo a la muerte podemos destacar los siguientes:
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La represión de nuestra vida sexual puede generar alteraciones psicoemocionales que pueden incluso modificar la forma en como vivimos la vida y nos predisponen a desarrollar patologías emocionales y del comportamiento tales como el consumo de sustancias, ansiedad social/generalizada y en casos más graves depresión o patologías duales.
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En la actualidad la única forma de poder saber si una persona vive con VIH es por medio del testeo de pruebas de sangre, de hecho, cuando ya vivimos con VIH pareciera ser que quienes vivimos con VIH nos cuidamos mas que las personas que no viven con VIH o que aun no saben que lo tienen, nuestra apariencia física suele verse saludable porque tenemos mayor grado de consciencia y nos ocupamos más de nuestros seguimientos semestrales o anuales de salud y nos hacemos mas consciente de la importancia del cuidado personal, mientras que suele ser impactante como quienes aun no viven con VIH muchas veces no se han hecho 1 prueba de VIH en su vida. El testeo es clave para todos, vivamos o no con VIH, el testeo oportuno salva vidas.
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La indetectabilidad es un alto estándar para quienes vivimos con VIH, representa un estado de salud optimo, sin embargo entender las dificultades que requiere alcanzarlo y mantenerlo es importante, no se trata de que dividamos a la población de personas con VIH sino de entender-nos y comprender las barreras individuales que a cada uno nos impiden poder alcanzar ciertos niveles óptimos en salud y también entender que hay personas que simplemente no quieren o no podrán alcanzarlo y tampoco están mal, eso no los hace irresponsable así como también me hace una persona responsable el hecho de ser indetectable.